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Este 5 de enero inicia el período anual de sesiones ordinarias 2020-2021 de la Asamblea Nacional, en el cual se deberá elegir a los diputados que conformarán su Junta Directiva, conformada por el presidente y primer y segundo vicepresidentes, además del secretario y subsecretario, siendo estos últimos escogidos fuera del seno del parlamento.
La elección del presidente del órgano del Poder Legislativo es de suma importancia no solo por ser quien lleva la batuta de cada sesión parlamentaria y dirige los debates, entre otras atribuciones, sino además por ser el segundo dentro de la sucesión presidencial después del Presidente y vicepresidente Ejecutivos, pudiendo asumir de forma encargada las riendas de la República en caso de producirse un vacío en el poder.
Tal es el caso actual, donde la AN ha declarado la vacancia del cargo al considerar como ilegítimas las elecciones presidenciales de 2018. En enero de 2019, el presidente del parlamento, Juan Guaidó, se juramentó para asumir el mandato interino del país a pesar de que el poder de facto continúa en manos de Nicolás Maduro, quien asegura haber sido reelecto hasta 2024 y es acusado por el Legislativo y varias organizaciones internacionales de usurpar el cargo.
La actual directiva de la AN está encabezada por Guaidó como presidente y encargado de la República, con los diputados Edgar Zambrano como primer vicepresidente y Stalin González como segundo; Edison Ferrer como secretario y José Luis Cartaya como subsecretario. Guaidó aspira este domingo a ser reelecto como parte de la estrategia para preservar el trabajo del gobierno interino y mantener la agenda política con miras a lograr, ahora en 2020, el cese de la usurpación de Maduro y las elecciones libres. Sin embargo, aunque la mayoría opositora de la AN aprueba al diputado varguense como líder, polémicas recientes como las acusaciones de corrupción contra la comisión de Contraloría del parlamento, la compra y persecución de legisladores en la denominada «Operación Alacrán» y conflictos internos con fracciones disidentes podrían poner en jaque las aspiraciones de la Unidad.
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A continuación algunas consideraciones para tener en cuenta de cara al proceso de elección que este domingo mantendrá en vilo a la política venezolana:
1.- De acuerdo con el Reglamento de Interior y Debate de la Asamblea Nacional (Ridan), los aspirantes a pertenecer a la Junta Directiva son postulados en plancha por sus fracciones, teniendo el día de la votación un lapso de cinco minutos para argumentar su candidatura, pudiendo ser objetada o ratificada una sola vez por el resto del Hemiciclo. Hasta el momento, los principales partidos de la Unidad han manifestado su apoyo total a la directiva actual, mientras que otras fracciones como la 16 de Julio han puesto condiciones a cambio de su voto. Aunque existen rumores de una posible postulación del diputado Timoteo Zambrano de parte de la fracción Cambiemos, no hay información oficial por parte de su partido. Igualmente, tampoco se sabe si el jefe de la fracción del Polo Patriótico, Francisco Torrealba, buscará postularse a nombre de la bancada oficialista.
2.- La Junta Directiva se elige por mayoría absoluta, es decir, la mitad más uno de los diputados presentes en la sesión, de acuerdo al artículo 89 del Ridan. Tomando en cuenta que la AN está compuesta por 167 legisladores, Guaidó necesitaría al menos 84 votos para ser ratificado como presidente, cifra que supera, al tener asegurados cerca de 92 votos de los partidos de la fracción de la Unidad, independientes y diputados del chavismo disidente. Otras fracciones como la 16-J y la alianza Cambiemos-Avanzada Progresista cuentan con cuatro diputados cada uno, mientras que en teoría el Polo Patriótico tiene 49. No obstante, el día de la votación estos números podrían variar debido a la cantidad de diputados que actualmente se encuentran exiliados o en la clandestinidad por el allanamiento arbitrario de su inmunidad, o por legisladores que abiertamente se han rebelado contra Guaidó, como Luis Parra, José Brito y José Gregorio Noriega.
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3.- A pesar del amplio respaldo que concita, la reelección de Guaidó posee algunos obstáculos en su camino. La AN ha denunciado la aplicación por parte del gobierno de Maduro de la denominada «Operación Alacrán», la cual busca comprar a diputados para que rompan el quórum o voten contra el dirigente opositor. Aún no se ha revelado públicamente qué diputados forman parte de la trama, pero en los últimos meses del 2019 partidos como Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo expulsaron de sus filas a siete diputados por hechos relacionados a corrupción. También se mantiene la persecución por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), con medidas contra Ismael León, Jorge Millán, Hernán Alemán, Carlos Lozano y Luis Stefanelli, entre otros, o la desaparición del diputado suplente Gilber Caro, cuyo curul quedará vacía por no tener otro reemplazo.
4.- Debido a la persecución política que sufre el parlamento, durante una sesión extraordinaria convocada el pasado 17 de diciembre se aprobó una modificación de los artículos 13-4, 46 y 56 del Reglamento de Interior y Debate, con el fin de permitir la intervención y votación de forma remota a través de vías digitales. Esto permitiría a más de 30 diputados que se encuentran exiliados, refugiados en embajadas o en la clandestinidad poder participar en las sesiones, aunque la medida ha recibido críticas, pues reduce el papel de los suplentes que ocupaban sus curules. La bancada chavista rechazó inmediatamente la enmienda al calificarla como trampa, y en menos de 48 horas el TSJ declaró su nulidad después de una solicitud interpuesta por el diputado de Voluntad Popular José Gregorio Noriega —expulsado del partido por traición—, acompañado por los suplentes Carlos Lozano y Jesús Gabriel Peña. A pesar de ello, la AN todavía contempla aplicar este mecanismo para la sesión del 5 de enero.
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5.- Al ganar las elecciones legislativas de 2015 con la tarjeta única de la Mesa de la Unidad Democrática, la oposición resolvió entre todos los partidos integrantes de la coalición un Acuerdo de Gobernabilidad Parlamentaria para la rotación de la Junta Directiva, de modo que su representación fuera distribuida de forma justa entre las principales fuerzas políticas de la nueva mayoría. Así, el primer ciclo legislativo estuvo presidido por el diputado Henry Ramos Allup en representación de Acción Democrática, seguido luego por Julio Borges, de Primero Justicia; Omar Barboza, de Un Nuevo Tiempo y Juan Guaidó, por Voluntad Popular. Aunque este año correspondía a un delegado de los partidos minoritarios ocupar la presidencia de la AN, por el rumbo que ha seguido la agenda política de la oposición decidieron declinar a su turno para ratificar a Guaidó, según confirmó en septiembre el diputado Carlos Berrizbeitia, al presentar una carta de respaldo firmada por 17 organizaciones entre las que figuran Proyecto Venezuela, La Causa R, Cuentas Claras y Copei-ODCA. Otros partidos creados posteriormente, como Encuentro Ciudadano, también se han manifestado a favor de la directiva actual.
6.- Guaidó sería el único presidente en ser reelecto en el tiempo que la AN lleva bajo el control de la oposición; sin embargo, fue una práctica usual durante los 15 años en los que el chavismo mantuvo mayorías casi absolutas. William Lara, primer presidente del parlamento después de la disolución del antiguo Congreso, estuvo en el cargo entre los años 2000 y 2003, mientras que Cilia Flores lo ocupó durante cinco años, entre 2006 y 2011. El último presidente de la era roja de la Asamblea, Diosdado Cabello, estuvo por cuatro años hasta la llegada de Ramos Allup en 2016.
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