EN
Maturín.- Las fallas en el suministro de agua potable marcaron el inicio de las dos semanas de cuarentena radical en Maturín. Este lunes, 22 de marzo, habitantes de cinco parroquias de la capital de Monagas denunciaron a El Pitazo que el servicio les fue suspendido hace siete días.
En sectores de las parroquias La Pica, Boquerón, Las Cocuizas, San Simón y Los Godos, los habitantes compran agua potable en botellones para su consumo. De manera interdiaria pagan entre 20.000 y 30.000 bolívares. Pero también hay quienes caminan hasta otras casas donde tienen pozos para surtirse. «Los vecinos nos prestan las mangueras y así vamos llenando los envases», dijo Lucía Gómez, habitante de Negro Primero.
En la calle 2 de Negro Primero sí recibieron agua. Adolfo Ortuño, residente, dijo que llegó temprano y que pudieron abastecerse. Pero Osmarys Brito, habitante de la prolongación de la carrera dos en el mismo sector, dijo que no les llegó.
LEE TAMBIÉN
Monagas | 146 personas reciben asistencia médica en Caño Los Becerros
Ada Vásquez vive en el sector El Paraíso y mencionó que la ausencia del servicio les restringe las labores del hogar y, al mismo tiempo, les impide cumplir con las medidas de bioseguridad para protegerse del virus. Pero en esa zona sí hay otras comunidades donde el agua llegó después de siete días. «A veces viene y se va al rato. No tenemos hora fija de que llegue», afirmó Josefina Rodríguez.
El Pitazo intentó establecer comunicación con la directiva de Aguas de Monagas para conocer a qué se debe la falla. Sin embargo, ninguna autoridad respondió el llamado. El pasado 19 de marzo, la presidenta de la hidrológica, Darquis Barreto, informó a través de Twitter que arrancaron la planta luego de comprobar que la turbidez bajó.
Este 21 de marzo, las autoridades del gobierno de Nicolás Maduro anunciaron que Monagas era el tercer estado con más contagios y que tenía registros de casos con la variante brasilera del coronavirus. La semana pasada, la autoridad de Salud, María Solarte, dijo que la crecida de los casos era exponencial y que al menos 248 personas son tratadas en casa.
