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Zulia.- Vecinos de las parroquias El Bajo, San Francisco y Domitila Flores, del municipio San Francisco en el estado Zulia, denuncian que hay comerciantes que venden víveres y que permiten que se los compren a través del sistema Biopago pero a precios que están hasta 90.000 bolívares por encima en comparación con otros comercios.
Esto pasa con productos como el kilo de azúcar, el café, la harina precocida, la margarina, el aceite y el pollo entero. Todos estos productos hay que pagarlos con precios inflados para que les permitan a los usuarios cancelar con el biopago.
En estos sectores del municipio San Francisco la gente opta por este pago porque no tienen tarjeta de débito y por la cuarentena no puden sacar dinero de los bancos.
Pese a que en algunos comercios del municipio los clientes hacen colas desde las 6:30 am, muchos regresan con las manos vacías por los problemas con el Biopago. “No tenemos tarjeta de débito y hay que esperar hasta que lea la huella, porque si nos vamos pasamos más hambre", dijo una de las clientas de un establecimiento en el municipio sureño, este 20 de julio.
Los usuarios no quiere denunciar con nombre y apellido, temen que haya reacciones en su contra. Una persona comentó: “hay gente que se acuesta sin comer porque no les lee la huella y no pueden comprar»
En los sectores de San Francisco, hay usuarios que transfiere sus bonos a la cuenta bancaria de los dueños de los negocios. La idea es tener como comprar la comida, pero el proceso también es lento, el depósito de un banco a otro banco distinto tarda hasta tres días. “A veces no podemos esperar tanto", dijo una mujer del lugar.
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Aprovecharon para reclamar que los bonos del gobierno de Nicolás Maduro apenas les alcanzan para pagar por dos productos. Regularmente compran un paquete de harina, un kilo de arroz, un kilo de azúcar, algunos plátanos y panes.
Un habitante del sector El Paraíso, José Escalante, contó: “Compré 200.000 bolívares de queso y me dieron un pedacito tan pequeño que lo que me provocó fue sentarme a llorar. Eso es lo que teníamos para cenar y hubo que rendirlo para que los muchachos no se acostaran sin comer"
Con información de Francisco Rincón
