Una nueva cifra oficial sobre la evacuación de personas de La Paragua ofreció este jueves, 29 de febrero, el jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb), Domingo Hernández Lárez.
En su cuenta de la red social X, antes Twitter, el militar elevó a a 864 el número de mineros que sacaron de esta localidad del estado Bolívar, donde el martes 20 de febrero murieron 16 personas y otras 36 resultaron heridas por el derrumbe de la mina «La bulla loca», donde se hacía extracción ilegal de oro.
De las 799 que dio a conocer hace 48 horas, Hernández Lárez llevó a a 864 la cantidad de desalojados de esta localidad, donde llegaron 200 funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) para reforzar las labores de seguridad e impedir que se reinicie la extracción de oro en la zona.
«Hasta el día de hoy (29.02.2024) se han evacuado voluntariamente de la población La Paragua, sector La Bulla Loca, la cantidad de 864 personas, quienes han internalizado y entendido que los daños ecológicos sobre la naturaleza y el medio ambiente son irreversibles y que van en detrimento de la salud y de la propia existencia del hombre sobre el planeta», posteó el militar en X.
Personas evacuadas de La Paragua
Se trata de 200 mujeres, 569 hombres, 34 adolescentes y 61 niños. De ese total, 210 son indígenas (59 mujeres, 110 hombres, 10 adolescentes y 22 niños), según el cuadro que compartió el jefe del Ceofanb.
Las evacuaciones comenzaron el 22 de febrero, dos días después de la tragedia y de la llegada de miembros de la Fanb al lugar, que instalaron un hospital de campaña en la zona y comenzaron el desalojo de mineros.
Minería ilegal afecta a indígenas
El observatorio de DDHH indígenas Kapé Kapé denunció que la minería ilegal desplaza a las comunidades aborígenes de sus territorios ancestrales, contamina los ríos y los empuja a dedicarse a estas labores, en muchos casos con explotación laboral por el control que ejercen en estas minas grupos irregulares.
«Las comunidades indígenas en Venezuela, como los pemón, piaroa, ye’kwana y sanemá, entre otras, están directamente afectadas por la minería ilegal. La actividad minera contamina las fuentes de agua con mercurio, sedimentos y otros químicos, poniendo en riesgo la salud de las comunidades y la fauna local. La deforestación masiva para la explotación minera genera erosión del suelo, pérdida de biodiversidad y afectación del clima local», dijeron tras el fallecimiento de al menos 3 indígenas en La Paragua.