Caracas.- “Que se estaban drogando”, así cuenta una de las madres de los dos niños de 14 años que se ahogaron el pasado sábado 14 de septiembre en la piscina olímpica del Club Social de la Guardia Nacional, en El Paraíso, Caracas.
Familiares de Keiber Daniel Porras Sotillo, de 14 años y de Itsjhaq yehoshua Aponte Ortiz, también de la misma edad, cuentan cómo sus hijos se ahogaron en la piscina del componente militar y “nadie sabe nada, ni nadie responde”, como enunció la madre de uno de ellos, mientras esperaba la entrega de su cadáver en la medicatura forense de Bello Monte.
La tarde del pasado 14 de septiembre, Keiber, Itsjhaq y otro adolescente de 16 años, residentes del bloque 18 de Casalta 3, parroquia Sucre, decidieron ir a la piscina. Tomaron la iniciativa de ir al Club de la Guardia. Uno de ellos sí dijo para donde iba, pues fue y le pidió efectivo a su mamá quien se ganaba la vida como comerciante informal en el bulevar de Catia, pero la familia de Keiber lo hacía comprando verduras y huevos, acción que le encomendó su abuelo cuando le dio su tarjeta.
Los tres adolescentes tomaron rumbo a El Paraíso, se fueron, según el niño que quedó vivo, en una camioneta por puesto. Llegaron al Club, y los funcionarios que resguardan la entrada del recinto les pidieron los 14.000 bolívares de la entrada, no les exigieron carnet como años atrás, cuando el acceso a este sitio de esparcimiento estaba permitido para funcionarios militares y afiliados.
Los niños pasaron al Club y horas después el cuerpo de Keiber se encontraba en el Hospital Miguel Pérez Carreño y el de Itsjhaq estaba en la Policlínica Cabisoguarnac en El Paraíso, ambos sin vida. Por su parte, el mayor de los tres se había ido hasta a Catia 16 años narrándole a una de las madres como su hijo se había ahogado en la piscina y no se enteró en qué momento.
“El muchacho de 16 años nos dijo que le pidió a los guardias que llamaran por los parlantes a mi nieto, porque no lo conseguía. Para él, ellos estaban perdidos. No ahogados”, dijo la abuela de Keiber quien lo fue a buscar al Hospital Pérez Carreño y lo encontró hinchado, con la piel blanca y las fosas nasales tapadas con secreción. La mujer alcanzó a darle un beso en la frente a su nieto, cuyas últimas palabras para él fueron: “Doy gracias a Dios por esos 14 años vividos”
La versión que le dieron los funcionarios de la Guardia Nacional a los deudos, es que los adolescentes estaban bajo los efectos de la droga y perdieron el conocimiento, también indicaron que una joven que nadaba tocó un cuerpo cuando tocó el fondo de la piscina, esto a pesar que los cuerpos cuando tienen agua en los pulmones flotan.
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Familiares indicaron que las versiones que dieron los efectivos los deja “malparados”, pues si tenían drogas cómo no se las decomisaron y la de cómo los cuerpos iban a estar en el piso de la piscina y no habían sido vistos. Dicen que esperan que se haga justicia, se indique en qué contexto murieron, y que el recinto de esparcimiento sea más restrictivo y exigente con quien desee ingresar a él.
Keiber en este nuevo año académico iba a iniciar el tercer año de bachillerato en un liceo de Casalta 3. Itsjhaq también empezaría el mismo nivel académico, pero en un liceo de Propatria, ubicado en la misma parroquia.
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