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Carora.- Un niño de un año murió deshidratado este viernes 3 de abril en el municipio Torres, estado Lara, al no poder ser trasladado del caserío Puricaure al Hospital Pastor Oropeza Riera de Carora.
Según el Diario El Informante, la madre del niño pasó 24 horas buscando un vehículo con gasolina para llevar al niño al centro asistencial ubicado a más de 50 kilómetros de distancia.
“Murió un niño de Puricaure deshidratado porque no podían llevarlo a Carora debido a la falta de ambulancias y gasolina. Un jeep de la Guardia Nacional iba pasando por el caserío y lo trajo, pero ingresó al hospital sin signos vitales", declaró a El Pitazo el dirigente de Voluntad Popular, Jesús Guillermo Gómez.
Denunció que la red de salud pública de Torres solo cuenta con dos ambulancias que limitan sus recorridos a la ciudad por fallas mecánicas y los vehículos oficiales destinados para las emergencias están fuera de servicio porque no tienen gasolina.
Luego del decreto de cuarentena para evitar la propagación de COVID-19, se agudizó la escasez de combustible en el municipio foráneo.
“Las unidades del Cuerpo de Bomberos de Carora no tienen combustible, hay médicos con sus carros varados porque no les han suministrado gasolina", sostuvo Gómez.
También indicó que ya han recibido denuncias de personas a las cuales le negaron el traslado gratuito en las ambulancias y se agravaron por falta de atención médica. “Es gravísimo. Nuestro municipio pasó de tener veinticinco a solo dos ambulancias operativas", agregó.
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Sin ambulancias ni médicos
Una señora residenciada en las inmediaciones del terminal Carora caminó 15 cuadras hasta el Centro Diagnóstico Integral (CDI) más cercano porque tenía dolor de estómago. La hidrataron y dieron de alta, pero el malestar continúo.
“Mis vecinos me llamaron en la madrugada –del primero de abril– porque mi mamá estaba débil, con dolor de estómago y sola con mi abuelo de ochenta años. Me comuniqué con el Cuerpo de Bomberos y me dijeron que no tenían gasolina para buscar a mi mamá. En la mañana, llamé a la Guardia Nacional y me ofrecieron el traslado pero debía esperar que la patrulla llegara de un caserío, pasaron cuatro horas y mi mamá se desmayó. Un amigo que estaba fuera de Carora buscó a mi mamá y con ayuda de un vecino la llevó al hospital", relató su hija en condición de anonimato.
La señora pasó más de una hora tendida en una camilla sin ser evaluada por un médico. Cuando los acompañantes preguntaron por qué no la evaluaban ni daban tratamiento, el personal alegó que no estaban recibiendo emergencias de medicina general por tratarse de un centro centinela para tratar casos sospechosos de COVID-19 y la refirieron a una consulta privada
“Dijeron que la única opción era viajar hasta Barquisimeto o una clínica. Mi mamá terminó haciéndose un eco en una consulta privada y auxiliada por una vecina que le inyectó el tratamiento", contó.
El municipio Torres tiene un hospital, nueve ambulatorios urbanos y 16 ambulatorios rurales con déficit de insumos, personal y sin servicios básicos garantizados, reiteró Gómez.
“Estos días de cuarentena queda en evidencia la incompetencia de las autoridades locales. El Hospital Pastor Oropeza Riera no cuenta con servicio de laboratorio ni mucho menos tomografía y rayos X. Los ascensores no funcionan y faltan médicos. Ni en los hospitales ni en las comunidades hay condiciones para contrarrestar la pandemia. Hay más de 50 botes de aguas negras sin ser reparados y comunidades sin agua por tuberías o que reciben poca presión. Los camiones cisternas van a los sectores con la condición de que le paguen con cincuenta litros de gasolina", subrayó.
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