Gregoria Díaz era su nombre, Churuguara su lugar de nacimiento. Un pequeño pueblo en el estado Falcón del que salió para llevarlo siempre como nombre que la identificó en sus redes sociales.
Una mujer de temple que egresó de la Universidad del Zulia, vivió, amó y defendió el periodismo. Su carrera profesional siempre estuvo ligada al estado Aragua, donde era reconocida por su valentía, la práctica de un buen periodismo y su firme decisión de denunciar las injusticias.
Eso le valió la persecución en el año 2020, en plena pandemia del COVID -19 en Venezuela, por expresar la preocupación ante la llegada de posibles casos a Maracay.
Gregoria o “Goya”, como todo el mundo la conocía, era gremialista. Perteneció a la directiva del Colegio Nacional de Periodistas Seccional Aragua, donde fue secretaria de Mejoramiento Profesional, en una de las regiones más organizadas y que más empuje le dieron al gremio.
Siempre mantuvo viva la lucha laboral. Perteneció al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (Sntp), desde donde siempre expuso sus preocupaciones por la precarización del ejercicio en el territorio nacional.
Cómo corresponsal de Crónica Uno en Aragua estuvo al frente de la denuncia, de exponer lo que incomodaba al gobierno chavista de turno. Con las botas bien puestas reportó los deslaves de Las Tejerías y El Castaño en octubre de 2022; pero antes, a mediados de los 1990, fue testigo del alzamiento militar que encabezó Hugo Chávez en 1992, cuando era una joven periodista en uno de los diarios de mayor tradición en Aragua.
Gregoria, defensora del periodismo
Destacó en la defensa de los derechos humanos como corresponsal del Instituto de Prensa y Sociedad Venezuela (Ipys-Venezuela). Desde allí cosechó amistades, se incorporó a una red de mujeres y hombres que defienden la libertad de expresión e información, el acceso a la información y el periodismo de investigación.
Era una referencia para medios nacionales. Un nombre o una voz para confirmar lo que ocurría en Aragua. Fue docente universitaria y formadora de nuevos periodistas, una mujer combativa y que no se doblegó al poder, pese a las presiones y las campañas que durante mucho tiempo instituciones, funcionarios y medios afines al poder lanzaron contra ella.
Su jovialidad en medio de las adversidades siempre fue un aliento y ejemplo para sus demás compañeros. Sintió muy de cerca la muerte de su colega y gran amigo Alfredo Morales.
Después de sobrevivir a un infarto el pasado 14 de agosto estuvo recluida en el Cardiológico de Maracay y después en el hospital militar de esa región del centro del país.
Este 27 de agosto de 2023 se informó de su fallecimiento. Deja huellas y una legión de amistades que la extrañarán. Hasta siempre, querida Gregoria.