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El área de Electricidad de Plan País difundió este miércoles 8 de abril un comunicado en el que, además de realizar un diagnóstico sobre la situación crítica que actualmente atraviesa el sistema eléctrico nacional, se plantearon una serie de propuestas para su recuperación en el corto, mediano y largo plazo.
En el texto, indicaron que la prioridad luego de la conformación de un eventual gobierno democrático en Venezuela será recuperar parcialmente la capacidad de generación térmica instalada en los estados Zulia, Táchira, Mérida y Trujillo, Lara y Falcón, seguido por la recuperación del sistema nacional interconectado en 785 KV, 400 KV y 230 KV.
«Al enfocarse en esos dos objetivos durante la fase de emergencia, todo el país podrá percibir una mejora significativa de la calidad del servicio eléctrico, para lo cual habrá que contar con el apoyo técnico y financiero internacional, como parte del Plan Nacional de Recuperación de Venezuela», señala.
Durante la etapa de emergencia, acotaron que se centrarán los esfuerzos en asegurar el suministro eléctrico y otros servicios básicos en los hospitales y centros de salud más importantes del país, como parte del Plan José María Vargas, diseñado por el gobierno interino de Juan Guaidó para atender la pandemia de COVID-19 en el país.
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Parte de las propuestas que planteó la mesa técnica del Plan País incluye recuperar y mantener las plantas eléctricas de emergencia en los hospitales y garantizar el suministro de combustible, así como dar mantenimiento a todas las subestaciones y circuitos eléctricos que abastecen con electricidad a los hospitales más importantes del país y a los sistemas de telefonía, internet y centrales privadas.
Otras acciones planteadas serían la creación de un plan de inversiones para recuperar algunas de las unidades de generación indisponibles de Guri, Macagua y Caruachi, modernizar los sistemas de transmisión en 115 KV, 230 KV y 400 KV en el occidente y los Andes, y recuperación de los sistemas de distribución, así como la modificación del marco legal para incluir al sector privado y nuevas tecnologías en la generación, transmisión, distribución y comercialización del servicio.
«La compleja y trágica problemática de los servicios públicos no puede atenderse de manera aislada. Tampoco los venezolanos pueden enfrentarla solos. La nación demanda un programa de apoyo financiero y técnico internacional para enfrentar la emergencia y, luego, recuperar la infraestructura productiva e institucional del país, destruida durante estos 20 años», agrega.
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