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Carúpano – Vendedores informales en Carúpano, estado Sucre, protestaron nuevamente este lunes, 21 de septiembre. Durante la jornada denunciaron que tienen seis meses sin trabajar, concretamente desde que se inició la cuarentena decretada por el gobierno de Nicolás Maduro para prevenir la propagación del COVID -19. Explicaron a El Pitazo que tienen hambre y están descapitalizados.
La trabajadora informal Dargelis Millán denunció que los organismos de seguridad los tratan como unos delincuentes y que su esposo fue llevado preso durante la protesta pacífica frente a la Alcaldía del municipio Bermúdez.
«Mientras estábamos esperando a que salieran nuestros voceros de la reunión con las autoridades de la Alcaldía vino un policía municipal y la agarró con mi esposo, supuestamente por no tener tapabocas, y se lo llevó preso. Cuando yo me metí me agredió en el rostro», denunció Millán.
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Durante la concentración, funcionarios policiales con equipos antimotines se apostaron en la sede del Ayuntamiento local y cerraron el paso vehicular hacia la calle Carabobo. En total 200 vendedores informales, aproximadamente, se mantienen en la calle exigiendo el derecho al trabajo.
«Nosotros no somos ladrones y así nos quieren tratar los funcionarios policiales. Yo soy una profesional graduada y como no encontraba qué hacer, me dediqué a vender mercancía en la calle. Pero ahora si los policías nos ven en la calle trabajando nos quitan la mercancía, cuando la realidad es que hemos tenido que vender hasta nuestros electrodomésticos para poder comer», puntualizó Francys Aliendres.
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La reunión entre las autoridades y voceros de los vendedores se extendió hasta horas de la tarde. El Pitazo contactó a la vocera de los trabajadores, Liseth Totesauth, quien manifestó que no llegaron a ningún acuerdo para trabajar.
«Nosotros iremos mañana al Ministerio Público a denunciar porque nuestros hijos necesitan la alimentación y educación, y nosotros no se lo podemos dar sin dinero. Actualmente tenemos tres compañeros procesados ante la policía municipal por pedir el derecho al trabajo», concluyó Totesauth.
