Economía de Venezuela en el 2024: ¿Más de lo mismo? (II parte)
Credit: Reuters

2023

Después del impulso económico del año 2022, los primeros meses de 2023 vivimos una contracción económica de 7 %, con un descenso del consumo promedio de 30 %, según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).

La desaceleración o recesión técnica en lo económico que experimentamos respondió al estancamiento en la producción petrolera que poco superó los 800.000 barriles por día. La recuperación de la producción petrolera, hasta las cifras actuales, fue lenta y gradual, ya que tras la imposición de sanciones, en 2017, el gobierno no ha contado con fuentes de financiamiento nacionales ni internacionales, tampoco con el apoyo de las operadoras multinacionales petroleras que fueron determinantes en el pasado para mantener elevados los niveles de producción.

Al menos la mitad del petróleo extraído, unos 400.000 barriles, se destinó al consumo interno de combustible y la generación termoeléctrica. El resto se exportaba y era vendido con descuentos promedios de un 30 % respecto a los precios internacionales, por el riesgo inherente de las sanciones.

A lo que hemos mencionado como causales de recesión este año se sumó, en marzo, el desmantelamiento del entramado de corrupción de Pdvsa que produjo una ralentización del sector de hidrocarburos durante casi un trimestre y, muy probablemente, limitó el flujo de divisas de cuestionable origen que ingresaban al sistema económico nacional.

Por los limitados ingresos de Venezuela, 2023 fue el primer año en mucho tiempo que el gobierno decidió no aumentar los salarios de los 6 millones de empleados directos y las asignaciones a los 5 millones de jubilados. Esta decisión, a todas luces impopular, fue tomada para evitar una expansión fiscal que inexorablemente se traduciría en una significativa inflación y devaluación. 

La contracción económica que vivimos parece haber mejorado un tanto hacia finales de año. No obstante, es muy posible que cerremos el año 2023 sin crecimiento económico alguno, o con apenas, un crecimiento de entre 1 y 2%. Asimismo, esperamos una inflación acumulada en torno al 200% y una devaluación del 60,8%.

En el panorama político cabe destacar las elecciones primarias de la oposición, celebradas en octubre, en las que arrasó la dirigente opositora María Corina Machado. Aunque estas elecciones solo convocaron a 10% del padrón electoral e incluso suscitaron polémica porque fueron calificadas como fraudulentas por el gobierno, sin duda sirvieron como una gran encuesta nacional que dan cuenta de que la gente quiere un cambio político por las circunstancias económicas penosas que está atravesando.

Quizás lo más importante desde el punto de vista político, este año, fue el acuerdo parcial entre el gobierno y la oposición, firmado en Barbados el pasado 17 de octubre. Este acuerdo permitió un aligeramiento de las sanciones de los EE.UU. contra Venezuela a través de nuevas licencias generales que permiten la explotación y venta de petróleo y oro venezolanos, así como la negociación de ciertos instrumentos de deuda de la República y Pdvsa.

2024: ¿Qué nos espera?

En 2024, según el manejo de las sanciones por parte de los gringos, podemos prever tres posibles escenarios económicos:

El primer escenario, y más probable, es que se mantenga cierto aligeramiento de las sanciones a través de las recientes Licencias Generales. Esto podría permitir un aumento de la producción petrolera que supere de manera estable la barrera de 1 millón de barriles por día.

Además, por fin nuestro petróleo será vendido a precios internaciones, sin descuentos debido a las sanciones. Lo mencionado permitiría duplicar e incluso triplicar el año que viene los ingresos por exportación petrolera, lo que beneficiará económicamente a toda la población.

Según estas nuevas licencias generales o permisos de la OFAC (de los gringos, pues), pueden sumarse a la producción petrolera nacional empresas multinacionales de operación y servicio como la Chevron, Mitsubishi, Eni, Repsol, Maurel & Prom, Schlumberger, Weatherfor, Baker Hugehs y muchas otras.

La activación del sector de hidrocarburos trae consigo una mejora de los sectores secundarios y terciarios de la economía, o dicho de manera más sencilla, del sector industrial, de la construcción, de la actividad comercial y las empresas de servicios vinculadas. Esto podría redundar en mayores ingresos de divisas tanto al gobierno como al sector privado, lo que se traduciría en mejores salarios y mayor capacidad de consumo en general.

En este escenario, el más probable de todos, estamos previendo un crecimiento económico de entre 5% y 10%, con una inflación de 3 dígitos en torno al 150%.

Un segundo escenario, menos probable, y bastante optimista, comprende una mayor laxitud de las sanciones americanas, lo que conduciría a un sustancial incremento de la inversión extranjera y mayor producción petrolera, superando la barrera de 1,5 millones de barriles diarios.

Nuevamente, este escenario es realmente optimista, y daría al país un importante aliento económico con un crecimiento de la economía al cierre de año entre un 10% y 15% y una inflación de 2 dígitos altos, en torno al 75%.

Un tercer escenario, más bien pesimista y no muy improbable, nos pone a la merced de un recrudecimiento de las sanciones americanas con la revocatoria de las pocas licencias otorgadas. En este caso, podríamos encontrarnos con un desempeño muy parecido al que vivimos en 2023, una continuación de la recesión, aumentos salariales pírricos y un crecimiento económico nulo o poco notable; además de altas cifras de inflación y devaluación.

Cualquiera de los escenarios planteados dependerá de las circunstancias políticas que vivamos el año entrante en Venezuela.

No obstante el desinterés de los venezolanos por los temas políticos y las penurias que hemos pasado en lo económico como consecuencia de las sanciones, el Departamento de Estado americano ha sido muy claro respecto a que si no se llegan a acuerdos entre el gobierno y la oposición respecto a las elecciones presidenciales del 2024, con vigilancia internacional y participación de los candidatos opositores inhabilitados, habrá recrudecimiento de las sanciones.

Contrariamente, si se respetan los acuerdos de cara a las elecciones e incluso se permite la participación de algunos candidatos hoy inhabilitados por la Contraloría General de la República, podríamos vivir un muy probable escenario de mejora económica para todos los venezolanos.

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