Táchira.- Caminar hasta el Santo Cristo de La Grita es una tradición que año tras año se realiza en el estado andino. Cientos de personas recorren el Táchira para llegar hasta el santuario. Durante todo el camino se observan grupos que caminan, van en bicicleta, incluso a caballo.
Desde todos los municipios y otros estados del país, llegan los peregrinos a agradecer y pedir al Cristo tallado por los ángeles.
Para Andrés Palacios, este es el octavo año consecutivo que peregrina. Su motivación principal es agradecer al Cristo por la salud de su mamá, que se curó de cáncer de mama. Sin falta lo hace desde que, luego de súplicas y oraciones, la mujer resultó libre de la enfermedad. Con sus vecinos sale desde San Cristóbal hasta La Grita.
Este 2023 salió el 4 de agosto a las 6:30 p.m. y caminó los más de 74 kilómetros de recorrido. Llegó el 5 de agosto a las 6:30 a.m. En el camino suele rezar, agradecer y confiesa que a veces llora por ser testigo del milagro de la vida de su mamá. La oscuridad, la luna, los demás peregrinos y la solidaridad son sus grandes acompañantes.
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“Mientras tenga vida y posibilidades haré esta peregrinación. Mi mamá es un milagro y yo no paro de agradecerlo. Hace nueve años, en el hospital la pasábamos muy mal y hoy puedo estar aquí. Le agradezco al Santo Cristo por ella y le pido por Venezuela, especialmente por todo el sistema de salud. Que nunca más una familia sufra como nosotros por un tratamiento o una medicina", relató Palacios.
Durante todo el recorrido es común encontrar puntos de atención de empresas públicas y privadas. También es tradición que las familias ayuden con frutas, agua, sillas o camillas a los caminantes. Esto lo conmueve y cree que en unos años, cuando su condición física ya no le permita caminar, hará este acto de servicio y ayudará a los demás en la difícil ruta.
El sentimiento de gratitud también lleva a Juan Carlos Tarazona hasta La Grita. Hace cuatro años hizo por primera vez el recorrido desde Cordero, en medio de los dolores de parto de su esposa, Andrea.
El nacimiento de sus gemelos estaba empañado por la preocupación de que llegaran con 34 semanas de gestación. El 4 de agosto de 2019 salió convencido de que recibiría un milagro. Y lo recibió.
“Mi suegra le rezaba a José Gregorio Hernández. Yo no era muy católico hasta que ese día me dijo que caminara, que mucha gente decía que recibía milagros y yo lo hice. Tenía mucho que perder si no lo intentaba, así que con un racimo de cambures me fui. Mi esposa estaba molestísima, pero mi suegra me apoyó. No me arrepiento, mis niños nacieron en la semana 38 y sanos", recordó.
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Reflexiona sobre lo que vivió en 2019. En la ruta, que le tomó más de 24 horas por su inexperiencia, pedía por sus hijos, por los médicos del Hospital Central de San Cristóbal, porque no hubiese complicaciones que ameritaran medicamentos escasos en el hospital o el país.
Desde entonces camina para agradecer y pedir por el sistema de salud de Venezuela. “Por un mejor país, eso es lo que más se escucha", acotó.
En el camino hacia La Grita, los organismos de seguridad tienen puntos de atención, en el operativo del Santo Cristo. Las familias cumplen sus promesas o agradecen ayudando a los demás. Hay hidratación, hervidos, ensaladas de frutas, panes y caramelos que son regalados por quienes no peregrinan, pero atienden a quienes sí lo hacen.