Hay desesperación. Choferes tardan hasta dos días en las estaciones de servicio de Maracaibo para comprar 30 litros de combustible. La espera la hacen en medio de la oscuridad de la noche por los apagones y la ausencia de alumbrado público, y bajo un sol picante y caliente en el día que se combina con unas temperaturas de 36 grados centígrados.
Los usuarios no sólo deben esperar horas y rogar porque los litros de combustible que le despacha Pdvsa una vez al día a las bombas les alcance, sino que también deben tener paciencia para permitir que otros que no hacen cola entren de primero a las estaciones de servicio que son comandandas por la Guardia Nacional.
Choferes que mantenían dos días en cola en la estación de servicio La Estrella cerraron la bomba al mediodía de este martes ocho de octubre luego de que un teniente de apellido Chacín golpeara a un usuario de la tercera edad que le reclamó por la entrada de carros que no estaban en la fila.
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Los ánimos se caldearon y un grupo de hombres que esperaban en sus vehículos cerraron los accesos a la estación de servicio. El teniente encargado de mantener el orden en la distribución de gasolina fue resguardado en la oficina de la bomba hasta que una comisión de la Guardia Nacional se lo llevó. Sólo después de la ida del funcionario, los usuarios permitieron la reapertura.
Ese escenario se registra en otras estaciones de servicio. Juan Sánchez, chofer de transporte público, llegó a las 5.00 de la tarde del lunes a la bomba ubicada en la avenida Delicias con calle 5 de Julio. Le tocó el numero 39. La bomba abrió a las 6.00 de la mañana de este martes y dos horas después apenas habían ingresado los primeros 29 vehículos de la cola.
«El problema es que ellos meten a mucha gente. Han pasado más de 60 carros y de la cola son solo la mitad», denunció Sánchez, quien asegura que el control de los policías regionales y municipales es más efectivo que el de los militares. «Los policías meten más carros de la cola«.
Zulia, el estado petrolero de Venezuela, sufre por la escasez de combustible desde hace dos semanas. A las 212 estaciones de servicio que hay en la región les llega la gasolina a medias. Entre 14.000 y 24.000 litros reciben a diario, una cifra deficitaria para los 38.000 que despachaban hasta dos veces por día en las bombas más grandes.
Fuentes de Pdvsa confirmaron a El Pitazo que hay un problema de inventario y que en el llenadero de Bajo Grande no hay suficiente combustible. Lisandro Cabello, secretario de gobierno de la Gobernación de Zulia, aseguró el lunes 30 de septiembre que el inventario de gasolina era óptimo y que alcanzaba para 16.2 días. Sin embargo, mantuvo restricciones como la venta de 30 litros por carro.
Suben los precios
La escasez de la gasolina disparó su precio en el mercado informal, donde cobra mayor fuerza la venta en divisas. 25 litros del combustible lo venden en 15 dólares. El precio es similar al de los Estados Unidos, donde el galón se vende en 2,11 USD.
Si el pago es en bolívares, la pimpina de cinco litros la ofertan en 50.000 bolívares en efectivo. Este escenario ya trae sus consecuencias en el servicio de transporte público. El precio del pasaje aumentó a 5.000 y 7.000 bolívares.
Rubén Esis, presidente de la Central Sindical Noroeste de Transporte del Estado Zulia, estimó que sólo tres por ciento de las unidades estaban operativas este martes. Indicó que el aumento del pasaje lo hacen los propios choferes que apenas trabajan dos veces por semana, porque tardan entre dos y tres días en cola para comprar gasolina, que escasea en Zulia como la electricidad y el agua.
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