A Elsy Karina García le diagnosticaron cáncer de mama en 2022 y para 2023 ya su cuerpo no tenía células cancerígenas activas. Desde que su médico le dio esta buena noticia decidió buscar trabajo para costear sus consultas y exámenes médicos posteriores a la enfermedad. Son múltiples las síntesis curriculares que ha entregado y de ninguna empresa la han llamado

«Me voy a morir», fue el primer pensamiento que llegó a la mente de Elsy Karina García cuando le diagnosticaron cáncer de mama en enero de 2022. Asegura que es inevitable asumir esta noticia como una condena de muerte, pero un año después de luchar contra la enfermedad y de estar sana, expresa que la mayor sentencia que le dejó es tener que enfrentar obstáculos para conseguir trabajo siendo paciente oncológica.

En menos de un año perdió la cuenta de la cantidad de síntesis curriculares que ha enviado a distintas empresas en Caracas, pero recuerda que acudió, al menos, a 10 entrevistas de trabajo y en ninguna fue aceptada. No encontrar empleo hace que esta mujer de 45 años pierda las esperanzas de recuperar la normalidad de su vida.

García vivió en el estado Lara y se graduó en Recursos Humanos, pero no ejerció porque se mudó a la capital venezolana y se desempeñó en otras áreas laborales. Su último empleo antes de la enfermedad fue como cajera en un centro de distribución de anuncios, material POP y coleccionables en un medio de comunicación.


El cáncer me dejó una sentencia porque ahora me enfrento a muchas trabas para recuperar por completo la normalidad de mi vida

Elsy García, paciente oncológica

«A veces siento que el cáncer me dejó una sentencia, no de muerte gracias a Dios, pero sí me dejó una sentencia porque ahora me enfrento a muchas trabas para recuperar por completo la normalidad de mi vida y sentirme completamente funcional», cuenta García en entrevista con el equipo de El Pitazo.

Elsy es en este momento una paciente en remisión, es decir que su cuerpo no tiene células cancerígenas activas. Sin embargo, requiere de estudios y chequeos médicos cada seis meses para descartar alguna anomalía.

Cuando asiste a una entrevista de trabajo suministra esta información y ahora se cuestiona si esto ha sido una mala idea. Considera que hablar de sus antecedentes médicos es indispensable para las empresas pero ahora siente que hablar de su enfermedad espanta a los empleadores.

Su entrevista más reciente fue en una cadena de supermercados y decidió no hablar del cáncer. Quedó seleccionada en ese primer momento y la llamaron para una segunda entrevista, en la que sí explicó su enfermedad y que cada seis meses iba a requerir un día libre para asistir a consultas médicas. Inmediatamente sintió el rechazo de la persona que la entrevistó, quedaron en llamarla y no lo hicieron.


Yo quiero que los pacientes no solo tengan un ingreso, sino una ocupación

Yasmira Muro, miembro de Senos Ayuda

Una constante lucha

García explica que desde el momento en el que a un paciente le diagnostican cáncer, vive en una constante lucha por el factor económico y emocional. Luego de superar la enfermedad, su sueño es retomar una vida normal en la que pueda levantarse, ir a trabajar y atender a su familia.

El cáncer de mama sigue siendo la principal causa de muerte oncológica en las mujeres venezolanas. Se calcula que la mortalidad femenina por esta enfermedad llegó a 3.515 personas durante 2023, con una incidencia de 8.691 casos, según los datos de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV).


Es desagradable que no nos den la oportunidad de trabajar para sentirnos seres humanos otra vez

Elsy García, paciente oncológica

«Es desagradable que no nos den la oportunidad de trabajar para sentirnos seres humanos otra vez. Cuando batallas contra el cáncer pierdes tu identidad y te sientes disminuida. Le hacen las cosas más difíciles a uno y eso no debería ser», lamenta.

Está convencida de que una persona no deja de ser productiva o de hacer bien su trabajo por tener alguna patología. Indica que así como ella hay compañeras que pasan por lo mismo.

El equipo de El Pitazo conversó con otras tres personas que relatan la misma situación de Elsy García y señalan que los pacientes oncológicos y con otras enfermedades en el país se enfrentan a múltiples limitaciones para atender sus condiciones de salud, especialmente al momento de conseguir un empleo.

Elsy García decidió buscar empleo porque tanto ella como sus familiares no contaban con los recursos económicos para atender las necesidades médicas y gastos del hogar. En medio de la enfermedad, su esposo quedó sin trabajo y su hija se dedicaba a estudiar en la universidad.

Aunque resuelven gastos puntuales se les hace cuesta arriba costear tratamientos y alimentación. Cuenta con las remesas que le envía su madre desde el extranjero y con los trabajos por contrato que hace su pareja, pero no es algo fijo.


Las empresas no están obligadas a contratar a personas con patologías preexistentes

Vestalia Tovar, abogada

«Después de que uno pasa todo el proceso, igual hay gastos que quedan porque uno sigue con los controles y exámenes. La situación económica en general se hizo tan difícil que las personas dejaron de colaborar como en un principio. Me las ingeniaba para que nada me faltara», precisa García, quien al comienzo de su enfermedad recibió ayuda de fundaciones y familiares.

A la fecha necesita un bloqueador hormonal que debe tomar por cinco años. Este fármaco lo retira cada mes en las Farmacias de Alto Costo o los recibe por donación, porque no puede pagarlo. El precio del medicamento es de 30 dólares que, en la mayoría de los casos, no los tiene.

La edad y la enfermedad: una limitante

Cuando comenzó a buscar trabajo sabía que se enfrentaba a una limitante: la edad, pues, aseguró que en Venezuela, una persona de 45 años «es considerada vieja en el campo laboral». Sin embargo, acudió a varias entrevistas y fue aceptada en una empresa en septiembre de 2023, pero en enero de 2024 no le renovaron el contrato.

Aunque no hubo una explicación precisa sobre su despido, sospecha que se debe a que faltó a su trabajo en ocasiones para asistir a consultas médicas. El argumento para no renovarle el contrato fue que la empresa no contaba con los recursos para cubrir su salario, pero está segura de que solo fue una excusa.

«Mi jefa siempre supo mi antecedente y con ella fui muy sincera. Me sentí súper mal porque no lo hablaron conmigo a tiempo y esperaron un viernes a mi hora de salida para notificarme. Ni siquiera pude despedirme de mis compañeros de trabajo y sentí que me iba como una ladrona», relata García.


La situación económica en general se hizo tan difícil que las personas dejaron de colaborar como en un principio

Elsy García, paciente oncológica

Pensó en denunciar su situación porque observó varias irregularidades en su caso, pero prefirió no hacerlo y seguir adelante. «No valía la pena desgastar mi energía en eso porque mi salud y tranquilidad son primordiales», agrega.

Desde ese despido en enero de 2024 continuó buscando empleo desde distintos portales digitales, aplicaciones móviles, grupos de WhatsApp, entre otros, pero no ha tenido suerte.

«La edad no me ayuda mucho, pero cuando logro que no sea un obstáculo el decir que fui paciente oncológico sí lo es», cuenta la paciente oncológica.

De los aspectos más difíciles a enfrentar y manejar es el psicológico, considera Elsy. Quedarse sin sus dos senos y no tener cabello la afectó mucho, sobre todo cuando caminaba por las calles y veía a otras mujeres maquilladas y arregladas para irse a sus trabajos. Su deseo era ser una de ellas.

Una oportunidad que motiva

En medio de las dificultades que enfrentan las pacientes oncológicas para reinsertarse al campo laboral, Yasmira Muro, miembro de la organización Senos Ayuda, pensó en un proyecto que busca motivar a estas mujeres a tener una ocupación y su propio sustento.

Se trata de un plan que está en proceso de evaluación y que consiste en una plataforma digital que muestre el talento de cada paciente y especialmente a las que se encuentran lidiando con la enfermedad.

«Yo quiero que los pacientes no solo tengan un ingreso, sino una ocupación porque siento que la parte emocional juega un papel importante para estos pacientes. Con la directiva de la fundación ya hice esa alianza y está en proceso de revisión», puntualiza Muro.


Veo que sigue pasando el tiempo y no se está tomando en cuenta esa parte tan sensible y vulnerable de los pacientes

Yasmira Muro, miembro de Senos Ayuda

Mediante esta plataforma las participantes podrán mostrar sus emprendimientos y así reinsertarse en el campo laboral con un trabajo propio que les permita tener recursos económicos para costear medicamentos y exámenes médicos en medio de la enfermedad.

Yasmira Muro prestó sus servicios en Atención al Paciente en SenosAyuda, pero con el pasar de los días observó las limitantes a las que se enfrentan para tener un ingreso económico. Esto la motivó a ejecutar un proyecto en corto tiempo que permita atender esta necesidad.

«Veo que sigue pasando el tiempo y no se está tomando en cuenta esa parte tan sensible y vulnerable de los pacientes. Eso me motivó a salirme de atención al paciente para dedicarme de lleno al proyecto», agrega.

Empresas no están obligadas a contratar

Aunque la situación de Elsy García es la misma realidad que atraviesan cientos de personas en el país, la abogada Vestalia Tovar puntualiza que las empresas pueden asumir costos en caso de enfermedad sobrevenida en trabajadores que ya tienen un tiempo determinado en la institución, pero no están obligadas a contratar a personas con patologías preexistentes.

En ese sentido, dijo que si una persona revela en su ficha laboral que tiene cáncer antes de ser contratada, la empresa puede negarle el empleo, aunque va en contra del principio de igualdad, reflejado en el artículo 21 de la Constitución, el cual establece que no se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo o la condición social.


La edad no me ayuda mucho, pero cuando logro que no sea un obstáculo, el decir que fui paciente oncológico sí lo es

Elsy García, paciente oncológica

La abogada recomienda a los pacientes que necesitan reinsertarse al mercado laboral, mostrar sus habilidades en determinado cargo y ofrecer servicios por honorarios profesionales. De esa manera, quedan excluidos todos los beneficios socioeconómicos al momento de presentarse una recaída y, por lo tanto, la empresa no asume la responsabilidad desde el punto de vista médico

En caso de que una persona sea despedida de manera injusta de su trabajo debido a una enfermedad como el cáncer, precisó que debe ampararse ante la Inspectoría del Trabajo ya que sus derechos constitucionales, como el derecho a la vida, a la salud y al trabajo, están protegidos por la ley. Dijo que es importante seguir los procedimientos legales establecidos en caso de despido injustificado.

Luego de recibir el rechazo en las empresas se siente llena de frustración y tristeza. Después de ser una persona activa, su vida cambió de la noche a la mañana. Ahora está en un dilema: ocultar su realidad o hablar de su antecedente médico. Cree que no decirlo es engañarse a sí misma.

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