Por Rubén Vásquez
Caracas. El sabor de la gastronomía venezolana enamora el paladar de muchas personas en todo el mundo. Esto se debe en parte al ingenio y creatividad de los emprendedores venezolanos que luchan cada día por construir un mejor futuro en otras tierras. Edel Rivero, un venezolano que sacó adelante la fábrica de quesos El Llanerito (@elllanerito.es) en Zaragoza, España, es ejemplo de ello.
Rivero destacó en una entrevista para El Pitazo que este proyecto nació tras el fin del confinamiento estricto por la pandemia del COVID-19 en la ciudad española, a mediados de 2020. Es además un emprendimiento que contó con el apoyo y experiencia de sus padres, Antonio Rivero y Libertad Quero.
“Cuando llegué a Zaragoza, mis padres ya hacían el queso en casa, pero lo hacían para ellos, y claro, cuando salimos de la pandemia, dijimos que sería buena idea poder llevar este sabor venezolano a otras personas de la zona. Así empezó El Llanerito, el cual lleva dos años y medio de fundación", indica.
Desde el establecimiento ubicado en Arzobispo Domenech 14, Zaragoza – Mercado Domenech, ofrecen diversos tipos de quesos frescos como el queso de mano, guayanés, telita, queso llanero, queso semiduro o nata, además de productos como golfeados, cachapas y tequeños, estos últimos son los más pedidos, afirma el venezolano.
“El tequeño ha sido lo máximo y por todos lados lo piden. El queso venezolano también ha gustado mucho a los españoles, a pesar de que aquí están acostumbrados a comer queso curado, y nosotros vendemos queso fresco", aseguró.
Trabajo y constancia para alcanzar un sueño
Edel Rivero nació en el estado Apure. Comenta que desde pequeño siempre sintió interés por el mundo de los negocios, pues a la edad de 14 años trabajaba en un restaurante que tenía su madre y buscaba la manera de crear algo propio.
Rápidamente alcanzó su independencia económica. Sin embargo, en medio de la complicada situación venezolana, y animado por el interés en conocer otros lugares y vivir nuevas experiencias, decidió emigrar en 2015.
“A la edad de 21 años me fui de Venezuela, más que todo por la situación del país. También buscaba otras oportunidades y conocer un poco más del mundo y darme golpes en el proceso, aprender nuevas experiencias. Al emigrar viví en Estados Unidos tres años, viví en Madrid por casi un año, viví en Londres por dos años y ahorita estoy en Zaragoza, donde llevo dos años también, y el motivo de que ya llegué fue porque estaban mis papás acá", comentó.
Ahora, destaca que su misión con El Llanerito es seguir creciendo con este proyecto en España. “Lo que quisiera para mi negocio es que fuera una empresa grande y masiva. Mi inspiración es Lorenzo Mendoza, me gustaría llevar El Llanerito a ese nivel, pero son pasos que los van diciendo el tiempo y las oportunidades que vamos consiguiendo", indicó.
Un camino para compartir el sabor venezolano
Edel Rivero explica que en Venezuela no se dedicaba a la industria del queso, sino que fue gracias a su familia que aprendió sobre el rubro, porque tenían una finca que les permitía sostenerse del queso. Ahora, sin olvidar sus raíces, destaca que en la ciudad de Zaragoza consiguió un segundo hogar, porque es el lugar en donde está su familia actualmente, quienes le ayudan en su emprendimiento.
Menciona que el negocio tiene buena receptividad desde su fundación en 2020, por lo que el 1 de octubre de 2022 abrirán un segundo establecimiento en la región para llegar a más personas.
“En este nuevo espacio le vamos a servir a un público español en el mercado y vamos a sacar algunas tartas de queso, unas tartas de queso con brownie. Además, pondremos algunos quesos españoles y algunos dulces que también llamen la atención de las personas", señaló.
El venezolano asegura que emprender en el país europeo le dejó una gran experiencia y crecimiento personal. “Creo que en España fue donde comencé a aplicar un poco más la innovación. Vi que para tener un negocio, si quería que me saliera bien, necesitaba innovar todos los días, o sea, me lo tomé en serio".
A los venezolanos que como él luchan para construir un proyecto, les dice: “En principio, tienen que quitarse el miedo. El miedo es lo que siempre te frena. Y ya, después de eso, aguantar palo, aguantar caídas que son las que te van a ir subiendo poco a poco. Lo más importante es que hagan lo que les gusta".