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Twitter es una de las redes sociales más influyentes del mundo. Aunque su popularidad ha caído con el pasar de los años, la red sigue siendo un punto de encuentro para críticos, periodistas y políticos del mundo.

Durante las últimas semanas Twitter ha sido protagonista de varias polémicas tras un cambio de dueño. El magnate sudafricano Elon Musk compró la red social por una multimillonaria suma de dinero: 44 mil millones de dólares.

Musk al parecer no estaba tan convencido de comprar Twitter porque la plataforma tenía muchos usuarios falsos, pero tras una amenaza de juicio el propietario de Tesla decidió llegar a un acuerdo y cerrar el trato.

Tras concretar la adquisición Musk no escatimó en mostrar su irreverente personalidad. El multimillonario llegó a la sede de Twitter con un lavamanos y minutos después se conoció que había despedido a la junta directiva, a los días despidió a miles de trabajadores, pero luego les pidió que regresaran.

Pero a pese a las acciones de Musk, muchos tuiteros han mostrado su descontento con algunos anuncios hechos por el empresario, otros lo han apoyado, pero hasta el momento la plataforma no ha visto ningún cambio desde la llegada de Musk.

Plano especulativo

Para responder algunas de las interrogantes relacionadas con la llegada de Musk a Twitter, Efecto Cocuyo entrevistó a Luis Ernesto Blanco, docente e investigador en el área de periodismo digital, quien señala que hablar de las medidas de Musk es bastante prematuro ya que no ha tomado ninguna y por lo tanto todo queda en el plano especulativo.

 “No ha tomado ninguna medida relevante, sino que ha hecho anuncios, dicho cosas, soltado ideas como un laboratorio de ensayo para ver cómo reacciona la gente (usuarios y anunciantes)”, dice Blanco en una entrevista con Efecto Cocuyo.

Para Blanco la transacción de Musk cambia la manera de gestionarse de Twitter, porque ya no es una empresa pública, que cotiza en la bolsa, sino una empresa privada que tiene un dueño único que puede tomar las decisiones sin negociar con una asamblea de accionistas.

“Eso por supuesto que es un peligro potencial para la libertad de la plataforma, porque es el criterio de uno solo”, advierte.

Hacia dónde va Twitter

Blanco reitera que es muy pronto saber hacia dónde se dirige la red social, pero señala que ha logrado que en las últimas semanas se hable mucho de ella. Musk señaló a través de un tuit que la red ha generado mucha más actividad en los últimos días que en los pasados.

El investigador añade que los anunciantes ven con cautela el cómo se conduzca y algunos han puesto el freno a las inversiones publicitarias hasta ver qué decida Musk sobre aspectos fundamentales como las regulaciones a la libertad de expresión o un marco regulatorio para los usuarios.

“Musk había dicho que facilitaría la verificación de cuentas para poner freno a la suplantación de identidades, pero ahora habla de cobrar por eso. Parece muy difícil pensar que ese pueda ser el modelo de negocio que haga sostenible a Twitter y por el contrario podría ser disuasivo para muchos usuarios”, asegura.

Blanco agrega que cobrar 8 dólares por una verificación es algo que seguramente podrán pagar las marcas e influencers que estén dentro de la plataforma, pero no el común de la gente y esto puede atentar contra la conversación en la plataforma si la respuesta de los usuarios es abandonarla como mecanismo de protesta.

“Si no hay conversación, sino se generan contenidos para que la gente permanezca en Twitter, menos gente estará en Twitter para exponerse a la publicidad”, añade.

Libertad de expresión en Twitter

Mucho se ha hablado de la libertad de expresión en Twitter, incluso Musk, con la compra de la plataforma, aseguró que realmente había vuelto la libertad de expresar lo que pienses a Twitter.

El profesor Blanco indica que la diferencia entre un medio de comunicación y una red social es que las últimas son plataformas que se entienden como tales y no como medios. El docente explica que dentro de las redes sociales hacen vida muchos medios y usuarios y estos últimos caen en las regulaciones.

“Ese estatus se basa en la supuesta independencia que deben mantener a la hora de privilegiar la visualización de contenidos, de permitir quién puede escribir y quién no”, Señala.

Blanco indica que, si las redes sociales comenzaran a imponer línea editorial, como lo hacen los medios, entonces perderían esa independencia buscada por los internautas. “Entrarían en un terreno peligroso y probablemente perderían parte del atractivo que tienen para muchos. El riesgo claramente es que entran en la arena de la polarización”, explica.

El experto en temas digitales no descarta que la situación en la que se encuentra actualmente Twitter, pudiera ser riesgosa para la libertad de expresión, pero defiende que las redes sociales nacieron para reaccionar a los medios verticales de comunicación.

“Nacieron para ser un negocio para sus creadores, esa es la verdad. Y en algún momento sirvieron para democratizar el acceso a la información y la difusión. Pero son un negocio y la última palabra siempre la tendrán los usuarios: si los usuarios se van, si no permanecen porque deja de tener atractivo, entonces esa red muere. No es la primera que murió ni será la última”.