Paraguaneros caminaron en honor a Jesús de la Misericordia

Esta actividad reunió a los feligreses de todas las parroquias de Paraguaná en una caminata que salió de la catedral Nuestra Señora de Coromoto en Punto Fijo y llegó a la iglesia San Martín de Porres donde el obispo Monseñor Carlos Cabezas dio la eucaristía

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La imagen de Jesús de la Misericordia fue la protagonista. Foto: Irene Revilla

Punto Fijo.- Como parte de las actividades del mes misionero extraordinario, los feligreses de las distintas parroquias de Paraguaná participaron este sábado 5 de octubre en una caminata que salió desde la catedral Nuestra Señora de Coromoto con la imagen de Jesús de la Misericordia y desde donde se escenificaban y se recordaba la labor de varios beatos venezolanos.

La caminata llegó a la iglesia San Martín de Porres donde se celebró la santa misa a cargo del obispo de Punto Fijo, monseñor Carlos Cabezas. La actividad tuvo como propósito el encuentro diocesano con Jesucristo vivo y presente.

María de Oliveira, en representación de la comisión diocesana del apostolado de la divina misericordia en la diócesis de Punto Fijo, expresó que esta actividad busca activar a la feligresía a través del llamado que hizo el Papa Francisco para celebrar el mes misionero extraordinario y llevar el evangelio.

Los paraguaneros piden paz para Venezuela. Foto: Irene Revilla

La caminata recorrió la avenida Rafael González de Punto Fijo, donde la mayoría llevaba la imagen de Jesús de la Misericordia en aras de mirar la vida de esos que han sido testigos de la misión, proclamadores de este nuevo anuncio de Jesús vivo y presente en medio del pueblo.

Se hizo la escenificación y dramatización de esos personajes que han representado para Venezuela el anuncio de Cristo del compromiso sincero y la entrega  total a Jesucristo, por ello escogieron en primer lugar a Monseñor José Francisco Iturriza, quien fue el segundo obispo del tercer periodo de la Diócesis de Coro, cuando todavía Paraguaná no era diócesis independiente.

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“El con su trabajo logró desarrollar lo que hoy se conoce como la diócesis de Punto Fijo en conjunto con el apoyo de los sacerdotes de la compañía de Jesús, quienes fueron los que se dedicaron a la atención pastoral del pueblo de Paraguaná, incipiente en aquella época y que surge a raíz de la instalación petrolera y desde entonces surgen esos templos que podemos recorrer por el centro de Punto Fijo, gracias a la acción que tuvo monseñor Iturriza", expresó.

Seguidamente fue presentada la sierva de Dios, religiosa del siglo XIX, venezolana que también dedicó su vida a los enfermos; en la siguiente parada se resaltó la vida de la madre Candelaria de San José, también religiosa a la que se le atribuyen  muchos milagros de los siglos XIX y XX. Dedicó su vida a la atención de los enfermos y a la creación de lugares para las niñas pobres.

En la cuarta parada, se mostró el siervo de Dios y muy conocido en Venezuela, el médico José Gregorio Hernández, con una atención exclusiva a sus pacientes, que incluso pagaba el tratamiento de quienes recetaba. “En dos oportunidades intentó consagrarse, pero que por problemas de salud no pudo. Murió siendo santo y al que se le atribuyen muchos milagros que todavía no son reconocidos por la congregación que tiene que examinar en el Vaticano.

Carrasquero acudió con su imagen para pedir sanación. Foto: Irene Revilla

También vamos a representar a la beata María de San José de Maracay, cuyo cuerpo se mantiene incorrupto  y que con su vida de entrega de creación de conventos y de escuelas para niñas que no tienen recursos ha sido una vida ejemplar, de entrega a su congregación y a su Dios, sobre todo a la oración del Santísimo. Luego a Carmen Rengines, que recientemente fue beatificada por el Papa Francisco.

El encuentro reunió a las pastorales juveniles de Paraguaná y a familias enteras quienes pidieron por Venezuela y por la sanación de familiares, como es el caso de Edith Carrasquero, quien estuvo a punto de no asistir, porque su esposo que está encamado no se sentía bien, sin embargo encomendó su procesión a Jesús de la Misericordia y de inmediato su esposo se sintió mejor y pudo dejarlo solo.

“He venido a pedir paz para Venezuela, que las cosas mejoren para que podamos estar en paz, además sanación para mi esposo, porque vivimos solos y tengo que incluso levantarlo. Sí él mejora, ambos estaremos mejor", expresó. En la iglesia esperaba otro grupo para participar en la eucaristía.

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