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La Guaira.- Casi dos meses sin recibir el servicio de agua potable registran los vecinos de las calles uno, dos y tres de la urbanización Playa Grande, así como los residentes de la zona adyacente a la redoma del urbanismo varguense, ubicado en la parroquia Urimare, en el litoral central.
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La situación mantiene en alerta a quienes son víctimas de esta falla en el servicio, pues no pueden cumplir, como quisieran, las medidas de higiene previstas para enfrentar la propagación de la enfermedad del coronavirus.
«Playa Grande siempre ha habido problemas de suministro de agua potable, pero desde que inició la cuarentena la situación es insostenible. En mi edificio vivimos once familias. Hay niños y personas mayores. Tenemos ya 50 días sin recibir agua potable. Para tratar de rendir el agua, la sacamos del tanque con tobos, porque compras cisternas de 30 mil litros, cuyo precio oscila entre 30 y 40 dólares, es ya imposible», relata María Páez, vecina de la Calle 1 de Playa Grande.
Páez realizó la denuncia este sábado 2 de mayo a los integrantes del equipo de la Asociación Civil Acción Ciudadana, quienes realizan un trabajo de apoyo informativo y comunitario en el estado Vargas.
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Playa Grande es un urbanismo calificado de clase media compuesto por edificios y casas, que tuvo un desarrollo urbano desmedido, pues los terrenos privados y del Estado venezolano, fueron utilizados para el desarrollo de nuevos urbanismos de la Misión Vivienda.
«Este detalle aumentó los problemas de agua potable en la zona. Seguimos pagando las consecuencias del desarrollo urbano sin medir los impactos en los servicios públicos. En Playa Grande, en promedio, algunos sectores tienen 50 días sin agua, pero otras zonas, en las calles 10 y 11, pueden pasar hasta 4 meses sin servicio de agua potable. En cambio quienes residen en el urbanismo Hugo Chávez religiosamente reciben agua una vez a la semana. Es decir la distribución que hace Hidrocapital es injusta, pues se prefiere a quienes viven en los urbanismos de la Misión Vivienda, sobre quienes residimos en otras zonas de Playa Grande», cuenta Mairim de Monroy, vecina de Playa Grande e infociudadana de El Pitazo.
Los vecinos de Playa Grande indican que en otras ocasiones similares han debido salir a la calle a protestar para exigir que se les envíe agua potable. Sin embargo en medio de la cuarentena social, para evitar la propagación del COVID-19, han decidido organizarse en grupos pequeños y expresar su malestar en las oficinas de Hidrocapital, en demanda del servicio.
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