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Desde el pasado sábado, 13 de junio, se encuentran venezolanos que retornaron en las calles de San Antonio del Táchira durmiendo en las aceras y esperando que las autoridades encargadas los trasladen a los Puntos de Atención Social Integral (Pasi) para cumplir la cuarentena necesaria, para posteriormente ser llevados a sus sitios de residencia en otros estados.
Según vecinos del barrio Ocumare, que pidieron a El Pitazo el resguardo de sus identidades por seguridad, los connacionales llegaron, han dormido y hecho sus necesidades fisiológicas en las calles. “Estamos prácticamente atrapados, no podemos salir por el descontrol. Son personas que regresaron y no sabemos si son positivos para COVID-19, no sabemos si cumplieron alguna cuarentena antes de llegar y además vemos que no tienen las medidas de seguridad necesarias, pues usan el mismo tapabocas desde que llegaron, no tienen dónde lavarse las manos ni bañarse", explicó una de las personas.
Otro de los residentes también detalló lo que ha representado la presencia de personas en las calles. “Ya todo huele a orines, en las madrugadas se escuchan gritos, ponen música y la verdad no podemos dormir. Las dos primeras noches les colaboramos con agua, algunos vecinos dieron arepas, prestamos los baños, pero la falta de respeto en las madrugadas nos disgustaron, además que también necesitamos cuidarnos del COVID-19", dijo.
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El periodista Jonathan Maldonado, del Diario La Nación, reportó la mañana de este lunes, 15 de junio, que aproximadamente son 500 venezolanos quienes esperan por las autoridades encargadas para que los ubiquen en los Pasi y poder empezar formalmente la cuarentena obligatoria por haber ingresado al país.
Los testimonios recogidos por Maldonado relatan que han dormido en las calles adyacentes a la avenida Venezuela, vía principal del municipio Bolívar. En varias oportunidades se han acercado hasta la sede de la Aduana, centro de control epidemiológico, a preguntar sobre su situación, pero no han recibido respuesta.
Las personas de todas las edades, están en las calles con grandes maletas, costales con sus pertenencias y sin tener acceso a baños o camas.
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