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Barquisimeto.– Un grupo de enfermeras del Hospital Pastor Oropeza del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) de Barquisimeto grabó un video dirigido a la gobernadora de Lara, Carmen Meléndez, para denunciar que no tienen transporte ni combustible para regresar a sus casas después de las guardias nocturnas. Los trabajadores piden colas en las inmediaciones del centro de salud y suben en dos y hasta tres carros para llegar a comunidades retiradas.
«Salimos del hospital a las 7 de la noche a pedir colas para poder llegar a nuestros hogares. Nuestro horario de trabajo es de una de la tarde a 7 de la noche y no podemos retirarnos antes porque trabajamos con personas, es nuestra responsabilidad si les llegara a suceder algo. Vivimos en zonas retiradas de las avenidas principales y cualquier vehículo no entra. No contamos con recursos económicos para pagar a diario lo que quieran cobrar los transportistas», sostienen en el video difundido el 3 de septiembre por el Sindicato Único de Trabajadores del Ivss (Sutivss).
El personal solicita a la Gobernación de Lara una unidad de Transbarca, el sistema de transporte administrado por el Estado, para cubrir rutas en la zona oeste de Barquisimeto. Las enfermeras comentaron que hay menos autobuses operativos durante la cuarentena, sumado a la escasez de gasolina que les imposibilita usar sus carros o los de sus familiares.
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Las rutas habilitadas por la Dirección de Salud no se ajustan a los horarios del personal de salud, explicó el presidente del Sutivss en Lara, Alberto Domínguez.
«Hay un solo autobús que pasa por las avenidas principales en la mañana y en la tarde, pero lo hace una hora o dos horas antes de la hora de salida de los trabajadores del último turno», sostuvo. En estas rutas no hay medidas de distanciamiento porque todos los trabajadores deben abordar la misma unidad para dirigirse a los puntos más cercanos a sus hogares, en caso de que las aborden.
Otros centros, mismo problema
En el Ambulatorio Rafael Vicente Andrade y el Hospital Juan Daza Pereyra, los otros dos centros del Ivss en Lara, el personal también reporta dificultades para movilizarse y debe caminar o salir de casa con anticipación para cumplir con las guardias, advirtió Domínguez.
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«El patrono encontró la forma de que no migren a clínicas privadas, la economía informal o se vayan del país permitiendo solo una guardia cada seis días en condiciones de explotación laboral porque una enfermera o una camarera hace el trabajo de cuatro», comentó.
Domínguez reiteró que los trabajadores no tienen suficientes ingresos para cubrir pasajes y el resto de sus necesidades. El salario integral en el Ivss es de Bs. 1.000.000 a Bs. 2.300.000 mensuales. «Ya ni siquiera están exigiendo un salario digno o equipos de bioseguridad sino transporte», dijo.
Iniciativa solidaria
En la unidad de diálisis del Hospital Pastor Oropeza hay un autobús que llaman «El transporte de Dios» que traslada gratuitamente a pacientes renales, médicos y enfermeras que residen en Cabudare. Presta servicio a las seis de la mañana y al mediodía desde hace cinco meses.
