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El año 2020 cerró con una amenaza latente para los electrodomésticos de los habitantes de la UD7 de la comunidad de Ruiz Pineda, parroquia Caricuao, por el incidente de la explosión de las tanquillas de gas, ocurrido el 31 de diciembre, que afectó considerablemente la subestación eléctrica ubicada al lado del Hospital Materno Infantil. Desde esa fecha, casi todos los días, el servicio eléctrico les falla.
Carla Mena, del bloque 12 de la UD7 de la parroquia caraqueña, indicó que la situación ha sido toda una calamidad. «En la casa nos quedamos sin televisor y sin nevera en una semana. El servicio de Aba lo pagamos y no sabemos para qué, porque siempre estamos sin internet, se estabiliza un poco a las horas que llega la luz».
La habitante de la UD7 consultada dijo que poco se sabe de esta falla. «Por las redes comentan que el problema es en la subestación eléctrica de Ruiz Pineda, que los técnicos necesitan cambiar un equipo dañado, pero la verdad es que Corpoelec no nos informa de este problema que nos tiene en zozobra».
Ramiro Duarte, habitante del bloque 15 de la UD7, sostuvo que es injusto pagar por un servicio que cada día es peor. «Los que trabajamos en casa necesitamos tener la conexión Aba activa, y es lo que menos disfrutamos; aumentaron el costo del servicio pero no, lo propio es que lo mejoren. Y ni hablar del aumento del servicio de electricidad para los condominios».
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Maria Teresa Clemente, habitante de la UV9 de Caricuao, dijo que los servicios públicos en todo Caricuao son cada día más deficientes. «A una amiga que vive en la UD2 se le dañó el microondas y nadie responde por esto. En este sector tenemos dos años sin servicio de recolección de basura».
«Seguimos solos»
Betty Méndez, habitante de Ruiz Pineda, señala que es lamentable la situación que padece esta comunidad, ya que no existe un poder local que concrete una solución al respecto. «A mi computadora se le quemó la fuente de poder, ya que la luz nos falla más de tres veces en un día. No tenemos nadie que vea estos casos. Las comunas aquí sólo están pendientes de las bolsas Clap».
Carlos Pérez coincide con su vecina Betty Méndez, explica que por las fallas sostenidas de los distintos servicios públicos en la parroquia Caricuao sus habitantes no cuentan con ninguna calidad de vida.
«Aquí no sólo tenemos problema con la electricidad, aquí ves la basura en la calle porque no hay contenedor, el agua cada día llega menos por los problemas de presión. La falta de alumbrado público es asombrosa. Me toca trabajar en la casa por el tema de la pandemia y es todo un lío porque nunca tenemos conexión Aba», dijo Pérez.
Las fallas eléctricas también afectan a los habitantes de Las Adjuntas, justo desde el 31 de diciembre de 2020, así lo refirió a El Pitazo en la Calle, Ana Castro. «Desde la explosión de las tanquillas de gas que comenzó aquí y terminó en Caricuao esto es un caos, ya es como es una lotería contar con el servicio».
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Castro relató que le costó mucho comprar un televisor pequeño para el cuarto de su hijo menor hace tres años, para perderlo en una de esas fallas del servicio. «No prendió más el televisor, no sabemos que se le quemó, allí está sirviendo de mesita de noche. No creo que esta gente que gobierna se preocupe por esto, creo que desde hace rato estamos solos».
El comité de afectados por apagones, presidido por Aixa López, ha registrado 156 mil 380 electrodomésticos dañados en todo el país desde 2018 hasta 2020. López indicó que según la Ley Orgánica del Sector Eléctrico, le toca al Ministerio de Energía Eléctrica responder por estos daños.
