Un grupo de pensionados y jubilados marchó este miércoles 9 de agosto desde la plaza de Parque Carabobo hasta la sede del Ministerio del Trabajo en Caracas, con la consigna “no quiero bono, no quiero Clap, yo lo que quiero es vivir con dignidad“.
A las 10:00 de la mañana se concentraron en la céntrica plaza de la capital venezolana y después tomaron la avenida Universidad con pancartas, pitos y una enorme bandera tricolor en reclamo al pago de pensiones dignas.
Los pensionados del Seguro Social reciben una asignación mensual de 130 bolívares, equivalentes a 4,18 dólares a la tasa oficial del dólar del Banco Central de Venezuela de este 9 de agosto, que es de 31,10 bolívares por cada divisa estadounidense.
Uno de los manifestantes, Roberto Carpio, quien es secretario general de la Asociación de Jubilados del Ipasme, recordó que desde el año 2018 cuando el gobierno de Nicolás Maduro habló de una recuperación económica del país, se hizo bajo la premisa de desconocer las conquistas laborales de los trabajadores.
“Tenemos que recordarle a los trabajadores que en 2018 Nicolás Maduro dijo que era el año de la recuperación económica de Venezuela, esa recuperación económica está en contra de los derechos del pueblo de Venezuela y no la hemos visto”, sostuvo.
Añadió que también prometió pagar en tres partes las prestaciones sociales de los trabajadores, pero esas tres han sido “tarde, nunca y jamás”, porque todavía hay empleados y jubilados que esperan estos pagos.
Denuncian a transportistas
Los manifestantes también denunciaron el maltrato que reciben de los conductores del transporte público, que se niegan a recibir el pasaje preferencial a los adultos mayores y pretenden imponer un ajuste de las tarifas de la modalidad urbana.
“Decretamos a los camioneteros como personas non gratas porque quieren aumentar el pasaje y meterse con el pueblo”, dijeron en coro durante su movilización.
Cantaron consignas en contra del gobierno de Maduro después de 500 días con la misma pensión y una asignación económica mensual de apenas 20 dólares, a través de un bono, que no les permite costear gastos de alimentación o médicos.
“Y cuál y cuál revolución si este gobierno es hambre, miseria y corrupción”, decía uno de ellos con el uso de un megáfono, mientras el resto de los compañeros repetían en coro.
El pasado mes de mayo, el Ejecutivo anunció una asignación de 30 dólares para empleados de la administración pública, que llamó “bono de guerra económica” y el ajuste a 40 dólares del bono de alimentación. Sin embargo, dejó el salario mínimo en 130 bolívares.
Con información de Iván E. Reyes