En el hospital Carlos J. Bello de la Cruz Roja Venezolana, en Caracas, “todo va a seguir igual”, o por lo menos así confían sus trabajadores. Tres días después de que el Estado interviniera la organización, su principal centro de salud en la capital del país se mantenía operativo y en tranquilidad.
La mañana de este lunes 7 de agosto, las puertas del hospital ubicado en la avenida Este 0 de la parroquia Candelaria seguían abiertas. Pacientes y sus familiares entraban principalmente al área de la Emergencia, mientras otros se acercaban a pedir información sobre las consultas, constató Efecto Cocuyo.
El 4 de agosto, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenó una “reestructuración amplia” de la Cruz Roja Venezolana, removió a la directiva y nombró una Junta Reestructuradora ad hoc, presidida por el empresario Ricardo Cusanno, y ahora integrada por seis representantes más de la sociedad civil, el sector académico y empresarial.
Diversas organizaciones no gubernamentales advirtieron que la actuación de la administración de Nicolás Maduro sienta un grave precedente, pues atenta contra el derecho a la asociación y abre camino hacia la intervención de otras organizaciones autónomas. Desde Acción Solidaria, por ejemplo, esperan que no afecte la ayuda humanitaria.
A pesar de su intervención, la Cruz Roja Venezolana afirmó el 5 de agosto que sus sedes, hospitales y ambulatorios se mantendrían operativos con normalidad en todos los estados del país, bajo sus respectivos horarios y servicios según corresponda. En total, la organización cuenta con una red de ocho hospitales y 34 ambulatorios en todo el país.
En el hospital Carlos J. Bello de Caracas, sus servicios seguían activos la mañana de este lunes. Cada consulta cuesta 15 dólares.
Te puede interesar: Conozca quiénes integran la Junta Reestructuradora de la Cruz Roja Venezolana
En Caracas, los servicios disponibles son medicina interna, cirugía general, obstetricia, ginecología, pediatría y neonatal, anestesiología, banco de sangre, cirugía plástica, odontología, gastroenterología, laboratorio, cirugía de la mano, urología, otorrinolaringología, fisioterapia y traumatología.
Tras alegar que no tenían autorización para dar declaraciones con nombre y apellido, quienes laboran en la institución solo respondieron a Efecto Cocuyo que mantienen el ánimo de seguir trabajando. Aseguraron que cuando se enteraron de la intervención, no sintieron miedo en regresar al trabajo la semana siguiente.
“La Cruz Roja Venezolana es una institución sólida”, dijo uno de los trabajadores.
Detrás del hospital, en la sede administrativa de la Cruz Roja Venezolana, las puertas también estaban abiertas. Ni allí ni en el hospital había presencia visible de funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado.
Ninguno de los nuevos voceros de la organización dio declaraciones. “Todo está normal, la gente trabajando”, expresó otro trabajador de la institución, que indicó que probablemente la nueva directiva se pronunciaría pronto.