Portuguesa | Familiares agreden a personal médico ante imposibilidad de atender pacientes

Un grupo de familiares insultó y amenazó de muerte al personal médico del ambulatorio Adarigua por no contar con un tensiómetro ni glucómetro para atender a una ciudadana que fue trasladada de emergencia a este centro de salud público, el segundo más importante de Acarigua

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Personal del ambulatorio de Adarigua denunció la serie de problemas del centro asistencial | Foto: Mariangel Moro Colmenarez

Acarigua.- La falta de un tensiómetro impidió la atención inmediata de una paciente hipertensa que fue trasladada al ambulatorio Adarigua, el más importante de la ciudad de Acarigua en Portuguesa, en la madrugada de este lunes 11 de mayo. 

La situación registrada a la 2:15 am, generó que el personal de guardia fuera agredido verbalmente, y amenazado de muerte por familiares de la paciente que exigían la atención oportuna por parte de la médico y dos enfermeras que se encontraban en el lugar y que no tenían cómo cumplir con su labor por falta de materiales. 

El centro asistencial tiene más de seis meses sin el equipo básico e indispensable para evaluar a quienes ingresen con cualquier patología, ya que no cuenta con glucómetro, insumos médicos ni agua por tuberías, de esta el personal se surten con tobos que llenan de las tomas improvisadas que existen en las comunidades aledañas.

Por todas estas carencias y la falta de respuesta de las autoridades ante quienes en reiteradas oportunidades han expuesto los problemas de este ambulatorio, el personal se declaró este lunes de brazos caídos, y protestó en la entrada del centro asistencial, donde acuden miles de enfermos que habitan en la zona este y sur de Acarigua.

Acompañados de los representantes del gremio médico, Carlos Casal, y de enfermería, Heriberto Delgado, los trabajadores del centro de salud exigieron a las autoridades competentes la dotación de equipos e insumos, así como también la necesidades de contar con funcionarios policiales que resguarden no solo las instalaciones, sino también la integridad física del personal.

El hecho violento de la madrugada del lunes fue relatado por Vanessa Sequera, enfermera del área de emergencia, quien precisó que entre ocho y diez personas se presentaron en la emergencia con una ciudadana con un cuadro de hipertensión e hipoglicemia.

«No teníamos tensiómetro ni glucómetro para atenderla y se lo hicimos saber, pero inmediatamente se tornaron agresivos y golpeaban la puerta, nos insultaban y amanezaban con matarnos si no atendíamos a la paciente. El personal estaba solo porque los funcionarios policiales asignados a este lugar no asisten», contó la licenciada agregando que presumiblemente, los agresores se encontraban bajo efectos del alcohol u otra sustancia tóxica.

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Entre llantos, María Orozco, médico residente agredida, definió el momento como intenso, y dijo que este se  prolongó por una hora y media, aproximadamente, hasta que los mismos familiares lograron conseguir un tensiómetro y el personal pudo actuar.

«Estamos aquí arriesgando todo, sabiendo que laboramos por amor, porque realmente lo que nos pagan es muy poco para todo lo que nos toca hacer aquí sin condiciones ni insumos. El miedo nos abatía en la madrugada, estuvimos solas, pese a que llamamos a los cuerpos de seguridad, nadie acudió a auxiliarnos mientras estás personas seguían insultándonos y golpeando todo. Así como nos pasó a nosotros puede ocurrirle a cualquier colega, porque no hay cómo darles respuesta a quienes vengan, sea una emergencia o no», expresó la médico.

Mientras el personal hacía la denuncia frente a los medios, al lugar se presentó el alcalde del municipio Páez, Efrén Pérez, con un camión cisterna para el ambulatorio. «Nos llamó guerrilleros, analfabetas y que estábamos llenos de odio solo por exponer los problemas que él conoce porque vive frente al ambulatorio y ya se los hemos enumerado con anterioridad», dijeron los trabajadores, que llenos de quejas abordaron al mandatario local.

El personal de mantenimiento manifestó que los baños de la emergencia del ambulatorio están colapsados, por lo que mientras los trabajadores deben aguantar sus necesidades fisiológicas, muchos de los usuarios las evacuan en los alrededores del centro asistencial. 
«Dos ambulancias ya vueltas chatarras porque nunca se dignaron a repararlas. Las  personas han muerto en este lugar  porque no hubo cómo trasladarlas al hospital universitario» expresaron.

La comunidad también salió a respaldar la denuncia de los trabajadores, alegando que al momento en que acuden por una emergencia, no han podido ser atendidos por la falta de insumos. «Ni para nuestros hijos, que son la prioridad, hay insumos para atenderlos. Debemos salir a otros lados, cuando se presenta una urgencia, así sea de noche», indicó Daniela Martínez, habitante de las cercanías.

El alcalde Efrén Pérez, junto a la directiva del ambulatorio y el comandante de la Policía de Páez, se reunieron con la representación gremial a fin de buscar soluciones a los problemas planteados; se comprometió con el envío semanal de un camión cisterna así como también con incrementar la presencia de funcionarios policiales, que sería reforzada con milicianos. 

Luego de marcharse las autoridades, la dirección del ambulatorio notificó al personal que como sanción se les levantará un memorando por la protesta que generó la paralización de las actividades durante este lunes, lo que el personal catalogó como una acción de represalia por hacer públicas las condiciones problemáticas en las que se encuentra el centro de salud.

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