Mariangel Moro Colmenárez
Acarigua.- Funcionarios de la Dirección de Inteligencia y Estrategia Preventiva (Diep) de la Policía del estado Portuguesa practicaron la aprehensión de las tres enfermeras del Hospital Dr. Jesús María Casal Ramos de Acarigua-Araure, acusadas de cobrar a familiares por el cuidado de los pacientes recluidos en el área de COVID-19.
Las tres ciudadanas fueron arrestadas aproximadamente a la 1:30 de la tarde de este miércoles, 6 de octubre, en el «Casal Ramos». Sobre ellas pesaba una orden de captura N° PP11-P-1675-2021, emitida por el Tribunal Segundo de Control del Segundo Circuito Judicial Penal del estado, extensión Acarigua, por el delito de corrupción, relacionada con la causa MP-188314-2021.
Las detenidas quedaron identificadas como Jania Coromoto Veroes, 41 años, licenciada en enfermería, y con residencia en el barrio 5 de Diciembre de Acarigua; Betty Josefina Adan Escobar, de 40 años, habitante del sector Andrés Eloy Blanco, y Azdaly Nailet Mejías Nadal, de 37 años, también del sector 5 de Diciembre. Estás últimas son Técnico Superior Universitario en Enfermería.
La investigación de este caso está a cargo de la Fiscalía Segunda del Ministerio Público, y fue iniciada luego de que entre el pasado 23 y el 28 de septiembre familiares de dos adultas mayores fallecieron en la sala de aislamiento de pacientes con COVID-19 del «JM Casal Ramos».
Las víctimas fueron Yolanda Rondón, de 69 años, quien murió el pasado 15 de septiembre, e Ingrid Coromoto Navarro, de 70 años, cuya muerte se registró el jueves.
Los familiares de estas damas hicieron público las irregularidades que se presentaban en este centro centinela del cono norte. Ambas historias fueron publicadas en El Pitazo.
Los allegados denunciaron que para que los pacientes tuvieran una atención respetuosa y se les cumpliera el tratamiento a las horas indicadas y al pie de la letra, las enfermeras cobraban alrededor de 60 dólares diarios.
Jesús Durán, hijo de Íngrid Navarro, a través de un video, reveló que desde el primer momento que su mamá fue internada en el hospital, la familia se vio obligada a pagar para que «no la descuidaran». Fueron más de 1500 dólares los que canceló por lo que llamaban «cuidado personalizado», sin contar los gastos en medicinas y exámenes que también deben ser cubiertos en su totalidad por el paciente, porque el hospital se mantiene sin insumos.
Antes, la periodista Beltimar Rondón también denunció que su madre, Yolanda Rondón, murió debido a falta de cumplimiento del tratamiento. «Lo peor es que en presencia del director del Hospital, Emilio Montilla, del médico residente y del jefe de medicina interna me dijeron que a mi mamá no le estaban colocando los antibióticos, aún cuando desde el viernes 10, yo estaba pasando el antibiótico Meropenem», dijo en un vídeo difundido en redes.