Los dos únicos requisitos para comprar las nuevas tarjetas del Sistema Único de Viaje Electrónico (Suve) que opera con el Metro de Caracas son 30 bolívares y la presentación de la cédula de identidad.
Estas nuevas tarjetas Suve son la cuarta apuesta del Ministerio de Transporte (Mintra) por establecer un sistema de pago electrónico en el transporte subterráneo de Caracas y Miranda desde el año 2021.
La diferencia más notable con las antiguas tarjetas electrónicas de R4, Ve-Ticket y T-Ticket es que se establecieron plásticos con colores diferenciados en tres grupos: público general, estudiantes y, finalmente, adultos mayores y personas con discapacidad. Aparte de que estas nuevas tarjetas Suve operan también en otros subsistemas de transporte público como los Metrobús, el MetroCable y el Sistema Ferroviario de los Valles del Tuy.
Las viejas tarjetas de T-Ticket sólo seguirán operativas hasta diciembre 2024, de acuerdo con la información ofrecida por las autoridades del Mintra.
¿Qué representa el color de cada tarjeta?
El pasado 2 de septiembre cuando se lanzaron las nuevas tarjetas Suve al mercado, su costo era de 25 bolívares. Tres semanas después, el precio de venta para ciudadanos comunes, estudiantes y adultos mayores asciende a 30 bolívares. Su pago puede hacerse en las taquillas con efectivo en bolívares, divisas o a través del Biopago.
Los tres colores de las tarjetas Suve aluden a un grupo social específico y también hablan de la tarifa asociada por cada viaje:
Tarjetas rojas. Estos plásticos se expenden a cualquier ciudadano y el precio de cada movilización asciende a 5 bolívares. Se esperaba que esta tarifa la ajustaran a 10 bolívares en agosto pasado, pero luego el Mintra decidió retrasar su decisión con el anuncio del sistema Suve.
Tarjetas amarillas. Estas se dirigen a los grupos de los adultos mayores y personas con discapacidad. El beneficio es que sólo tienen que cancelar los 30 bolívares del plástico, mientras que los pasajes están exonerados. Igual se trata de una inversión que equivale a una quinta parte (23%) de la pensión mensual entregada por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), cuyo monto es de 130 bolívares desde hace más de dos años.
Se venden únicamente a mujeres mayores de 55 años y a hombres mayores de 60 años, como se establece en la legislación de pensiones venezolanas.
Otro de los grupos que pueden adquirir estas tarjetas amarillas Suve son las personas con alguna discapacidad y que están inscritas en los programas sociales. En las taquillas del Metro de Caracas, se les exige la presentación del carnet emitido por el Consejo Nacional para Personas con Discapacidad (Conapdis) para hacerles la venta de las tarjetas amarillas.
Tarjetas azules. Los estudiantes de las etapas básica, media, diversificada y pregrado universitario son quienes pueden adquirir estos plásticos azules. El beneficio que obtienen es que sólo van a cancelar la mitad del precio fijado para cada movilización en el sistema de transporte público caraqueño y mirandino. Es decir, el costo de cada viaje está ahora en 2,5 bolívares para el Metro de Caracas.
A los estudiantes también se les exige la presentación de la cédula de identidad para hacer la compra de la tarjeta, al igual que acudir con uniforme escolar y una constancia de estudios. Mientras que los estudiantes universitarios sólo tienen que mostrar su carnet estudiantil vigente.
Personal e intransferible
Todas las tarjetas Suve, sin importar su color, cuentan con un código alfanúmerico de ocho dígitos que se relaciona con el número de cédula de identidad presentado por el comprador en las taquillas del Metro de Caracas.
Esta personalización de las tarjetas la realizan los operadores del Metro de Caracas o el Ferrocarril de Charallave y los Valles del Tuy al momento de la compra y es una de las razones de las largas filas que se evidenciaron durante la primera semana de venta de los nuevos plásticos.
Ni los voceros de Mintra, ni ningún otra autoridad de la administración de Nicolás Maduro ofreció detalles sobre cómo funciona este sistema de personalización de las tarjetas Suve a partir de la cédula de identidad de los compradores, ni tampoco qué datos personales o de movilización se almacenarán en las bases de datos estatales.
Hasta ahora, la única confirmación llegó en las voces de los voluntarios de la Milicia Bolivariana que se encuentran apostados en la mayoría de los torniquetes de las estaciones del Metro de Caracas y que les repiten a los usuarios que no pueden prestar las tarjetas Suve a otras personas, porque se trata de una herramienta “personal e intransferible”. Ellos, de hecho, se encargan de verificar en la zona de torniquetes que sólo adultos mayores sean quienes utilicen las tarjetas amarillas.
La personalización de las tarjetas Suve venezolanas a través del número de cédula de identidad es muy similar al plan que impleentó el presidente argentino Javier Milei. A su llegada al poder, estableció que la tarifa social del transporte público sólo la iban a recibir las personas que registraran su datos de identidad (DNI) a una única tarjeta física del Sistema Único de Boleto Electrónico (Sube).