La parroquia Caruao, al este del litoral central venezolano, conjuga el verdor del bosque y la belleza de extensas playas. Sus terrenos son considerados de vocación turística, pero un fenómeno se opone como obstáculo: la práctica de algunos, de invadir la tierra haciéndose pasar por agricultores y retrasando el proceso de desalojo con extensas querellas en tribunales agrarios