Por: Marcos Hernández López
En las estrategias políticas y electorales se considera que “el espacio de la magia de la publicidad política no debe nunca sustituir el debate de ideas". No obstante, es significativo puntualizar que el gobierno revolucionario de Nicolás Maduro se apoya con toda intencionalidad en una utilización política de sofisticadas técnicas comunicacionales, orientadas a dos fenómenos sociales de profundas consecuencias políticas y apuntan hacia: la mediatización de la sociedad y la confusión valorativa de sus prioridades electorales. En nuestro país observamos a diario como el gobierno utiliza a un marketing político y electoral para transformar la competencia electoral en un mero espectáculo, show o como usted lo quiera llamar, lo relevante es la imagen y no las ideas. Así, el orden es susceptible de caer en la trampa de minimizar la discusión ética y se está desplazando la política hacia un espacio de sinrazones de acciones hasta llegar a la violencia en todos sus niveles.
El extinto presidente Hugo Chávez vivía en una eterna campaña electoral, incansable y le apasionaba. Sus programas dominicales eran una trinchera para la lucha política-electoral, su carisma y lo mediático se entrelazaban para comunicar sus propios imaginarios de cómo avanzar en un socialismo de modelo chavista. Aló Presidente fue su espacio no solo para hacer fallidas promesas y comunicarle proyectos, logros al pueblo venezolano, sino también era el momento de decirle Polo Patriótico y a todos los funcionarios de su gobierno cuales serían las líneas y acciones a trazar en busca de activar objetivos estratégicos para consolidar su revolución bolivariana. Evidentemente, Chávez fue un excelente comunicador y supo moverse ante los medios de comunicación para ilusionar a un país que buscaba un líder redentor. En la era de Chávez, lo mediático fue sin duda todo un aliado para mantener en sus peores momentos al proyecto del Socialismo de Siglo XXI, muchas mentiras se presentaban como verdades. En el 2012, la última campaña electoral de Chávez fue totalmente mediática, solo se presentó en 12 mítines en todo el país y los 10 millones de votos no se lograron.
En este momento histórico electoral, el gobierno continúa gravitando en el paradigma mediático, la crisis se impone. Además, por su dominio en los medios tiene toda una fortaleza relativa en la contienda proselitista con mira al 6D, sin embargo, la relevancia que posee el contenido real de la esencia de la actividad política no debe ser ignorada. Nicolás Maduro transita por una cornisa de un país ha estado sumergido en la peor crisis política, económica y social de la historia, y no le queda otra que imponer violencia, censura y el cierre de los medios que le hacen oposición. Los cierres de los medios de comunicación han dejado la cobertura cada vez más en manos de los medios controlados por el Estado, la radio y la televisión, cubriendo las actividades oficiales de Maduro mientras soslayan problemas como la incontrolada crisis económica, gasolina, gas, violaciones a los derechos humanos, crisis sanitaria, pobreza incontrolada… ¿realidad sin relevancia?
El extinto presidente Hugo Chávez vivía en una eterna campaña electoral, incansable y le apasionaba. Sus programas dominicales eran una trinchera para la lucha política-electoral, su carisma y lo mediático se entrelazaban para comunicar sus propios imaginarios de cómo avanzar en un socialismo de modelo chavista. Aló Presidente fue su espacio no solo para hacer fallidas promesas y comunicarle proyectos, logros al pueblo venezolano, sino también era el momento de decirle Polo Patriótico y a todos los funcionarios de su gobierno cuales serían las líneas y acciones a trazar en busca de activar objetivos estratégicos para consolidar su revolución bolivariana
Marcos Hernández López
Los medios televisivos del Estado venezolano con sus estratégicas propagandas electoreras nos han llevado malinterpretar la verdadera función de la comunicación política moderna, cuyo objetivo difiere de reemplazar ideas por imágenes. Por el contrario, su verdadero objetivo es poner las imágenes al servicio de las ideas. Por ello, es necesario advertir a los que tienen intenciones de ir a votar 6D acerca de los peligros que una visión distorsionada de la política electoral se encauce hacia modelos de la perversidad, mentiras y terrorismo psicológico… presente el fantasma del fraude electoral.
En síntesis, ante la pandemia, Maduro necesitará más estrategia mediática para llegar con su mensaje a su capital electoral chavista; no es tarea fácil, los mejores tiempos de la revolución son historia. La existencia de fisuras e incumplimientos políticos administrativos condujo a la división en el Polo Patriótico, esta alianza ya no existe, el otrora comando de la revolución feneció por sus contradicciones, posturas y resultados. El PCV, PPT, Tupamaros, Redes, entre otros partidos andan rebeldes con causa contra Maduro, esta realidad incomoda al Psuv que ahora no puede hablar que van a una elección con una alianza perfecta de partidos revolucionarios con conexión en los sectores populares. Bien o mal estas organizaciones tienen un pequeño capital electoral que de alguna manera sus votos servían para ganar cualquier circuito por pequeñas brechas. Esta situación de división en el Polo Patriótico seguramente llevará al comando Psuv hacer reconfigurados constructos electorales más exigentes apuntalados en la estrategia mediática con una mayor dosis de populismo. Bienvenida la rediseñada campaña electoral mediática… Maduro el desafiante se atreve hacer las reuniones del comando político del PSUV en cadena nacional y el CNE ciego y mudo.
MARCOS HERNÁNDEZ LÓPEZ | @Hercon44
Sociólogo, docente universitario | PhD Gestión de Procesos | CEO Consultora Estudios de Opinión
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