Por: Nehomaris Sucre
En Venezuela con la crisis económica surgió un mundo paralelo donde las personas pueden acceder a recursos escasos, entre ellos la gasolina, a través de mecanismos ilegales. Con el paso del tiempo se ha ido revelando cómo los militares tienen un rol clave dentro del mercado negro de combustible.
Hace dos años detuvieron a 8 uniformados en Bolívar por recibir pago en oro a cambio de cisternas de combustible. Los funcionarios proveían gasolina a delincuentes quienes a su vez la revendían en distintos lugares del estado.
Recientemente, en abril, la Dgcim detuvo a un comandante de la Guardia Nacional junto a otras personas por traficar combustible en el estado Zulia. Los implicados usaban huellas dactilares de terceros para enmascarar la venta gasolina y diésel a una empresa de producción avícola.
Otra forma de corrupción denunciada por ciudadanos es que militares cobran por dar lugares preferenciales en las colas de las gasolineras. Como señala Mercedes de Freitas, directora de Transparencia Venezuela, así comienza el mercado negro y la gasolina termina convirtiéndose en un negocio militar.
Estos casos se propagan de distintas maneras en todo el país, evidenciando no solo el abismo de la crisis económica, sino la debacle moral que experimenta la fuerza armada.
Es indiscutible que el gobierno le asignó a la Fanb una cuota importante de control en las distintas etapas de comercialización de estos productos. Esto ha mantenido a los militares “ocupados" y se convirtió en el caldo de cultivo para hechos de corrupción.
Hace un par de semanas diputados del Consejo Legislativo de Zulia pautaron reuniones con los efectivos de fuerza armada para solventar la problemática en la entidad fronteriza. La decisión la tomaron después discutir un informe sobre la crisis del combustible en ese estado, donde las personas se mantienen hasta un día en cola para comprar gasolina.
La crisis del combustible en perspectiva
Desde la década de 1970, gracias a que la venta de la gasolina se concentró en manos del Estado, en Venezuela era posible llenar el tanque por precios tan bajos que cada litro terminaba siendo casi gratuito. Actualmente, los precios son en dólares, a las refinerías llega crudo de origen iraní y son también los iraníes quienes suscribieron con Pdvsa un contrato de 110 millones de euros para reactivar la refinería El Palito. Atrás quedó el discurso chavista de la soberanía de petrolera y otras retóricas.
También quedaron atrás los acuerdos de cooperación energética en el marco del polémico Petrocaribe, con el que Hugo Chávez vendió combustible por bajísimos precios a islas del Caribe. Transitamos el camino destructivo de dar hidrocarburos casi regalados a islas vecinas a tener que importarlos desde Irán, un país del Medio Oriente.
A partir del 30 de mayo se comenzó a cobrar el gasoil a precio internacional, pasando a costar 0,50 centavos de dólar por litro. En algunos estados quedaron muy pocas estaciones de servicio subsidiadas, como por ejemplo en Falcón donde ahora solo hay dos de estas estaciones. Esto sin duda puede derivar en un nuevo terreno fértil para la corrupción.
NEHOMARIS SUCRE | @Neho_Escribe
Politóloga y militar retirada.
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