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Vendedores ilegales que se mantienen en la Circunvalación 3, al oeste de Maracaibo, comenzaron a ofrecer, durante este martes, las pimpinas de 5 litros de gasolina por 9 dólares o 500.000 bolívares en efectivo. Es decir a 1.8 dólares (100.000 bolívares) el litro.
El precio de la gasolina en el mercado ilegal aumentó 150 por ciento después de que la Gobernación de Zulia y las autoridades militares anunciaron el domingo 15 de marzo, que quedó suspendido el despacho de combustible para los particulares.
Para el sábado 14 de marzo, el precio del combustible estaba en Bs. 200.000 los cinco litros. En esa oportunidad los vendedores ni siquiera la ofertaban en dólares como lo hacen ahora por la escasez del papel moneda venezolano.
Las estaciones de servicio en Zulia permanecen cerradas desde el lunes 16 de marzo, cuando dejaron de ser despachadas. Las autoridades alegaron que la medida de suspender el surtido forma parte de las decisiones tomadas para asegurar que los zulianos se mantengan en cuarentena y evitar la propagación del COVID-19.
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Despacho controlado
En el estado hay 23 estaciones de servicio operativas para surtir de combustible a los vehículos que presten servicios de primera necesidad y requieren de un salvoconducto que debe expedir la Zona de Denfensa Integral, según lo precisó este martes, 17 de marzo, el mayor general Ovidio Delgado, jefe de la Redi Occidente.
Tanto Delgado como el gobernador Omar Prieto aclararon que el salvoconducto no se otorgará de forma individual, sino que será para empresas e instituciones que prestan servicios de primera necesidad, como alimentación, agua, salud, electricidad, telecomunicaciones y seguridad.
Los pacientes crónicos, como los renales u oncológicos, que requieren el combustible para asistir a los centros de salud a recibir su tratamiento, deben acudir a la sede de la Zodi (antiguo Core 3) con un informe médico para obtener el permiso, dijo Ovidio Delgado.
Recalcó que aquellos pacientes que no tengan la forma de movilizarse pueden llamar al cuadrante de paz correspondiente a su zona y pedir el traslado. «Si es necesario, nosotros lo llevaremos para que se hagan sus tratamientos».
Previa a la decisión del domingo 15 de marzo, de suspender totalmente la venta de gasolina a los particulares, el Zulia ya venía padeciendo desde hace casi tres año de un déficit crónico del servicio. Las largas colas para surtir en las estaciones han pasado a formar parte del paisaje cotidiano de Maracaibo. El problema se agravó a comienzo del mes de marzo, en esta oportunidad, debido a los bajos niveles de combustible en el llenadero de Bajo Grande. Por ello, las bombas se mantenían con largas colas de vehículos que superaban los dos kilómetros de distancia, y los conductores volvieron a pernoctar en la calle en la espera por llenar el tanque.
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