Las autoridades rusas siguen en alerta tras el desafío del ejército de mercenarios del Grupo Wagner al presidente ruso Vladimir Putin con su marcha hacia Moscú.
Aunque el levantamiento llegó a su fin el mismo sábado, muchas preguntas quedan en el aire.
¿Qué hará Putin ahora?
En 24 horas de extrema tensión, Vladimir Putin ha enfrentado el mayor desafío a su autoridad desde que asumió el poder hace más de dos décadas.
Si bien el riesgo inmediato parece haber sido contenido, expertos en Rusia dicen que Putin no salió de esta crisis más fuerte sino bastante golpeado.
El muy conocido odio de Putin a la «traición» ha quedado reflejado en el duro discurso que dio por televisión el sábado por la mañana, en el que acusó al líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, de dar «una puñalada en la espalda» y de traición.
Desde entonces, el presidente ruso no ha sido visto en público. Tampoco está planeado un nuevo discurso presidencial para los próximos días.
En una entrevista grabada que ha sido divulgada por la televisión estatal este domingo, que parecía haber sido hecha antes de la rebelión, Putin dijo que confiaba en el progreso de la guerra en Ucrania.
Las medidas antiterroristas de seguridad implementadas en Moscú aún siguen vigentes, si bien no está claro si Putin está o no en la capital rusa.
Entre los analistas, algunos aseguran que Putin podría atacar de alguna forma a quienes no le han ofrecido ayuda.
El eurodiputado polaco Radek Sikorski le dijo a la BBC que el líder ruso «probablemente purgue a aquellos a quienes notó dudar», lo que significa que el régimen se volverá «al mismo tiempo, más autoritario y más brutal».
El hombre detrás de la rebelión, Yevgeny Prigozhin, está libre. A pesar de su intento por derrocar al liderazgo militar de Rusia, el cargo por llamar a un levantamiento armado ha sidoretirado.
Pero aún se desconocen los detalles del acuerdo al que llegaron el Kremlin y el Grupo Wagner.
Los analistas de Rusia no esperan que Prigozhin desaparezca silenciosamente.
El líder mercenario que ha sido una figura decorativa muy ruidosa para miles de combatientes en Ucrania, también ha sido una figura importante para el presidente Putin, operando desde las sombras durante mucho tiempo.
Prigozhin ha pasado años haciendo el trabajo sucio para el Kremlin. Desde luchar en Siria hasta en Ucrania en 2014, cuando Rusia se anexó Crimea.
Pero luego de desafiar la autoridad de Putin -y, según sostienen algunos, de humillar al líder ruso- las preguntas sobre qué garantías de seguridad le dieron y qué papel jugará en el futuro no han sido respondidas.
Los observadores se preguntan cuánto control podrá ejercer el líder bielorruso Alexander Lukashenko sobre Prigozhin, si es que llega a Minsk. Y si las fuerzas de Wagner lo siguen, qué amenaza representarán para Rusia, Bielorrusia y Ucrania.
Antes de este sorprendente levantamiento armado, decenas de miles de mercenarios del Grupo Wagner jugaron un papel clave en la guerra. Pero los días de Wagner como ejército independiente estaban llegando a su fin.
Prigozhin y sus fuerzas han estado resistiendo la presión para que se dejen absorber por el Ministerio de Defensa ruso. El descontento por esta presión ha sido considerado como un factor clave para convertiruna antigua pelea de larga data en una rebelión.
Tras el fin de esta breve insurrección -y con Prigozhin aparentemente rumbo al exilio- muchos se preguntan qué harán sus combatientes.
Aparentemente, se han retirado los cargos contra aquellos involucrados en la rebelión. Los videos en las redes sociales muestran a las tropas de Wagner saliendo de la ciudad de Rostov del Don, donde habían tomado el control de las bases militares.
El gobernador de Vorónezh, localidad ubicada a mitad de camino entre Rostov y Moscú, dijo que las fuerzas del Grupo Wagner están abandonando la región.
Sin embargo, no está claro si ahora pasarán a cooperar y se integrarán en el ejército ruso e incluso si los soldados estarán dispuestos a servir junto a ellos.
¿Volverán simplemente a luchar en las zonas de conflicto existentes en Ucrania, como sugieren los medios estatales rusos?
Algunos analistas han expresado su preocupación de que los combatientes puedan seguir a Prigozhin hacia el oeste si va a Bielorrusia, que es el punto más cercano desde donde Rusia podría atacar la capital ucraniana.
El Grupo Wagner ha estado proporcionando algunas de las tropas de choque más exitosas que luchan en Ucrania, a pesar de que muchos de sus combatientes han salido de las cárceles, atraídos con la promesa de libertad a cambio de servir en la línea de frente.
Ellos han estado muy involucrados en la captura rusa de la ciudad de Bajmut, por ejemplo.
Rusia sostiene que la rebelión no tuvo impacto hasta el momento en su campaña en Ucrania.
De cualquier modo, las fuerzas rusas que sin duda escucharon las novedades pueden estar desmoralizadas por los hechos.
Algunos sugieren que podría haber luchas internas entre unidades rivales en los próximos días, según el tipo de reacciones que surjan en Rusia después de los eventos del sábado.
En Ucrania, además de la preocupación por los riesgos de que Rusia intensifique su participación, los líderes militares buscarán oportunidades de la inestabilidad al otro lado de la frontera.
Las fuerzas de Kyiv han lanzado una contraofensiva para recuperar los territorios capturados por los ocupantes y creen que los disturbios en Rusia ofrecen una «ventana de oportunidad».
Un exembajador de Estados Unidos en Ucrania, Bill Taylor, le dijo a la BBC que las fuerzas ucranianas estaban en «una buena posición» para explotar las debilidades tácticas expuestas por el repentino movimiento de los combatientes de Wagner.
¿Qué sabían EE.UU. y otros con anticipación de la rebelión?
Mientras que la rebelión de Prigozhin pareció tomar al Kremlin por sorpresa, las agencias de espionaje estadounidenses ya habían detectado señales de que planeaba actuar.
La inteligencia estadounidense había informado de los movimientos al presidente Joe Biden así como a distintos líderes del Congreso a principios de esta semana, según informan medios estadounidenses.
De acuerdo a CNN, Estados Unidos había detectado que el líder del grupo mercenario estaba acumulando armas, municiones y otros equipos cerca de la frontera con Rusia.
Según el New York Times, el presidente Biden habló con los líderes de Francia, Alemania y Reino Unido debido a la preocupación de que Putin pueda perder el control del vasto arsenal de armas de Rusia en medio del caos.
Los jefes de espionaje estadounidenses habían estado rastreando el deterioro de la relación entre Prigozhin y los funcionarios de defensa rusos durante meses.
La inteligencia de EE.UU había determinado que era una señal de que la guerra en Ucrania iba mal tanto para Wagner como para el ejército regular, dice el periódico.
Mientras tanto, el Washington Post informó que EE.UU. pudo haberse dado cuenta de que Prigozhin estaba planeando algo a mediados de junio.
Un desencadenante clave fue un decreto del 10 de junio del Ministerio de Defensa de Rusia, que ordenaba a todos los destacamentos de voluntarios como el Grupo Wagner que firmaran contratos con el gobierno, lo que significaba una toma de control de las tropas de Prigozhin.
Funcionarios le dijeron al periódico que «había suficientes señales para poder decirles a los líderes que algo estaba pasando». Pero el objetivo exacto de los planes de Prigozhin no estuvo claro hasta poco antes de que comenzara el motín.
La propia inteligencia rusa le dijo al presidente Putin que Prigozhin estaba tramando algo, informó el medio.
No está claro exactamente cuándo le dijeron eso, pero ha sido «definitivamente hace más de 24 horas», señaló el periódico citando a un funcionario estadounidense el sábado.
El discurso de Putin a la nación mientras se desarrollaba la crisis es visto como una señal de la seriedad con la que él tomaba la amenaza y la necesidad de reafirmarse ante la sociedad rusa.
«Muchos dentro de la élite culparán personalmente a Putin por el hecho de que todo haya llegado demasiado lejos y que no hubo una reacción adecuada del presidente a tiempo», escribió en Telegram la destacada analista rusa Tatiana Stanovaya.
«Por lo tanto, toda esta historia también es un golpe para las posiciones de Putin«.
Si bien es difícil sacar conclusiones sobre la opinión pública rusa en general, los líderes del país seguro que se preocuparon al ver a un grupo de civiles aplaudiendo a las unidades de Wagner en la ciudad de Rostov.
Cuando las tropas de Wagner abandonaron la ciudad de la que efectivamente habían tomado el control durante la rebelión, había una multitud aparentemente a su favor que las vitoreó, aplaudió y les tomó fotos.
Sin embargo, vale la pena señalar que algunos residentes aparentemente se apresuraron a abandonar la ciudad en tren el sábado después de la llegada de Wagner.
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Las autoridades rusas siguen en alerta tras el desafío del ejército de mercenarios del Grupo Wagner al presidente ruso Vladimir Putin con su marcha hacia Moscú.
Aunque el levantamiento llegó a su fin el mismo sábado, muchas preguntas quedan en el aire.
¿Qué hará Putin ahora?
En 24 horas de extrema tensión, Vladimir Putin ha enfrentado el mayor desafío a su autoridad desde que asumió el poder hace más de dos décadas.
Si bien el riesgo inmediato parece haber sido contenido, expertos en Rusia dicen que Putin no salió de esta crisis más fuerte sino bastante golpeado.
El muy conocido odio de Putin a la «traición» ha quedado reflejado en el duro discurso que dio por televisión el sábado por la mañana, en el que acusó al líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, de dar «una puñalada en la espalda» y de traición.
Desde entonces, el presidente ruso no ha sido visto en público. Tampoco está planeado un nuevo discurso presidencial para los próximos días.
En una entrevista grabada que ha sido divulgada por la televisión estatal este domingo, que parecía haber sido hecha antes de la rebelión, Putin dijo que confiaba en el progreso de la guerra en Ucrania.
Las medidas antiterroristas de seguridad implementadas en Moscú aún siguen vigentes, si bien no está claro si Putin está o no en la capital rusa.
Entre los analistas, algunos aseguran que Putin podría atacar de alguna forma a quienes no le han ofrecido ayuda.
El eurodiputado polaco Radek Sikorski le dijo a la BBC que el líder ruso «probablemente purgue a aquellos a quienes notó dudar», lo que significa que el régimen se volverá «al mismo tiempo, más autoritario y más brutal».
El hombre detrás de la rebelión, Yevgeny Prigozhin, está libre. A pesar de su intento por derrocar al liderazgo militar de Rusia, el cargo por llamar a un levantamiento armado ha sidoretirado.
Pero aún se desconocen los detalles del acuerdo al que llegaron el Kremlin y el Grupo Wagner.
Los analistas de Rusia no esperan que Prigozhin desaparezca silenciosamente.
El líder mercenario que ha sido una figura decorativa muy ruidosa para miles de combatientes en Ucrania, también ha sido una figura importante para el presidente Putin, operando desde las sombras durante mucho tiempo.
Prigozhin ha pasado años haciendo el trabajo sucio para el Kremlin. Desde luchar en Siria hasta en Ucrania en 2014, cuando Rusia se anexó Crimea.
Pero luego de desafiar la autoridad de Putin -y, según sostienen algunos, de humillar al líder ruso- las preguntas sobre qué garantías de seguridad le dieron y qué papel jugará en el futuro no han sido respondidas.
Los observadores se preguntan cuánto control podrá ejercer el líder bielorruso Alexander Lukashenko sobre Prigozhin, si es que llega a Minsk. Y si las fuerzas de Wagner lo siguen, qué amenaza representarán para Rusia, Bielorrusia y Ucrania.
Antes de este sorprendente levantamiento armado, decenas de miles de mercenarios del Grupo Wagner jugaron un papel clave en la guerra. Pero los días de Wagner como ejército independiente estaban llegando a su fin.
Prigozhin y sus fuerzas han estado resistiendo la presión para que se dejen absorber por el Ministerio de Defensa ruso. El descontento por esta presión ha sido considerado como un factor clave para convertiruna antigua pelea de larga data en una rebelión.
Tras el fin de esta breve insurrección -y con Prigozhin aparentemente rumbo al exilio- muchos se preguntan qué harán sus combatientes.
Aparentemente, se han retirado los cargos contra aquellos involucrados en la rebelión. Los videos en las redes sociales muestran a las tropas de Wagner saliendo de la ciudad de Rostov del Don, donde habían tomado el control de las bases militares.
El gobernador de Vorónezh, localidad ubicada a mitad de camino entre Rostov y Moscú, dijo que las fuerzas del Grupo Wagner están abandonando la región.
Sin embargo, no está claro si ahora pasarán a cooperar y se integrarán en el ejército ruso e incluso si los soldados estarán dispuestos a servir junto a ellos.
¿Volverán simplemente a luchar en las zonas de conflicto existentes en Ucrania, como sugieren los medios estatales rusos?
Algunos analistas han expresado su preocupación de que los combatientes puedan seguir a Prigozhin hacia el oeste si va a Bielorrusia, que es el punto más cercano desde donde Rusia podría atacar la capital ucraniana.
El Grupo Wagner ha estado proporcionando algunas de las tropas de choque más exitosas que luchan en Ucrania, a pesar de que muchos de sus combatientes han salido de las cárceles, atraídos con la promesa de libertad a cambio de servir en la línea de frente.
Ellos han estado muy involucrados en la captura rusa de la ciudad de Bajmut, por ejemplo.
Rusia sostiene que la rebelión no tuvo impacto hasta el momento en su campaña en Ucrania.
De cualquier modo, las fuerzas rusas que sin duda escucharon las novedades pueden estar desmoralizadas por los hechos.
Algunos sugieren que podría haber luchas internas entre unidades rivales en los próximos días, según el tipo de reacciones que surjan en Rusia después de los eventos del sábado.
En Ucrania, además de la preocupación por los riesgos de que Rusia intensifique su participación, los líderes militares buscarán oportunidades de la inestabilidad al otro lado de la frontera.
Las fuerzas de Kyiv han lanzado una contraofensiva para recuperar los territorios capturados por los ocupantes y creen que los disturbios en Rusia ofrecen una «ventana de oportunidad».
Un exembajador de Estados Unidos en Ucrania, Bill Taylor, le dijo a la BBC que las fuerzas ucranianas estaban en «una buena posición» para explotar las debilidades tácticas expuestas por el repentino movimiento de los combatientes de Wagner.
¿Qué sabían EE.UU. y otros con anticipación de la rebelión?
Mientras que la rebelión de Prigozhin pareció tomar al Kremlin por sorpresa, las agencias de espionaje estadounidenses ya habían detectado señales de que planeaba actuar.
La inteligencia estadounidense había informado de los movimientos al presidente Joe Biden así como a distintos líderes del Congreso a principios de esta semana, según informan medios estadounidenses.
De acuerdo a CNN, Estados Unidos había detectado que el líder del grupo mercenario estaba acumulando armas, municiones y otros equipos cerca de la frontera con Rusia.
Según el New York Times, el presidente Biden habló con los líderes de Francia, Alemania y Reino Unido debido a la preocupación de que Putin pueda perder el control del vasto arsenal de armas de Rusia en medio del caos.
Los jefes de espionaje estadounidenses habían estado rastreando el deterioro de la relación entre Prigozhin y los funcionarios de defensa rusos durante meses.
La inteligencia de EE.UU había determinado que era una señal de que la guerra en Ucrania iba mal tanto para Wagner como para el ejército regular, dice el periódico.
Mientras tanto, el Washington Post informó que EE.UU. pudo haberse dado cuenta de que Prigozhin estaba planeando algo a mediados de junio.
Un desencadenante clave fue un decreto del 10 de junio del Ministerio de Defensa de Rusia, que ordenaba a todos los destacamentos de voluntarios como el Grupo Wagner que firmaran contratos con el gobierno, lo que significaba una toma de control de las tropas de Prigozhin.
Funcionarios le dijeron al periódico que «había suficientes señales para poder decirles a los líderes que algo estaba pasando». Pero el objetivo exacto de los planes de Prigozhin no estuvo claro hasta poco antes de que comenzara el motín.
La propia inteligencia rusa le dijo al presidente Putin que Prigozhin estaba tramando algo, informó el medio.
No está claro exactamente cuándo le dijeron eso, pero ha sido «definitivamente hace más de 24 horas», señaló el periódico citando a un funcionario estadounidense el sábado.
El discurso de Putin a la nación mientras se desarrollaba la crisis es visto como una señal de la seriedad con la que él tomaba la amenaza y la necesidad de reafirmarse ante la sociedad rusa.
«Muchos dentro de la élite culparán personalmente a Putin por el hecho de que todo haya llegado demasiado lejos y que no hubo una reacción adecuada del presidente a tiempo», escribió en Telegram la destacada analista rusa Tatiana Stanovaya.
«Por lo tanto, toda esta historia también es un golpe para las posiciones de Putin«.
Si bien es difícil sacar conclusiones sobre la opinión pública rusa en general, los líderes del país seguro que se preocuparon al ver a un grupo de civiles aplaudiendo a las unidades de Wagner en la ciudad de Rostov.
Cuando las tropas de Wagner abandonaron la ciudad de la que efectivamente habían tomado el control durante la rebelión, había una multitud aparentemente a su favor que las vitoreó, aplaudió y les tomó fotos.
Sin embargo, vale la pena señalar que algunos residentes aparentemente se apresuraron a abandonar la ciudad en tren el sábado después de la llegada de Wagner.