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El cuerpo del sacerdote, Jesús Manuel Rondón de 47 años, quien era capellán del convento de clausura de las hermanas Carmelitas Descalzas, fue encontrado en estado de descomposición en el sector La Escalera, de El Campanario en La Palmita – Rubio, municipio Junín de la frontera tachirense, pasadas las 4 de la tarde de este 21 de enero.
Los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas –Cicpc– subdelegación Rubio realizaron la detención de un joven de 17 años, de quien se presume fue quien lo raptó para robarle la camioneta y posteriormente lo asesinó.
La desaparición de Rondón fue un hecho extraño en el monasterio de donde era guía espiritual, pues nunca se había ausentado de dar la eucaristía, ni dormido fuera de su residencia o dejado de guardar la camioneta en casa de sus familiares. Por ello el obispo Mario Moronta realizó la alerta ante las autoridades competentes sobre la ausencia del sacerdote y el pasado jueves el Cicpc San Cristóbal había enviado una división especial para este caso.
El móvil manejado por el Cicpc es robo y luego de la detención del menor de edad, los uniformados encontraron los lentes del sacerdote, la billetera con sus documentos personales, la ropa y celular de la víctima.
Se pudo conocer que los restos del religioso serán trasladados directamente a la morgue del cementerio municipal de San Cristóbal, donde le darán cristiana sepultura.
Ante lo ocurrido el cardenal Baltazar Porras expresó el duelo en la Iglesia venezolana, especialmente en la del estado Táchira, representada por monseñor Mario Moronta «por la trágica pérdida del joven sacerdote andino».
El equipo de El Pitazo trató de contactar al obispo Mario Moronta para conocer de los detalles sobre las exequias, sin lograr comunicación con el pastor diocesano.
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