Avistamientos masivos de medusas

Una franja del mar abierto con decenas de medusas es lo que se muestra en varios de los videos grabados por pescadores en el sur de Chichiriviche en el estado Falcón. Las imágenes permiten ver que se trata de ejemplares adultos, aunque todavía no hay estudios científicos que sirvan para entender las causas detrás de estos avistamientos masivos de medusas en las costas venezolanas.

El biólogo Joxmer Scott Frías, de la Universidad Central de Venezuela (UCV), detalló que se trata de la especie de medusa bola de cañón, cuyo nombre científico es Stomolophus meleagris. Sus características más relevantes son que tienen una forma de campana, un color transparente, sus tentáculos son delgados y su toxina es leve en comparación con otras especies como la Fragata Portuguesa (Physalia physalis).  

“Es una alerta, porque aquí en Venezuela estamos a ciegas y no sabemos qué está pasando con las distintas especies de medusas (…) Es la primera vez que hay un avistamiento masivo de esta especie de medusa bola de cañón. Porque se trata de una especie que suele tener incrementos de población o avistamientos masivos con poca frecuencia en Venezuela”, explicó Scott Frías, en entrevista con Efecto Cocuyo.

Sin estudios recientes de medusas

Scott Frías comenzó sus estudios de las medusas hace ocho años cuando trabajaba sobre el plancton en el pregrado universitario. El experto confiesa que hay pocas investigaciones nacionales de las medusas, más allá de los estudios pioneros en el país de la primera bióloga marina Evelyn Zoppi y el científico Henry Legaré, que datan del año 1961.

“No podemos decir si esto que ocurre es normal o si lo masivo nos habla de que se ha salido de control, porque no contamos con el financiamiento para realizar un seguimiento a estos organismos y evaluar las condiciones que se han mantenido en las costas venezolanas”, apuntó Scott Frías.

La presencia de las medusas en las costas venezolanas suele ser común entre enero y mayo de cada año, porque se trata de una temporada en que los vientos alisios soplan con mayor intensidad hacia la costa y también porque es un momento en que el alimento de las medusas suele ser más abundante.

Estos avistamientos masivos de medusas en el país comenzaron a incrementarse desde el año 2020, pero para entender sus causas hace falta indagar en otros factores. ¿Hubo un decrecimiento de sus depredadores naturales? ¿Hay una mayor cantidad de alimento disponible gracias a la cantidad de aguas que se desechan en el mar? ¿Influye el incremento de temperatura del mar? Todas son preguntas sin respuestas.

“Es un problema de múltiples factores y hay varias hipótesis” es todo lo que alcanza a responder el biólogo Scott Frías. Estos vacíos en las respuestas también se relacionan con la merma en los presupuestos para investigar en las universidades venezolanas desde hace más de una década y con la migración de científicos, en medio de la crisis económica y política.  

Por ahora, lo único claro es que acercarse a las medusas en Semana Santa no es una buena idea. Ser picado por una medusa supone sentir que cientos de agujas microscópicas inyectan unas toxinas que pueden causar varias complicaciones de salud, que van desde una inflamación pasajera hasta dificultades para respirar, taquicardia o en algunos casos, la muerte.

“No se puede hacer más nada que evitar acercarse a las medusas, aún en el caso de que estén varadas en la arena y aparentemente muertas. Porque los pequeños órganos que usan para inyectar sus toxinas pueden estar activos mucho tiempo después de que la medusa esté fuera del agua”, como explicó el biólogo Alejandro Álvarez Iragorry, coordinador general de la organización Clima 21, en entrevista con Efecto Cocuyo.

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