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jueves, 15 diciembre, 2022

Luis Pacheco: pozo El Barroso II mostró el potencial de la cuenca petrolera

El ingeniero habló sobre lo que ocurrió en el reventón de El Barroso, los retos de la industria petrolera y recordó a la Venezuela del siglo 20 que se iniciaba en el sector. La entrevista fue realizada en un Instagram Live de El Pitazo

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El reventón de El Barroso II ocurrió en 1922, hace 100 años, y en el marco de esta fecha, el ingeniero Luis Pacheco dijo a El Pitazo que este pozo tuvo influencia y, además, un efecto catalizador para lograr la inversión de trasnacionales petroleras. La entrevista fue realizada este miércoles, 14 de diciembre, durante un Instagram Live con el director del medio, César Batiz, en la cuenta de @elpitazotv.

Aunque reiteró que, en la actualidad, la industria petrolera venezolana necesita cambios de políticas para asumir nuevos retos que se presentan en el siglo 21. “Necesitamos un cambio de política y de políticas, porque mientras avance la transición energética, las ventanas se van a ir cerrando y vamos a ir perdiendo esa oportunidad. La vuelta a la malaria y otras enfermedades que se creían erradicadas, es quizás la única señal en el que, el 22 del siglo 20 y, el 22 del siglo 21, se parecen", dijo en el Live.

“El Barroso si es importante porque muestra el potencial de la cuenca petrolera venezolana, en ese caso del lado occidental. Lo que hizo que la gente viniera a invertir para desarrollar la industria petrolera. El Barroso tiene ese efecto catalizador en esa inversión, no solo con la Shell, sino con las empresas que vinieron después a perforar», afirmó.

Pacheco publicó un artículo titulado “El 14 de diciembre 1922, el Reventón", en el medio La Gran Aldea, en el que le pidió a quienes lo leían que visualizaron la Venezuela de esa época, en la que apenas la explotación petrolera era una proyección de un grupo de aventureros. “Transporte fluvial, burros de carga y bueyes de tiro, taladros de percusión, cabrias hechas de madera de la selva circundante, malaria, cero servicios médicos", precisa.

El experto en el sector de energía recordó en la entrevista uno de los temas que tocó en su artículo, y es que su abuelo, Luis Julio Pacheco Soublette, fue topógrafo y luego ingeniero civil de la Venezuela de principios del siglo 20.

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“A él -mi abuelo- le pidieron que se fuera a la Costa Oriental del Lago para aprovechar la topografía del terreno para crear una fosa. Ahí solo había un tanque de 55.000 barriles, estaban preparados para producir, pero no para lo que pasó", indicó.

Venezuela, el petróleo y un reventón

La presencia de petróleo en el país fue evidente desde el siglo 19, aunque hay historias desde el siglo 16, dice Pacheco, quien cuenta que la Costa Oriental del Lago era un área con prospectiva petrolera, ya que se evidenciaban menes. “En algún lugar estaba escapando petróleo".

El mene, según expertos en hidrocarburos consultados en un documento de la Universidad del Zulia (LUZ), era el nombre indígena con el que se designaron los brotes de petróleo superficiales que había en la tierra. Para ellos, la presencia de estas emanaciones era guía para determinar áreas con potencial petrolífero.

El mene, como le llamaban al petróleo, le dio nombre a sectores del Zulia como Mene Grande, en el municipio Baralt; el Mene, en Santa Rita, y El Menito, en Lagunillas. En tres municipios de la Costa Oriental del Lago.

En la zona donde reventó El Barroso II, o R4, se habían perforado otros pozos que resultaron secos y otros que produjeron muy poco. Esto hizo que se siguiera con la perforación con esos taladros de madera, que en ese momento era de percusión, y este se trancó.

“La gente dice que faltaba un repuesto, aunque desgraciadamente, no hay una sola versión. En ese momento no existía lo que hoy tenemos para prevenir estas situaciones, hoy en día no perforas a ciegas, sino con una topografía. Cuando desatoran el taladro, estaba en el tapón, lo que contenía el hidrocarburo", refirió Pacheco, quien se documentó sobre el reventón.

A su juicio, el chorro de petróleo que salía del pozo se detuvo por un derrumbe, aunque la cultura popular dice que fue un milagro de San Benito de Palermo, copatrono de Cabimas. En Venezuela, antes de finalizar, precisó que el país fue pionero en varias áreas, entre ellas en la perforación de petróleo en agua con el Lago de Maracaibo.

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