Elecciones cataluña
BARCELONA, 12/05/2024.- El candidato a la presidencia de la Generalitat por El PSC, Salvador Illa, comparece ante los medios para valorar los resultados electorales, hoy domingo en Barcelona. El Partido Socialista ha ganado las elecciones con 42 escaños. Credit: EFE/Quique García

En las elecciones catalanas de 2021, el independentismo consiguió un hito: mayoría absoluta de escaños (74) y, por primera vez, también de votos (52 %), un capital dilapidado en tres años de peleas internas continuas, hasta sufrir una debacle que lo deja muy lejos de los guarismos de los años del proceso independentista.

Hace tres años, los socialistas del PSC de Salvador Illa fueron el partido más votado, pero empató a 33 escaños con los independentistas de ERC, seguido de JxCat con 32, mientras que la CUP ocupó la quinta plaza, con nueve diputados.

El récord de votos y escaños que entonces sumaron ERC, JxCat y la CUP se tradujo en un pacto de investidura independentista que llevó a Pere Aragonès a la presidencia de la Generalitat, con un Govern de coalición entre Esquerra y Junts, sustentado desde fuera por la CUP.

Aragonès arrancó con el compromiso de trabajar para «culminar» el proceso de independencia, pero la alianza con sus dos socios duró poco y enseguida se vio que, aparcada la vía unilateral, el ‘procés’ entraba en una fase de letargo, más centrada en levantar las causas judiciales por el 1-O que en avanzar hacia el Estado independiente.

Promesas incumplidas en Cataluña

La CUP ni tan siquiera le aprobó los primeros presupuestos de la legislatura, mientras que la cohabitación entre ERC y JxCat topó con constantes desencuentros, cada vez menos disimulados, hasta que la situación se hizo irrespirable y JxCat, en octubre de 2022, decidió en una consulta interna abandonar el Govern y pasar a la oposición.

Todo ello ocurría en medio del desconcierto entre el electorado independentista, que empezó a dar señales de desmovilización, sobre todo en unas manifestaciones de la Diada del 11 de septiembre cada vez menos concurridas.

Los siete escaños obtenidos por ERC y también por JxCat en las generales valían su peso en oro, porque eran claves para permitir la investidura de Pedro Sánchez, pero los síntomas de desmovilización de su electorado se han acabado confirmando este domingo.

La suma de JxCat (35), ERC (20), la CUP (4) y Aliança Catalana (2) no pasa de los 61 escaños, con más del 98 % escrutado, lo que dista mucho del récord alcanzado en 2021, cuando las candidaturas partidarias de la independencia de Cataluña lograron por primera vez la mayoría absoluta en escaños (74) y en votos (52 %).

Cuatro años antes, en 2017, después de la fallida declaración unilateral de independencia y de la suspensión de la autonomía con el artículo 155 de la Constitución, JxCat (34), ERC (32) y la CUP (4) sumaron un total de 70 escaños.

En las elecciones anteriores, en 2015, Convergència y ERC se presentaron conjuntamente bajo la fórmula unitaria de Junts pel Sí, que obtuvo 62 diputados, que, sumados a los 10 de la CUP, también superaron la mayoría absoluta (72).

Las primeras elecciones del ‘procés’ pueden considerarse que son las de 2012, convocadas por el entonces president Artur Mas bajo el compromiso de convocar una consulta soberanista: CiU consiguió 50 escaños, ERC subió a 21, mientras que la CUP obtuvo tres.

Un partido islamófobo entra en el parlamento regional de Cataluña

La formación ultraderechista e independentista Aliança Catalana entró este domingo por primera vez en el parlamento de Cataluña al obtener dos escaños en las elecciones regionales, con sus postulados islamófobos, etnicistas y antiinmigración.

En muchos aspectos se asemejan a la ultraderecha de Vox, con la excepción de la pretensión independentista, y están liderados por la alcaldesa de la localidad de Ripoll, Sílvia Orriols, que llegó por sorpresa al Ayuntamiento de este municipio de la provincia de Girona, aunque ya hacía tiempo que era activa en redes sociales, donde se había forjado un perfil polémico, políticamente incorrecto, con un martilleo de mensajes xenófobos.

Orriols fue una gran admiradora del ex presidente Carles Puigdemont cuando en 2017 promovió el referéndum unilateral de independencia, pero frente a la supuesta tibieza del resto de partidos independentistas, propugna una declaración unilateral de independencia que establezca «una nueva legalidad catalana» que derogue automáticamente las leyes españolas.

La catalana no tiene inconveniente en definirse como «islamófoba», dice que le «da miedo» el Islam, «una ideología político-religiosa que intenta imponer un modelo de vida que no es compatible con los valores occidentales», y acusa a los inmigrantes de ser «una fuente de delincuencia», en la misma línea que el expresidente estadounidense Donald Trump.

Son expresiones comunes también a las de otras formaciones de extrema derecha en Europa, que se reivindican «feministas» por apelar a las mujeres musulmanas a «liberarse» del velo islámico, si bien Orriols, a diferencia de Vox, no se opone a la causa LGTBI e incluso colgó la bandera arco iris en el balcón del ayuntamiento.

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