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San Carlos de Zulia.- Han transcurrido 3 días desde que al migrante venezolano Jean Manuel Castro Fernández, de 24 años, lo asesinaron de una puñalada en Chile, por defender a una mujer que era agredida por su pareja, y, desde entonces, el cuerpo permanece congelado en la cava de una morgue en la provincia de Chiloé a la espera de que familiares en esa nación logren concretar los permisos para la cremación de los restos mortales.
El martes, 8 de diciembre, en horas de la noche, a Jean Manuel un hombre de nacionalidad chilena lo mató por haber intercedido en una pelea marital en la comuna de Castro, donde el migrante residía desde el año 2018 junto a su esposa Ronays Martínez y su hija de tan sólo ocho meses de nacida.
Ángel Ramón Castro, abuelo paterno de la víctima, contó este viernes, 11 de diciembre, a El Pitazo que una tía de Jean, alojada en Santiago de Chile, gestiona los servicios fúnebres con apoyo de una Organización No Gubernamental. La prioridad para los parientes en ambos países es consumar el crematorio del joven zuliano, que es oriundo de la ciudad de Maracaibo.
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“Estamos recaudando dinero para poder efectuar los pagos correspondientes. Es un proceso que amerita muchos trámites entre las autoridades consulares de Venezuela y Chile, así como en la Fiscalía y el departamento de la policía que lleva la investigación criminalística", dijo Castro vía telefónica y desde el estado Zulia. Dicha campaña la emprendieron a través de la plataforma de GoFundMe y en la cual deben reunir unos 5.000 dólares americanos.
Recordó que Jean Manuel era un joven con sueños y ganas de superar siempre las adversidades. Antes de emigrar a Chile se dedicó, junto a Ronays, su esposa, a reunir dinero para atravesar el continente en busca de estabilidad económica, tal como lo han hecho millones de venezolanos afectados por la profunda crisis del país.
La pareja de jóvenes -relata el familiar del fallecido- hace dos años empacó maletas y con dinero reunido sortearon diversos obstáculos durante varias semanas al recorrer, vía terrestre, las fronteras de Colombia, Ecuador y Perú para finalmente arribar a suelo chileno donde se establecieron y, por desgracia, a Jean Manuel un hombre cegado por la ira le arrebató la vida.
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El abuelo de Jean contó también que su nieto no tenía un título universitario porque sólo cursó hasta el bachillerato en la capital del estado Zulia. Señala que se formó académicamente en las escuelas Carmelita Morales y Gonzaga y finalmente cursó estudios de bachillerato en la Unidad Educativa El Buen Pastor. Al finalizar la preparatoria se dedicó a la barbería.
Con esa ocupación seguía ganándose el sustento y en ocasiones, solía enviar remesas a su madre, Ninibeth Fernández, quien reside en la urbanización Urdaneta, que queda contigua al casco urbano de la ciudad de Maracaibo, al occidente de Venezuela, región donde la crisis económica es aún más marcada por el deterioro de los servicios públicos y una acentuada hiperinflación. En el seno de los Castro Fernández no hayan resignación por el asesinato de su primogénito. Jean era el mayor de tres hermanos.
Jean Manuel Castro en sus cuentas de redes sociales se describía como un artista. En su cuenta personal de Instagram posteaba imágenes junto a su pequeña Mía Christina, de hecho la última se la tomó el día 29 de noviembre. En otras gráficas mostraba los cortes de cabello masculinos que efectuaba a sus clientes y también indicaba ser un un «tatuador en proceso». El lugar donde más le gustaba tomarse fotografías era a orillas del archipiélago de Chiloé.
