El cardenal y administrador apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, Baltazar Porras, condenó la expulsión del arzobispo Jesús González de Zárate de la población de Cumanacoa en el estado Sucre, que ocurrió el pasado fin de semana.
Porras señaló directamente a la autoridad única que designó el gobierno de Nicolás Maduro para la recuperación de esta localidad, el mayor general Nayade Lockiby, de ordenar la salida violenta del arzobispo de Cumaná después de que presidió una misa en la Iglesia de la zona.
«Lo que ha pasado en Cumanacoa es algo insólito. Por que qué es lo que hace Cáritas y la Iglesia: de las ayudas que nos llegan de un lado y de otro es socorrer a la gente necesitada por estos deslaves, estas torrenciales lluvias. No hay razón para impedir lo que se está haciendo sin ningún tipo de proselitismo ni religioso ni político ni social», expresó este martes 16 de julio en una entrevista con Román Lozinski por el Circuito Éxitos.
Sobre Lockiby señaló lo siguiente: «la autoridad única que está allí por todas las informaciones directas que hemos tenido no es la mejor», expresó el prelado en la conversación con el periodista.
Qué pasó en Cumanacoa con González de Zárate
En redes sociales circuló este lunes que a González de Zárate, a quien el papa Francisco nombró recientemente como arzobispo de Valencia, lo sacaron de Cumanacoa después de la misa y cuando intentaba repartir algunos insumos en la localidad.
Lo hicieron miembros de la Guardia Nacional Bolivariana a las órdenes de la autoridad única de la zona, quien ordenó sacar la semana pasada a dos periodistas locales que cubrían las consecuencias que dejó el desbordamiento del río Manzanares por las lluvias que dejaron un coletazo del huracán Beryl hace dos semanas en el lugar.
Porras explicó que la molestia ocurrió después de que se leyera en la misa la exhortación pastoral de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), que es tradición se lea en las iglesias el domingo siguiente a que este documento se emite.
«Es tradición que todas las exhortaciones pastorales que hace en enero y julio la Conferencia Episcopal Venezolana se lea en las iglesias el domingo siguiente», detalló. Y agregó que no era correcto actuar de esa manera por parte de las autoridades si se estaba en desacuerdo con lo que pedían los obispos.
Añadió que no era necesario «generar… si se está de acuerdo o no y no expresarlo con esa forma intempestiva y violenta que a qué conduce, no conducen a nada sino a separarnos más, encresparnos más y nos necesitamos todos por muy diferentes que podamos ser», dijo.
Rechazo a violencia hacia González de Zárate
La Cámara de Comercio de Cumaná también rechazó las acciones violentas contra González de Zárate en un post que escribieron en la cuenta de la red social X.
Además de pedir respeto a la Iglesia, también lo hicieron para las instituciones y los periodistas que informan sobre la tragedia de Cumanacoa.
Dirigentes políticos de oposición y activistas de derechos humanos también se sumaron a la condena por esta decisión en contra de González de Zárate, quien además es el presidente de la CEV.
El medio digital La Patilla recogió testimonios de quienes estuvieron el domingo cuando expulsaron al arzobispo y dicen que «estuvieron a punto de golpearlos» al referirse a los miembros de Cáritas y al prelado. Además, amenazaron con «llevarse presos» a los que estaban repartiendo los insumos.