Por: Nehomaris Sucre
Las crisis no son como granadas que estallan en nuestras manos. No escapan de todo control. No explotan frente a nosotros mientras contemplamos estupefactos la destrucción. Aunque los tiranos quieran hacernos creer lo contrario, existen formas de retomar el orden en medio de las calamidades.
El 4 de febrero de1992 es visto por algunos como el inicio de un mal incontrolable, la génesis de un régimen político destructor. Sin embargo, lo acontecido en esa fecha constituye también el primer fracaso chavista y es algo que no debemos olvidar. Finalmente, cada día libramos una batalla para no echar de nuestras memorias la verdad.
Las operaciones militares del 4F
El ex ministro de Defensa de la época, General de División (r) Fernando Ochoa Antich relata que, durante el golpe de Estado fallido, Hugo Chávez se rindió sin disparar siquiera un tiro, mientras que sus subalternos sí combatieron. Además, Chávez no siguió la orden de operaciones, saliéndose del plan acordado con el resto de los comandantes. Un error fatídico.
Según el General de División, Chávez se desvió de la ruta preestablecida, no apoyó con sus unidades la toma de la Casona y, sin avisar a sus compañeros, se refugió en el Museo Militar, conocido ahora como el Cuartel de la Montaña, para después rendirse sin combatir. Una actuación deshonrosa para cualquier oficial.
Aunque el discurso político chavista ha mantenido la idea de que son “invencibles" ese razonamiento omite, entre otras cosas, el 4 de febrero, día en el que cayeron por el peso de sus propios errores.
Por otra parte, más allá del desatino, la gran fortuna de los militares golpistas fue contar con un Estado de derecho que les garantizó el debido proceso y el respeto a su integridad. Incluso la cárcel de Yare fue remodelada para alojarlos en habitaciones privadas que incluían televisores y otras comodidades. Un retrato muy distinto a la situación actual de los presos políticos venezolanos que luchan por sus vidas entre el hacinamiento, los malos tratos y la incertidumbre.
En fin, tres décadas después del 4F, el aparato propagandístico del gobierno insiste en presentarlo como el día de la dignidad, haciendo de lado los errores que cometió Hugo Chávez durante el desarrollo de los hechos, pues se trata de una forma de reescribir la historia vistiendo de héroe a quien no lo merece.
Lo cierto es que el verdadero día de la dignidad llegará cuando no exista en nuestro país cárcel para quienes piensen distinto, ni personas desplazadas por el hambre o la violencia, ni grupos irregulares, ni poderes al servicio de un partido político.
NEHOMARIS SUCRE | @Neho_Escribe
Politóloga y militar retirada.
El Pitazo no se hace responsable ni suscribe las opiniones expresadas en este artículo.
Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas de nuestro país visitan diariamente El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para muchos de ellos somos la única fuente de noticias verificadas y libres de parcialidades políticas.
Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso creamos un programa de membresías: No cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y contribuyan con un aporte económico que es cada vez más necesario.
Forma parte de la comunidad de Superaliados o da un aporte único.
Asegura la existencia de El Pitazo con una contribución monetaria que se ajuste a tus posibilidades.
HAZTE SUPERALIADO/A
