Comunidades al este de Guanare llevan tres semanas sin agua

Guanare.- Los habitantes del barrio 23 de Enero, al igual que todas las comunidades del este de Guanare, llevan más de 15 días sin agua. Reclamaron a la estatal HidrosPortuguesa un plan de contingencia para paliar la sequía y poder enfrentar los contagios de coronavirus.

Zoraida Colmenárez, líder de esa comunidad de la capital del estado Portuguesa, denunció que al menos 400 familias deben beber agua no tratada de pilas y pozos improvisados, debido a que no cuentan con 30 dólares para pagar un camión cisterna ni con dinero para comprar botellones, que tiene un costo de 140.000 bolívares cada uno.

Junto a la falta de agua por tuberías, Colmenárez denunció que los apagones de luz son diarios y con una frecuencia de entre tres y nueve horas. «De los bajones ni hablar, son intermitentes y a cada rato», precisó.

Junto al barrio 23 de Enero, también padecen la escasez de agua los 17 urbanismos de Los Próceres, según contó a El Pitazo Juana Delfín y Marialys Rodríguez, del frente vecinal.

LEE TAMBIÉN

Policía detuvo a un hombre por denunciar fallas de agua en Ciudad Ojeda

«En Los Próceres llevamos tres semanas sin recibir una gota de agua. A veces nos mandan un chorrito durante una hora. En urbanizaciones como la Manuel Piar lo poco que llega es puro barro o con olor a cloaca», denunciaron .

A la fecha de la sequía, los vecinos de Los Próceres desconocen la razón técnica de la falta de agua. Delfín afirmó que HidrosPortuguesa los surtía del pozo 27, pero que hace unos meses la conexión se cerró para proveer con este a la empresa Calsa, un complejo agroindustrial ubicado a un costado del distribuidor Guanare de la Autopista José Antonio Páez. «Ahora nos conectaron al acueducto del embalse La Coromoto y no hay presión ni electricidad suficiente para que el agua llegue en forma sostenida», argumentó Rodríguez.

Según Rodriguez, el suministro de agua en Los Próceres se ve afectado, también, por las invasiones que se han producido en las áreas deportivas. «Los invasores conectan las tuberías de sus ranchos a la red principal y ello hace que disminuya el caudal».