Los bajos salarios, la precariedad laboral y la falta de incentivos son tres de las condiciones en las que laboran las periodistas venezolanas.
La Red de Mujeres Constructoras de Paz elaboró un informe donde detallan cuál es la situación laboral de las mujeres periodistas en Venezuela, a propósito de la celebración del Día Nacional del Periodista, que se conmemora todos los 27 de junio.
Este informe se elaboró a partir de una encuesta que se realizó a 153 mujeres, de entre 21 y 75 años en 19 regiones del país.
Estos son algunos de los hallazgos del informe:
1️⃣ La mayoría de las periodistas (44,5%) se emplea en medios digitales, privados e independientes. El resto se reparte entre la radio (10,3 %); las organizaciones no gubernamentales (10,3 %); los medios impresos (5,8 %); la televisión (7%) y los medios digitales oficiales (1,3 %).
2️⃣ Del conglomerado de mujeres, 38,7 % tiene una relación de dependencia laboral, lo que hace suponer que gozan de garantías establecidas en un contrato que establece una relación patrón-trabajador. Se benefician de vacaciones pagadas, aguinaldos o utilidades, seguros de salud, becas de estudio, por ejemplo.
3️⃣ El 29% de las encuestadas trabaja bajo la relación de honorarios profesionales que, en muchos casos, incluyen contratos que se firman con tareas específicas, montos fijos (no llegan a satisfacer las necesidades básicas) y tiempo determinado, pueden ser interrumpidos, lo que aumenta la inestabilidad laboral.
4️⃣ El pluriempleo también denota los pluricargos. Hay quienes ocupan puestos de coordinadoras y, a su vez, son periodistas-corresponsales y docentes; otras trabajan como freelance y colaboran con ONG; algunas trabajan para la TV, son community manager de una compañía y son parte del equipo de una web.
5️⃣ El 62,1 % de las periodistas gana menos de 300 dólares americanos, cuando la canasta alimentaria en Venezuela tiene un valor de 376, 84 dólares, según el Observatorio Venezolano de Finanzas. Por eso las periodistas venezolanas tienen más de dos cargos o trabajos.
La dependencia o personas que están a cargo de las mujeres periodistas, según la encuesta, es de 36,6 % que mantiene a sus hijos; además hay un 44,2 % que apoya económicamente a familiares directos (pareja, hermanas, hermanos, madre o padre) y un 7,8 % a otras personas.
Hay un 33,6 % asegura que no tiene autocuidado, y otro 26,2 % dice que solo lo hace los fines de semana.
Las periodistas aseguraron, 60 % de las consultadas, que sus trabajos son espacios libres de violencia, pero sólo el 31 % respondió que en sus organizaciones hay protocolos a seguir para castigar el acoso o violencia sexual.
Ante estos datos, la Red de Mujeres Constructoras de Paz elaboró una de serie de recomendaciones como la de elaborar tabuladores salariales, en especial para quienes trabajan de forma freelance, considerar el teletrabajo como una alternativa, además de promover políticas de paternidad y maternidad.
«Es crucial establecer protocolos claros para identificar y denunciar la violencia sexual y de género, como ya se dijo en el mencionado informe así como incluir el enfoque de género en los currículos de formación periodística. Esto implica enseñar teorías que promuevan el pensamiento crítico sobre las desigualdades que enfrentan las mujeres y las personas de las disidencias sexuales», destaca el informe.
También propone «estandarizar la remuneración por colaboraciones y debilitar la cultura de la colaboración no remunerada», para evitar la precarización laboral de las periodistas venezolanas.
Además piden que «los colectivos periodísticos deberían promover acciones colectivas, como la creación de redes de apoyo independientes para desarrollar campañas de comunicación que denuncien el acoso y el abuso en las salas de redacción. Estos espacios permitirían discutir sobre derechos laborales y acoso antes de que las mujeres se vean confrontadas con estas problemáticas».
Estudiantes de la UCV compartieron un guayoyo con Cocuyo en el día del periodista
Chuao celebró sus fiestas de San Juan y pidió por la salud de los pescadores de Choroní
Grupos armados irregulares afectan DDHH y acceso a ayuda humanitaria en zonas bajo su control
Fundaredes registró 119 muertes en zonas fronterizas entre enero y mayo
Violencia y conflictos sociopolíticos ubican a Venezuela y Colombia como países menos pacíficos, según estudio
Conozca a los ganadores de la XIII edición del Concurso Nacional de Periodismo Ipys Venezuela
Simone Biles regresará a competir en agosto por primera vez desde los Juegos de Tokio
Prigozhin empieza su exilio en Bielorrusia: por qué el presidente Lukashenko recibió al enemigo de su principal aliado, Vladimir Putin
Entre enero y mayo hubo un promedio de 26 protestas al día, registra ONG
El Aissami suma 100 días en paradero desconocido tras renuncia por trama de corrupción
Los bajos salarios, la precariedad laboral y la falta de incentivos son tres de las condiciones en las que laboran las periodistas venezolanas.
La Red de Mujeres Constructoras de Paz elaboró un informe donde detallan cuál es la situación laboral de las mujeres periodistas en Venezuela, a propósito de la celebración del Día Nacional del Periodista, que se conmemora todos los 27 de junio.
Este informe se elaboró a partir de una encuesta que se realizó a 153 mujeres, de entre 21 y 75 años en 19 regiones del país.
Estos son algunos de los hallazgos del informe:
1️⃣ La mayoría de las periodistas (44,5%) se emplea en medios digitales, privados e independientes. El resto se reparte entre la radio (10,3 %); las organizaciones no gubernamentales (10,3 %); los medios impresos (5,8 %); la televisión (7%) y los medios digitales oficiales (1,3 %).
2️⃣ Del conglomerado de mujeres, 38,7 % tiene una relación de dependencia laboral, lo que hace suponer que gozan de garantías establecidas en un contrato que establece una relación patrón-trabajador. Se benefician de vacaciones pagadas, aguinaldos o utilidades, seguros de salud, becas de estudio, por ejemplo.
3️⃣ El 29% de las encuestadas trabaja bajo la relación de honorarios profesionales que, en muchos casos, incluyen contratos que se firman con tareas específicas, montos fijos (no llegan a satisfacer las necesidades básicas) y tiempo determinado, pueden ser interrumpidos, lo que aumenta la inestabilidad laboral.
4️⃣ El pluriempleo también denota los pluricargos. Hay quienes ocupan puestos de coordinadoras y, a su vez, son periodistas-corresponsales y docentes; otras trabajan como freelance y colaboran con ONG; algunas trabajan para la TV, son community manager de una compañía y son parte del equipo de una web.
5️⃣ El 62,1 % de las periodistas gana menos de 300 dólares americanos, cuando la canasta alimentaria en Venezuela tiene un valor de 376, 84 dólares, según el Observatorio Venezolano de Finanzas. Por eso las periodistas venezolanas tienen más de dos cargos o trabajos.
La dependencia o personas que están a cargo de las mujeres periodistas, según la encuesta, es de 36,6 % que mantiene a sus hijos; además hay un 44,2 % que apoya económicamente a familiares directos (pareja, hermanas, hermanos, madre o padre) y un 7,8 % a otras personas.
Hay un 33,6 % asegura que no tiene autocuidado, y otro 26,2 % dice que solo lo hace los fines de semana.
Las periodistas aseguraron, 60 % de las consultadas, que sus trabajos son espacios libres de violencia, pero sólo el 31 % respondió que en sus organizaciones hay protocolos a seguir para castigar el acoso o violencia sexual.
Ante estos datos, la Red de Mujeres Constructoras de Paz elaboró una de serie de recomendaciones como la de elaborar tabuladores salariales, en especial para quienes trabajan de forma freelance, considerar el teletrabajo como una alternativa, además de promover políticas de paternidad y maternidad.
«Es crucial establecer protocolos claros para identificar y denunciar la violencia sexual y de género, como ya se dijo en el mencionado informe así como incluir el enfoque de género en los currículos de formación periodística. Esto implica enseñar teorías que promuevan el pensamiento crítico sobre las desigualdades que enfrentan las mujeres y las personas de las disidencias sexuales», destaca el informe.
También propone «estandarizar la remuneración por colaboraciones y debilitar la cultura de la colaboración no remunerada», para evitar la precarización laboral de las periodistas venezolanas.
Además piden que «los colectivos periodísticos deberían promover acciones colectivas, como la creación de redes de apoyo independientes para desarrollar campañas de comunicación que denuncien el acoso y el abuso en las salas de redacción. Estos espacios permitirían discutir sobre derechos laborales y acoso antes de que las mujeres se vean confrontadas con estas problemáticas».