Por Julio Marcano*
Barcelona.- Dos buzos en Anzoátegui desaparecieron mientras realizaban maniobras de inspección subacuática en un buque petrolero. El hecho ocurrió la noche del sábado 4 de marzo. El cuerpo de uno de ellos apareció, pero el del otro no. ¿Qué causó el accidente? El Pitazo consultó con un experto las posibles causas.
En principio, el accidente ocurrió cuando los submarinistas se sumergieron con equipos de buceo no adecuados para la operación, según el protocolo de seguridad explicado por un experto en la materia.
Pedro González es propietario de una empresa de servicios marítimos en Anzoátegui. Al manejar el caso, contó vía telefónica, el lunes 6 de marzo, cómo transcurrieron los hechos. Aseguró que ambos buzos eran personal altamente calificado. Pero las condiciones del oleaje les dificultaron las maniobras.
Según González, los buzos Jackson Meza y Liam Marcano ingresaron al agua cerca de las 7:00 p.m. del sábado 4. Luego de la inmersión no volvieron a ser vistos. Pasados 25 minutos del último avistamiento, un tercer buzo ingresa al agua para intentar ubicarlos, pero sin éxito.
“Los empezaron a buscar alrededor del barco y no los consiguen. Pensaron que habían salido ya. Y al pasar los 40 minutos ya no hay posibilidad de que tengan aire. Los buscan en los alrededores, pero tampoco los consiguen", detalla.
Cerca de las 8:00 p.m. se les notificó a las autoridades náuticas sobre el incidente. De inmediato, distintos organismos de seguridad como el Comando de Vigilancia Costera de la Guardia Nacional Bolivariana y empresas operadoras se acercaron a realizar labores de búsqueda. Pese a los esfuerzos no se hallaron rastros de los submarinistas.
Causas del accidente
La inspección subacuática antinarcótica donde trabajaban los buzos en Anzoátegui era en el buque petrolero EM Longevity, con bandera de Camerún. Las dimensiones de la embarcación son de unos 338 metros de largo y 60 metros de ancho.
Según una minuta a la que tuvo acceso El Pitazo, el barco estaba fondeado a 3.5 millas náuticas al norte del Complejo Petroquímico José Antonio Anzoátegui (Jose).
Pedro González, experto en submarinismo, afirma que según el protocolo de buceo seguro, las operaciones debieron hacerse con suministro de oxígeno desde la superficie: vía cordón umbilical en vista de la profundidad en la que iban a sumergirse. Liam y Jackson se sumergieron a una profundidad de entre 23 y 24 metros, aproximadamente.
Debido a las condiciones del oleaje, ambos profesionales optaron voluntariamente por sumergirse utilizando equipo de buceo autónomo tipo Scuba (cilindros de oxígeno). Sin embargo, los cilindros de oxígeno que portaban los buzos tenían una autonomía de hasta 25 minutos; es decir, sólo tendrían oxígeno durante ese tiempo.
Últimos hallazgos
Las labores de búsqueda en las inmediaciones del buque y zonas cercanas continuaron toda la madrugada hasta las 3:00 del domingo 5 de marzo. Luego de reabastecer las embarcaciones y reanudar los trabajos, cerca de las 5:00 a.m. se encontró el equipo de buceo de Liam Marcano, pero no al buzo.
La mañana de ese día, en el fondo plano del buque, también se halló el cuerpo sin vida de Jackson Meza. Aún las autoridades trabajan para encontrar a Liam Marcano.
Se supo que Jackson Antonio Meza García tenía 43 años, era casado y deja dos hijas. Se dedicaba al buceo comercial e industrial desde hacía más de 25 años. Según allegados, en su oficio destacaba como maestro.
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La mañana del día en que desapareció, a Jackson Mesa le suspendieron una inmersión para realizar un mantenimiento a un barco en la bahía de Pozuelos. El trabajo sería ejecutado con la empresa de González. Después, aceptó la propuesta de inspección antinarcótica en otra empresa.
Por su parte, Liam Jhon Marcano Rivas (43) es bombero marino del Instituto Nacional de Espacios Acuáticos (INEA).
*Programa de Formación Nuevos Periodistas
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