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La Guaira.- José Luis Rodríguez, vecino de Caraballeda, parroquia ubicada al este del estado Vargas, al referirse a la situación del Ambulatorio Carlos Soublette, que atiende a la población del casco central de la concurrida parroquia, dice que lo único que hay en el centro asistencial es acetaminofén y que los médicos no cuentan con el equipo de protección necesario.
«Si aquí llega alguien con COVID-19, se muere el paciente y se mueren los médicos y las enfermeras. Se muere el paciente porque lo único que hay para dar es un acetaminofén; las mascarillas para nebulizar se acabaron y no han sido repuestas. Y los médicos y las enfermeras, pues se protegen con lo que ellos compran o les donan, porque no les dan material para protegerse, aunque se sabe que en Caraballeda hay casos de COVID-19», aseguró Rodríguez.
El residente de Caraballeda indicó haber acudido al centro, porque se sentía con mareo y dolor de cabeza, sin embargo, no pudieron ni tomarle la tensión. «Porque el tensiómetro está malo», refirió Rodríguez.
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El varguense señaló que el ambulatorio atraviesa por un proceso de decadencia, que no solo expone a sus usuarios, sino también al personal de salud que allí labora, adscrito a la gobernación del estado Vargas.
«Es una verdadera lástima, porque este ambulatorio llegó a ser un referente. Ahora no tenemos ni ambulancia, el laboratorio no funciona y la odontología cerró. Solo hay atención para estrictas emergencias, pero si el paciente llega con síntomas de COVID-19, lo mandan corriendo para algún CDI o para el Seguro Social de La Guaira, porque aquí no hay cómo responder», contó también la vecina de la localidad, Ramona Rojas.
El Pitazo solicitó información sobre la situación del ambulatorio de Caraballeda ante el Estado Mayor de Salud de Vargas y no se recibió respuesta.
