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El aumento de la temperatura promedio en Caracas, las opciones más ecológicas para manejar estas temperaturas en las edificaciones y la transición energética a fuentes limpias fueron parte de la conversación en el Guayoyo con Cocuyo, celebrado este viernes 7 de julio en las instalaciones del techo verde de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab).

El encuentro comenzó con un recorrido guiado por los 430 metros cuadrados que componen el techo verde de la Ucab y que ya cuenta con más de 6.700 visitantes, desde su inauguración en noviembre de 2019. Su estructura permite refrescar la temperatura del edificio de postgrado de la Ucab Montalbán y a la vez, se convirtió en un aula sobre energías limpias en el país. 

El techo verde de la Ucab fue inaugurado en noviembre de 2019 | Foto: Miguel Rodríguez

Los asistentes pudieron conocer detalles de cómo se hizo la preparación de la estructura para impermeabilizarla y adecuarla con distintas capas de suelo para la siembra de 9 tipos de plantas diferentes, en su mayoría suculentas como la sabileta y la sanseviera enana.

“Hemos estado midiendo la temperatura en los salones de postgrado y no pasan de los 27 grados centígrados (27 °C) en los días más calurosos. Eso implica que son entre 5 y 6 grados menos que la sensación térmica en las horas más calurosas” explicó Joaquín Benítez, director de Sustentabilidad Ambiental de la Ucab y quien estuvo a cargo del recorrido.

¿Qué se necesita para montar un techo verde?

Algunos de los asistentes mostraron interés en conocer qué necesitan las edificaciones en Caracas para adaptar sus techos con una estructura verde similar y albergar una fuente de energía limpia como los paneles solares.

Los techos verdes son instalaciones que evitan que el concreto acumule calor durante el día y luego lo expulse por las noches, con lo que se aumenta la temperatura de los edificios urbanos incluso en las madrugadas.

Los asistentes del Guayoyo con Cocuyo conocieron también la estación meteorológica de la Ucab | Foto: Miguel Rodríguez

Benítez detalló que el proceso comienza con el análisis de ingeniería estructural para conocer cuánto peso adicional puede resistir la edificación y, luego, evaluar los tipos de plantas que pudieran sembrarse y el sistema de riego y mantenimiento.

Mientras que la inversión para los paneles solares también tiene que considerar la compra de unas baterías de almacenamiento de energía, que pudieran darle autonomía a las áreas comunes de los edificios por lapsos entre las 6 y 8 horas.

Por ejemplo, la instalación de un sistema sencillo de paneles solares y baterías para un apartamento puede suponer una inversión de alrededor 1.500 dólares para un apartamento en la capital venezolana.

Caracas menos fresca  

En la segunda parte del Guayoyo con Cocuyo, una iniciativa desarrollada por Efecto Cocuyo desde el año 2016 para fortalecer la relación con su audiencia, se habló sobre los cambios en la temperatura promedio de Caracas y por qué se trata de un impacto directo del cambio climático.

“Esta semana supimos que se alcanzó un nuevo récord en la temperatura promedio global desde que iniciaron las mediciones. Esto es parte de las causas de que Caracas haya perdido su frescura, algo que extrañan muchos de los migrantes en sus nuevas ciudades de residencia” apuntó Benítez.

El debate sobre el cambio climático en Venezuela se hizo durante la segunda parte del encuentro | Foto: Miguel Rodríguez

El pasado 4 de julio fue apodado como “el día más caliente” del que se tenga registro en la humanidad, porque la temperatura global promedio llegó a 17,18 °C, de acuerdo con los datos de los Centros Nacionales de Pronóstico Ambiental de Estados Unidos. Esta temperatura superó a los 16,92 °C que se alcanzaron en agosto de 2016.

El aumento de la temperatura en Venezuela, sin embargo, es apenas uno de los impactos del cambio climático. Las huellas del fenómeno también se ven en la alteración de los patrones de siembra de cultivos como el maíz y el aumento del nivel del mar en puntos como Lecherías.

Foto principal: Miguel Rodríguez