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Santa Bárbara de Zulia.- Simón Rico tiene 54 años de edad es latonero y el techo de su vivienda voló en medio de una intensa lluvia caída la noche del miércoles 30 de septiembre, en la parroquia Santa Bárbara del municipio Colón.
El viento huracanado dañó al menos diez láminas de su vivienda, ubicada en la quinta avenida de la población más densa del Sur del Lago de Maracaibo. Rico no tiene dinero para reparar las latas que se doblaron con la fuerza del viento. “No hay trabajo, no tenemos dinero y sólo pedimos que nos den una ayuda para recuperar nuestra casa", dijo el hombre con la voz quebrada por el llanto.
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Cerca de su vivienda diversos tendidos eléctricos quedaron en el piso, la parada de transporte del terminal terrestre de la localidad y un semáforo.
El chubasco, como llaman a este tipo de eventualidad climatológica en el Sur del Lago, arrasó además tanques para almacenamiento de agua potable, árboles y ramas. Dos estaciones radiofónicas también sintieron los embates naturales en las antenas de transmisión.
Hasta la noche del jueves 1 de octubre, el personal de Corpoelec intentó recuperar el servicio eléctrico en el circuito Lecherías debido a que tres postes sufrieron daños. Los habitantes de esos sectores permanecieron 20 horas sin energía eléctrica.
Las familias de las viviendas afectadas, que se calculan unas 20 en total, optaron el mismo día por colocar las mismas frágiles láminas metálicas que el viento lanzó a varios metros.
Comprar al menos una lámina representa una inversión de 60.000 pesos colombianos y entre 7 y 8 millones de bolívares por lámina. Rico dijo que con ayuda de su familia y allegados comenzará a reparar los daños que ocasionó el ventarrón, que por fortuna sólo dejó daños materiales y un susto que los coloneses intentan olvidar.
