Valle de la Pascua.- Tras la gran crecida que tuvo en el año 2018 el Río Orinoco, este mes de septiembre se cumplió un año de que los habitantes del sector rural Parmana, perteneciente a la parroquia Espino del municipio Leonardo Infante, se quedaron sin carretera que comunique a estas poblaciones del estado Guárico.
La distancia que existe entre Parmana y Valle de la Pascua, capital de la entidad, son 180 kilómetros aproximadamente, de los cuales más de cien se encuentran en malas condiciones para ser transitados por vehículos, siendo la única forma, la utilización de carros rústicos para llegar hasta el mencionado caserío rural.
La comunidad de Parmana, cuenta con aproximadamente 250 habitantes que viven de la siembra de oleaginosas, caraotas negras y pintadas, frijol, quinchoncho y la pesca, el caserío cuenta con una pequeña iglesia, un local donde se ubican dos funcionarios policiales que dan seguridad a los pobladores, una escuela de primaria, a la que pocas veces acuden los docentes por falta de transporte y malas vías de penetración.
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La electricidad la reciben de un generador eléctrico que funciona pocas veces y cuando lo hace es de siete a diez de la noche. Este equipo funciona con combustible que debe ser llevado en recipientes (pinpinas) desde la población de Espino ubicada a 80 kilómetros de distancia.
Esteban Flores, relató “soy productor agropecuario de esta zona, el año pasado pude ver como el agua de la crecida del río Orinoco se llevó el terraplén de la carretera que nos permitía llegar hasta el caserío de Parmana, todos los que tenemos fincas en esta zona vamos a comercializar o buscar algunos víveres para el personal que nos trabaja, por supuesto, eso no lo podemos hacer ahora, porque nos quedamos sin carretera, no son huecos, es que no existe el terraplén por donde estaba la carretera de granza".
También se quejó de la falta de respuesta por parte de las autoridades tanto regionales como nacionales. “Lamentablemente ningún funcionario del Gobierno nacional, regional o local se ha hecho presente por acá. Tampoco envían máquinas para solventar la situación", dijo.
Por su parte Juan Parraga, relató: “En este pedazo de tierra del estado Guárico, parece que no existimos. De Valle de la Pascua a Espino son 85 kilómetros aproximadamente que están en peores condiciones que la de Espino a los hileros de Parmana, que también están malísimos, es de allí que se desapareció la vía, esos son ocho kilómetros de carretera que ya no existen, las personas que vamos a ese caserío lo hacemos en pequeñas lanchas o en caballos y burros, hacemos un llamado a José Vásquez gobernador del estado Guárico, para que reparen esta carretera que es una necesidad para los que vivimos y trabajamos en esta zona", indico.
Las gráficas aportadas por los entrevistados dejan ver como quedó el terraplén de granza de unos seis metros de altura aproximadamente que sirve para levantar las vías por donde transitan los carros, el estado de la única carretera que une a las más de 500 personas entre habitantes y población flotante con el resto del estado.
Indicaron los pobladores que en tiempos de asuetos y feriados esta era una zona muy concurrida, por sus sitios turismos de los Hileros de Parmana y los Médanos de Gómez, donde llegaban personas de todos los estados del país, lo que desde hace un año no sucede.
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