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Caracas.- El interés por la lectura y la escritura se inicia desde los primeros años en el seno de la familia. Así lo señala la profesora de Lengua y Literatura, María Elena Gómez, docente jubilada de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
La docente explica las causas del alejamiento de los jóvenes por los libros: “El bajo nivel de escolaridad de los miembros de la familia no favorece la atención de la lectura y la escritura en el hogar. También influye el estilo, técnicas y métodos de enseñanza en nuestra escuela venezolana, que no estimula el desarrollo de competencias comunicativas".
Para motivar a los jóvenes a leer, la profesora Gómez, quien además es lexicógrafa (especialista en elaborar diccionarios), recomienda:
1.- Desde el nivel de Educación Inicial se debe atender la lectura como un recurso placentero para el niño y una herramienta para desarrollar las habilidades de expresión oral.
2.- En el nivel de Educación Primaria es necesario que la familia y los docentes se empeñen en formar hábitos de lectura en los niños, motivándolos y ayudándolos a seleccionar cuentos, mitos, leyendas, poesías, historietas, biografías, noticias, etc., con el fin de que el niño desarrolle habilidades para expresar por escrito sus ideas, opiniones y juicios personales. Todo esto se corresponde con tareas específicas, tanto del hogar como de la escuela.
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3.- Es importante considerar lo difícil que resulta formar hábitos de lector, si no se crea desde niño un vínculo afectivo con los libros, con los materiales impresos, desde sus primeros años; a esto se suma que si -en el hogar- no ve individuos lectores, si sus padres y familiares no leen, es muy lejana la posibilidad de despertar interés por la lectura.
4.- Hoy, más que nunca, es necesario «ganar» la voluntad de los representantes para acompañar a sus hijos en su formación como lectores; asimismo, es urgente retomar el papel de la escuela en la lectura y escritura.
5.- Seleccionar conjuntamente con los estudiantes, diversas estrategias que desarrollen el interés, tomando en consideración,-más que las edades de los niños y/o jóvenes- sus intereses personales, sus gustos, sus inclinaciones.
6.- Un niño lector será, en el futuro, un buen escritor de su pensamiento. Cuando adulto, seguramente, escribirá variados textos, siempre y cuando durante su permanencia en el sistema escolar venezolano haya estado expuesto a situaciones de aprendizaje que implican leer (comprender, interpretar, inferir, extrapolar, comparar…) y escribir (producir, crear, organizar ideas, representar gráficamente la realidad y exponer la propia visión de mundo).
7.- Se requiere un cambio radical en las estrategias utilizadas en la escuela venezolana, desde los más pequeños hasta los adultos universitarios, para asumir tareas de lectura y escritura. Este cambio es un ineludible compromiso del hogar y de la escuela, fomentar el desarrollo de habilidades comunicativas a partir de la lectura buena, libre y placentera.
8.- Es bueno tener presente que leer no solo sirve para aprender, sino que es pieza clave para la imaginación, por lo que ésta no puede constituirse; en un deber para aprender algo.
9.- Los docentes tienen que entender que no siempre es necesario elaborar un resumen del libro asignado para leer en clases. Las mejores enseñanzas de los libros van apareciendo con el tiempo, ya que no leemos para encontrar respuestas, lo hacemos para tener nuevas preguntas.
10.- Es importante redimensionar la concepción tradicional sobre los procesos de leer y escribir. En la actualidad, las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) nos facilitan hacer variadas lecturas, lo que significa un nuevo reto para los educadores que deben orientar estos procesos bajo una nueva modalidad tecnológica y enseñar a niños y jóvenes a obtener el mayor provecho de materiales escritos, libros, audiolibros, multimedia educativa, dispositivos móviles y medios audiovisuales, entre otros.
