Familiares de los fallecidos lloran al saber que los suyos murieron en la explosión

Eran las 5:00 de la mañana de este lunes 12 de agosto y Ángel Mijares dormía en la parte alta de una litera. Su casa, dividida en tres pisos, quedaba en el sector El Bambú de barrio Unión, en la parte media de Petare. Diez minutos después de las cinco, Ángel escuchó un fuerte estruendo.

“Era como un terremoto”, recuerda el joven de 17 años de edad. “Yo tenía el techo de zinc en mis piernas y escuchaba que alguien gritaba mi nombre, me decía que saliera”, relató Ángel la tarde de este lunes. Para esa hora, Ángel ya sabía que al menos siete de sus familiares murieron en una explosión por una bombona de gas. 

Los vecinos de la zona también recuerdan la hora, el sonido y la vibración que produjo. “Se cerraron las puertas de mi casa”, dijo Olga Martínez, una mujer de 60 años que estaba haciendo fila con su bombona de gas en el parque de la comunidad. “Eran las 5:10, recuerdo. Yo estaba de primerita en la cola y de repente sonó eso. Yo pensé que todos nos íbamos a morir”, sentenció la mujer petareña. 

Los vecinos de la zona acudieron al lugar para ayudar a las personas afectadas

Minutos después de la explosión, cerca de las 6:00 de la mañana, bomberos y personal de rescate de Protección Civil Miranda acudieron al sitio del hecho. Aunque sea un lugar común, era una carrera contra reloj. Había que sacar con vida a 23 personas de una estructura de tres pisos que había colapsado. 

Sin embargo, con el pasar de las horas el panorama se hacía cada vez más desolador. Mientras los alrededores de la casa estaban precitandos para evitar que las personas estuvieran muy cerca del lugar de la explosión, los sobrevivientes y allegados lloraban desconsoladamente. Primero por la angustia e incertidumbre, luego por comprobar la muerte de varios de sus familiares. 

En la casa vivían más de 20 personas repartidas en tres pisos

Ángel Mijares, sobreviviente de la explosión en barrio Unión: Supongo que estoy vivo de milagro

Ángel tiene los ojos verdes y la piel morena. Anda en cholas, un short de tela y una franela amarilla. Tiene los párpados hinchados, los ojos rojos y las piernas sucias. Sin embargo, se mantiene ayudando a los vecinos voluntarios que acudieron al lugar para prestar apoyo. 

Ángel salió ileso físicamente del accidente y decidió ayudar en la remoción de escombros

La pregunta que todos le hacen a Ángel es qué ocurrió y cómo pudo sobrevivir sin ningún rasguño. Sus respuestas están cargadas del alivio que puede representar salir airoso de una situación como esta, pero con la tristeza de saber que muchos de sus familiares no tuvieron el mismo camino. 

“Yo sólo recuerdo que salí corriendo y empecé a ver cómo todo se quemaba. Yo estaba en el último piso, y en la parte más arriba porque estaba en la litera. Supongo que por eso sobreviví. Mi familia de ese mismo piso también está viva, pero hay muchos que murieron. La casa se derrumbó pocos minutos después de que yo salí”, relató el joven venezolano a Efecto Cocuyo este lunes 12 de agosto. 

Al preguntarle a bomberos y funcionarios en la zona ninguno quería declarar. Decían que no estaban autorizados. Sin embargo, algunos compartían sus impresiones sobre lo que ocurrió. “Explotó una bombona grande, pero las pequeñas no. A lo mejor estaban vacías. La casa no tenía columnas y eso facilitó que se derrumbara”, dijo uno de los bomberos a Efecto Cocuyo. 

Bomberos de Distrito Capital fueron los principales en ayudar a controlar la situación y la búsqueda de sobrevivientes

En la casa donde ocurrió el accidente dormían unas 23 personas. La estructura se dividía en tres pisos. Uno de entrada, uno arriba de ese y un sótano donde vivían dos personas. La explosión se habría dado en el nivel que daba hacia la calle. En esa casa cocinaban empanadas para la venta, negocio que tenía más de 30 años en la zona. 

Una mujer se desmayó al enterarse que su familiar había fallecido

“El señor Elías era el que vendía empanadas. Imagínate, mi hija estudió por acá mismo y ella tiene 35 años, y yo recuerdo llevarla al colegio de pequeña y comprarle empanadas ahí en esa casa. Todos queríamos mucho a esas personas. Ellos sacaron adelante a su familia con trabajo duro”, comentó una de las vecinas. 

Los bomberos recolectaron al menos siete bombonas en la zona del accidente

La «suerte» de quienes no durmieron en la casa

Los primeros muertos confirmados fueron dos adultos. Pero luego se conoció que dos bebés gemelos, de apenas cinco días de nacidos, también fallecieron. Su padre murió con ellos, pero la madre sobrevivió y estaba siendo atendida en el hospital Domingo Luciani de El Llanito. 

En el suelo yacen las huellas de los niños que habitaban en la casa que explotó este lunes

Josdeison Armas tiene 19 años y, cuando tiene tiempo, cuenta cómo se enteró de lo ocurrido. “Me llamaron en la mañana para decirme que había ocurrido una desgracia en la casa de mi familia. Me vine lo más rápido que pude”, dijo el joven venezolano. Él ya no vive en ese lugar, pero se crió ahí y solía quedarse a dormir algunos días del mes.

Armas (centro) recolectaba las pertenencias de sus familiares

Josdeison, con una franela del F.C. Barcelona, no se despega del teléfono. Envía y recibe notas de voz constantemente. Está pendiente del estado de salud de sus familiares sobrevivientes y reconoce que la cifra de muertos puede ser mayor a la que han dado oficialmente. Para el momento de la entrevista con Efecto Cocuyo, se conocía que siete personas fallecieron en el suceso. “Yo creo que debe haber más. Los del piso de abajo no creo que estén vivos a esta hora”, dijo Josdeison a las 2:30 de la tarde. 

La casa de tres pisos no fue la única afectada. Los vecinos del lado izquierdo también vieron cómo se le abrió un hueco a una pared de la sala. De esa casa salieron varios heridos, pero ningún fallecido. En la entrada de ese lugar había una llama constante, levantada sobre una manguera que serpenteaba la puerta principal.

“Es porque han conseguido varias bombonas de gas con fugas, entonces conectan el tubo para quemar lo que pueda quedar y evitar mayores problemas”, dijo uno de los funcionarios de Protección Civil. 

Las bombonas de gas encontradas fueron inspeccionadas por funcionarios policiales
La tristeza se apoderó del sector El Bambú en barrio Unión, Petare

A las 5:15 de la tarde comenzó a caer un fuerte aguacero en buena parte del este de Caracas. El agua llegó con fuerza a Petare y empezó a bajar por los callejones empinados hasta encontrarse con las personas que, bajo la lluvia, todavía esperaban información sobre si había o no más sobrevivientes a la explosión. Sin embargo, a pesar de tener maquinaría más pesada a esa hora, todavía no había información sobre la salud de los familiares.