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En 1823, las aguas del lago de Maracaibo atestiguaron una batalla naval que consolidó la independencia de Venezuela del yugo español. 

Pero 200 años después, el mayor símbolo zuliano -que también es el segundo lago más grande de Latinoamérica- se enfrenta a una batalla mayor: los incesantes derrames petroleros y una cantidad infinita de basura, plásticos y verdín.

Tanto ambientalistas como legisladores zulianos han pedido declarar un “estado de emergencia” en el lago y acciones de saneamiento inmediatas por parte de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), la petrolera estatal, que solo ha respondido con recolección de desechos en la costa occidental.

A bordo de una lancha pesquera a finales de junio, el equipo de Efecto Cocuyo navegó durante una hora las aguas (ahora verdes) del lago de Maracaibo, donde los afectados por la gran contaminación van en aumento: la flora y fauna mantienen una lucha por sobrevivir al petróleo; más de mil pescadores, según estimaciones, han quedado sin sustento y varias familias ya presentan afecciones de salud como asma y enfermedades de la piel.

Hasta mil barriles se derraman a diario

Desde hace más de cinco meses, hay un derrame petrolero originado en Bachaquero, Costa Oriental del Lago y sin acciones por parte de Pdvsa, informó la Fundación Azul Ambientalistas a través de redes sociales y recientes ruedas de prensa.

Si bien hasta la fecha no existen cifras precisas sobre los derrames petroleros, Azul Ambientalistas ha estimado que al menos mil barriles de crudo se derraman a diario en el lago, lo que en un año serían unos 300.000 barriles derramados.

Un año atrás, en junio de 2022, el Observatorio Venezolano de Derechos Humanos Ambientales (Ovdha), programa de la organización Clima 21 – Ambiente y Derechos Humanos, reportó que Zulia era el estado con mayor número de reportes de derrames petroleros, debido a fugas permanentes producidas por estructuras abandonadas en el lago.

La situación no ha cambiado y el petróleo invade cada día las costas.

“La mancha [de petróleo] es muy visible, la puedes ver desde Mara hasta Cabimas y San Francisco. Son kilómetros de agua afectada por los derrames petroleros”, informó a Efecto Cocuyo el concejal Juan Urdaneta, presidente de la Comisión de Turismo y Ambiente del Concejo Municipal de Maracaibo. 

Unido a los derrames petroleros y desechos, el lago también está sobrecargado de nutrientes; gran parte del verde actual proviene de abundantes algas verdes como Scenedesmus y Chlorella, que crean una capa densa conocida popularmente como “verdín” y suele generar olores fétidos fuertes a medida que está más cerca de las costas.

Los pueblos costeros entre agua verde, petróleo y basura

Una de las comunidades más afectadas por la contaminación del lago de Maracaibo es Santa Rosa de Agua, donde la marea verde y negra junto con basura ha dejado sin empleo y sin equipos de pesca a más de mil pescadores de la zona.

“Santa Rosa se encuentra invadida de petróleo. Los pescadores estamos muy afectados; nos llenamos de petróleo, al igual que las embarcaciones y las redes. Si nos llenamos de petróleo, tenemos que lavarnos con gasolina y ya sabemos cómo está ese tema del combustible. Tenemos que hacerlo [llenarse de petróleo] porque ese es el único sustento que tenemos para nuestras familias. Somos 1.200 pescadores afectados, el sector pesquero más grande de Maracaibo”, describe Emery Delgado, vocero principal de los pescadores de Santa Rosa a Efecto Cocuyo.

Delgado relata que, cada año, hay un derrame en la misma fecha, pero que la mancha más reciente “parece que es más fuerte. Y es solo el principio, debemos prepararnos para lo peor; se van a invadir [de petróleo] Caimare Chico, Isla de Zapara, San Carlos y hasta San Félix en Falcón ha ido a dar”.

Asimismo, debido al fuerte olor de gasolina -y del mismo petróleo en el lago- han reportado casos de asma, alergia y ronchas en la piel, principalmente en niños.

“Antes, hace como 15 años atrás, si había un derrame, Pdvsa hacía una inspección junto con los pescadores y había una respuesta más inmediata. Ahora no. Le pedimos al gobierno que recojan los desechos y realmente ayuden con nuestros equipos. No es justo que uno invierta en redes y todo eso se pierda con el petróleo”, expone Delgado.

La fauna y flora local en peligro

Detrás del color verde y negro, visible desde el espacio, hay otra realidad: todas las especies de fauna y flora en el lago de Maracaibo están “ahogándose” con el petróleo y el plástico.

Una imagen que impactó a la colectividad fue la de un flamingo lleno de petróleo, en octubre de 2022. El animal murió tras los intentos de rescate, pero los pescadores ya han alertado la presencia de animales que quedan “petrolizados”.

“Año tras año, el petróleo se ha convertido en un problema estacionario, es decir, que cada vez que cambian los vientos del sur para el norte, nos empieza a llegar el petróleo, son manchas y manchas. Consideramos que ya se debería decretar un estado de emergencia porque en los últimos diez años no se había visto tales dimensiones de un derrame”, explica José Sandoval, presidente de la organización Mapache Ecoaventura y director de Fauna Silvestre de Azul Ambientalistas.

Sandoval señala que la cantidad real de especies afectadas por el petróleo no la podemos ver: los peces, las babillas, las tortugas, el suelo lacustre, la parte vegetal que sirve de alimento y los mangles.

“A veces los pescadores pierden su pesca porque el pescado tiene mal sabor, a petróleo, o quedan varados porque se les dañan sus motores. El daño es incalculable”, dice.

La basura, otra cara del lago

Toda la orilla del lago de Maracaibo, en la parte occidental, presenta el mismo escenario: montones y montones de basura, principalmente botellas plásticas, muchas de ellas llenas de petróleo.

Una de las organizaciones que lidera la limpieza y recolección de esos desechos en las costas de Maracaibo es la Fundación El Zulia Recicla, quienes, con la ayuda de voluntarios, pueden recoger hasta 600 kilogramos en solo tres horas de jornada.

Sin embargo, la basura vuelve. Porque además se suma una gestión de residuos deficiente en la capital zuliana, lo que genera que más desechos lleguen al lago a través de las cañadas.

Las limpiezas de costas de Pdvsa no son suficientes

El 22 de junio, ambientalistas y legisladores zulianos se reunieron para pedir que se declare un estado de emergencia en el lago de Maracaibo y exigir acciones de saneamiento a Pdvsa, para retirar todo el petróleo que cubre el agua.

Una semana después, la estatal petrolera informó que tras una “instrucción del primer mandatario nacional Nicolás Maduro” comenzaron a ejecutar acciones. En el tuit con la información, se aprecian varios trabajadores recogiendo desechos en una de las costas del lago, acción que describen como “insuficiente” al ser la empresa responsable de los derrames.

“Esto [las limpiezas de costas] no basta. Las acciones de saneamiento del lago tienen que ser contundentes, con equipos especiales, incluso con biorremediación. No hemos visto que Pdvsa o la industria petrolera privada han asumido con responsabilidad el daño que han ocasionado”, declaró Gustavo Carrasquel Parra, director de la Fundación Azul Ambientalistas.

“Sinceramente, esperamos un milagro. Porque ya hemos agotado todos los recursos para que este problema sea entendido y atendido”, puntualizan los ambientalistas.