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“Le aplicaron torturas de la edad media”: Ángela Expósito de defender animales a los barrotes del Sebin #PresasPolíticas

LA HUMANIDAD · 9 OCTUBRE, 2022 19:00

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Reynaldo Mozo Zambrano | @reymozo


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Ángela Lizbeth Expósito Carrillo ha dedicado su vida a la ciencia, la educación y al cuidado de los animales abandonados. Su rutina se vio interrumpida la noche del 21 de septiembre de 2018, cuando funcionarios de seguridad de la administración de Nicolás Maduro la arrestaron.

Sin orden judicial ni explicaciones se llevaron a Expósito en una camioneta. Estuvo desaparecida un mes y medio.

Expósito se graduó con honores en el Instituto Pedagógico de Caracas como profesora de Biología. En esa institución universitaria realizó una maestría en esa área y trabajó en la Universidad Simón Bolívar (USB), donde realizó varias investigaciones, que posteriormente han sido publicadas en artículos de revistas científicas internacionales.

Ángela está presa tras ser acusada de ocultar de la justicia a Henryberth Enmanuel Rivas Vivas, un presunto implicado en el llamado intento de magnicidio contra Nicolás Maduro, que ocurrió el 4 de agosto de 2018, mientras el mandatario chavista conmemoraba el 81° aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, en la avenida Bolívar de Caracas.

Jorge Rodríguez, quien para ese entonces era ministro de Comunicación e Información de la administración chavista, aseguró que la mujer lo escondía en su vivienda, ubicada en el estado Miranda.

Desde su detención los días en prisión de Ángela se han convertido en suplicios. La justicia venezolana la sentenció a 24 años de prisión por la comisión de los delitos de financiamiento al terrorismo y asociación para delinquir, el 4 de agosto de 2022.

La mujer de 57 años de edad cumple una condena, que familiares, sus abogados y defensores de derechos humanos consideran injusta.

Expósito cumple su sentencia en las celdas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), en la sede de El Helicoide, en Caracas. La docente no escapó de las torturas documentadas en el más reciente informe de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela.

Le arrancaron las uñas

La familia de Expósito ha tenido que sufrir desde lejos el encierro y las torturas a las que sometieron a la docente e investigadora en los calabozos del Sebin. Su hermana Elsy Expósito, vivía en Madrid (España), desde antes de la detención. Por miedo, no ha podido regresar Caracas. Comentó que su hermana también tiene la nacionalidad española. 

Ángela comparte celda con otras 11 mujeres detenidas en El Helicoide. Elsy Expósito, en una conversación telefónica con Efecto Cocuyo, expresó que su hermana fue sometida a torturas comparables con las que se aplicaban en la Edad Media y, aunque expresa repugnancia por tener que dar detalles del martirio que vivió Ángela, cuenta que su hermana no tenía noción de las horas del día.

La profesora fue sometida a golpes en la cara y en todo el cuerpo, fue asfixiada con una bolsa plástica, le aplicaron descargas eléctricas en su cuerpo que le provocaron el desmayo y se orinaba. Elsy asegura que su hermana fue amenazada en reiteradas ocasiones con una pistola en la cabeza.

“Le arrancaron de raíz unas uñas con una tenaza, dormía en un colchón sucio y lleno de sangre, hacia sus necesidades en un pote plástico, siempre en un cuarto pequeños muy frío y con la luz encendida noche tras noche. En realidad, ella no sabía si era de día o de noche”, dijo la hermana de la víctima.

A pesar de ser sometida a todas estas violaciones de derechos humanos, cuando tuvo sus audiencia ante la juez de control  Carol Padilla y, posteriormente, con la juez de ejecución Carolina López, Expósito denunció todas las torturas a las que fue sometida. Su declaración no fue tomada en cuenta.

“Carol Padilla vive ahora en España con el dinero que le fue dado por el régimen en pago por prestarse al juego, junto con los fiscales para sacrificar gente inocente y en el caso de Ángela sin probar los delitos la condenaron a 24 años de prisión, en medio de un juicio caracterizado por violación de derechos humanos y del debido proceso, denuncias de torturas y simulación de hechos punibles por parte del Ministerio Público”, denunció Elsy.

Complicada de salud

Como muchos presos políticos, Ángela tiene complicaciones severas en su salud. Elsy detalló que la profesora sufre de asma, tiene problemas respiratorios, nódulos tiroideos en crecimiento que debe atenderse urgentemente y problemas bacteriológicos en su piel.

Pese a las complicaciones, Elsy reclamó porque su hermana no ha tenido atención médica adecuada. “Responsabilizo a estas juezas, tanto como a los fiscales y al propio Nicolás Maduro de lo que pueda pasarle”, dijo.

Ángela se encuentra sola en Venezuela, no tuvo hijos y nunca se casó, solo ha dedicado sus años de vida a la protección de los animales y a la biología. Elsy señaló que solo cuentan con el apoyo de amigos y conocidos que le llevan a la profesora la llamada “paquetería” (como se le denomina a la comida y artículos de higiene en las cárceles venezolanas).

“Yo desde España envío paquetes y envíos a domicilio para que se los hagan llegar a Ángela”, comenta.

Protección animal

Ángela siempre quiso fundar una organización que protegiera los animales y por eso habilitó su hogar para atender a mascotas en situación de abandono. Por esta razón familiares de algunos perseguidos políticos la contactaron para que cuidara de sus mascotas.

Tal es el caso del expolicía Oscar Pérez y los mastines Thor y Arpa del coronel García Palomo, que fueron entregados al cuidado de Ángela por funcionarios de la administración chavista.

El día que los funcionarios del Sebin fueron a realizar el allanamiento en la casa de Expósito atacaron a los animales que la proteccionista tenía bajo su cuidado. “Los golpearon y sacaron a patadas”, aseguró la hermana.

 esde que Expósito fue detenida, los familiares han pedido al gobierno español que interceda por la liberación de la investigadora, pero hasta este 4 de octubre, las autoridades consulares de España en Venezuela, no han podido tener acceso a la docente.

Los familiares de Ángela señalan que la mujer no ha vuelto a ser sometida a torturas, pero exigen que sea puesta en libertad. “Angela es inocente y justamente valiéndose de su bondad la incriminaron para construir una película de terror en la que necesitaban responsables”, enfatizó Elsy Expósito

LA HUMANIDAD · 9 OCTUBRE, 2022

“Le aplicaron torturas de la edad media”: Ángela Expósito de defender animales a los barrotes del Sebin #PresasPolíticas

Texto por Reynaldo Mozo Zambrano | @reymozo

Ángela Lizbeth Expósito Carrillo ha dedicado su vida a la ciencia, la educación y al cuidado de los animales abandonados. Su rutina se vio interrumpida la noche del 21 de septiembre de 2018, cuando funcionarios de seguridad de la administración de Nicolás Maduro la arrestaron.

Sin orden judicial ni explicaciones se llevaron a Expósito en una camioneta. Estuvo desaparecida un mes y medio.

Expósito se graduó con honores en el Instituto Pedagógico de Caracas como profesora de Biología. En esa institución universitaria realizó una maestría en esa área y trabajó en la Universidad Simón Bolívar (USB), donde realizó varias investigaciones, que posteriormente han sido publicadas en artículos de revistas científicas internacionales.

Ángela está presa tras ser acusada de ocultar de la justicia a Henryberth Enmanuel Rivas Vivas, un presunto implicado en el llamado intento de magnicidio contra Nicolás Maduro, que ocurrió el 4 de agosto de 2018, mientras el mandatario chavista conmemoraba el 81° aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, en la avenida Bolívar de Caracas.

Jorge Rodríguez, quien para ese entonces era ministro de Comunicación e Información de la administración chavista, aseguró que la mujer lo escondía en su vivienda, ubicada en el estado Miranda.

Desde su detención los días en prisión de Ángela se han convertido en suplicios. La justicia venezolana la sentenció a 24 años de prisión por la comisión de los delitos de financiamiento al terrorismo y asociación para delinquir, el 4 de agosto de 2022.

La mujer de 57 años de edad cumple una condena, que familiares, sus abogados y defensores de derechos humanos consideran injusta.

Expósito cumple su sentencia en las celdas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), en la sede de El Helicoide, en Caracas. La docente no escapó de las torturas documentadas en el más reciente informe de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela.

Le arrancaron las uñas

La familia de Expósito ha tenido que sufrir desde lejos el encierro y las torturas a las que sometieron a la docente e investigadora en los calabozos del Sebin. Su hermana Elsy Expósito, vivía en Madrid (España), desde antes de la detención. Por miedo, no ha podido regresar Caracas. Comentó que su hermana también tiene la nacionalidad española. 

Ángela comparte celda con otras 11 mujeres detenidas en El Helicoide. Elsy Expósito, en una conversación telefónica con Efecto Cocuyo, expresó que su hermana fue sometida a torturas comparables con las que se aplicaban en la Edad Media y, aunque expresa repugnancia por tener que dar detalles del martirio que vivió Ángela, cuenta que su hermana no tenía noción de las horas del día.

La profesora fue sometida a golpes en la cara y en todo el cuerpo, fue asfixiada con una bolsa plástica, le aplicaron descargas eléctricas en su cuerpo que le provocaron el desmayo y se orinaba. Elsy asegura que su hermana fue amenazada en reiteradas ocasiones con una pistola en la cabeza.

“Le arrancaron de raíz unas uñas con una tenaza, dormía en un colchón sucio y lleno de sangre, hacia sus necesidades en un pote plástico, siempre en un cuarto pequeños muy frío y con la luz encendida noche tras noche. En realidad, ella no sabía si era de día o de noche”, dijo la hermana de la víctima.

A pesar de ser sometida a todas estas violaciones de derechos humanos, cuando tuvo sus audiencia ante la juez de control  Carol Padilla y, posteriormente, con la juez de ejecución Carolina López, Expósito denunció todas las torturas a las que fue sometida. Su declaración no fue tomada en cuenta.

“Carol Padilla vive ahora en España con el dinero que le fue dado por el régimen en pago por prestarse al juego, junto con los fiscales para sacrificar gente inocente y en el caso de Ángela sin probar los delitos la condenaron a 24 años de prisión, en medio de un juicio caracterizado por violación de derechos humanos y del debido proceso, denuncias de torturas y simulación de hechos punibles por parte del Ministerio Público”, denunció Elsy.

Complicada de salud

Como muchos presos políticos, Ángela tiene complicaciones severas en su salud. Elsy detalló que la profesora sufre de asma, tiene problemas respiratorios, nódulos tiroideos en crecimiento que debe atenderse urgentemente y problemas bacteriológicos en su piel.

Pese a las complicaciones, Elsy reclamó porque su hermana no ha tenido atención médica adecuada. “Responsabilizo a estas juezas, tanto como a los fiscales y al propio Nicolás Maduro de lo que pueda pasarle”, dijo.

Ángela se encuentra sola en Venezuela, no tuvo hijos y nunca se casó, solo ha dedicado sus años de vida a la protección de los animales y a la biología. Elsy señaló que solo cuentan con el apoyo de amigos y conocidos que le llevan a la profesora la llamada “paquetería” (como se le denomina a la comida y artículos de higiene en las cárceles venezolanas).

“Yo desde España envío paquetes y envíos a domicilio para que se los hagan llegar a Ángela”, comenta.

Protección animal

Ángela siempre quiso fundar una organización que protegiera los animales y por eso habilitó su hogar para atender a mascotas en situación de abandono. Por esta razón familiares de algunos perseguidos políticos la contactaron para que cuidara de sus mascotas.

Tal es el caso del expolicía Oscar Pérez y los mastines Thor y Arpa del coronel García Palomo, que fueron entregados al cuidado de Ángela por funcionarios de la administración chavista.

El día que los funcionarios del Sebin fueron a realizar el allanamiento en la casa de Expósito atacaron a los animales que la proteccionista tenía bajo su cuidado. “Los golpearon y sacaron a patadas”, aseguró la hermana.

 esde que Expósito fue detenida, los familiares han pedido al gobierno español que interceda por la liberación de la investigadora, pero hasta este 4 de octubre, las autoridades consulares de España en Venezuela, no han podido tener acceso a la docente.

Los familiares de Ángela señalan que la mujer no ha vuelto a ser sometida a torturas, pero exigen que sea puesta en libertad. “Angela es inocente y justamente valiéndose de su bondad la incriminaron para construir una película de terror en la que necesitaban responsables”, enfatizó Elsy Expósito

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