La libertad, desde el azul de dos ruedas

¡Libertad! Palabra bastante vitoreada, aunque poco comprendida. Más aún, escasamente aplicada. Quizás, tal complicación, a la hora de valerse del vigor que compromete ante necesidades clamadas, justifique su acepción. De ahí que, según Roberto García Jurado, profesor de la UAM-Xochimilco, México, “(…) esa palabra no dice mucho, si no se especifica: ¿libertad para quién, para qué, hasta dónde y en qué condiciones?”

Dicha consideración, pero revisada en el contexto crítico de la política venezolana, no podría poseer otra condición que la permitida por la ambivalencia que incita apreciar la libertad pero, desde un enfoque condicionado por el pragmatismo que la susodicha realidad, tolera. Se concebiría desde la perspectiva de la aceptación y del rechazo, incluso, a partir de distintas formas de entender la libertad. 

Todo así ha sucedido, como consecuencia de la oscilación fáctica padecida por la política venezolana. Sobre todo, a lo largo del ejercicio político sobrevenido de los distintos regímenes políticos que caracterizaron el discurrir del siglo XX, fundamentalmente. De manera que tales complicaciones indujeron en el comportamiento político y social del venezolano, un modo particular de reconocer las distintas concepciones de libertad, como sustento del ejercicio político ejercido por los distintos gobiernos acontecidos. 

En el siglo XXI

Luego de transcurrida las primeras décadas del siglo XXI, cuando en nombre del modelo socialista impuesto por el régimen militarista, el país ha soportado gruesas inclemencias que, en lo cotidiano, han terminado oprimiendo libertades y derechos humanos de venezolanos, principalmente, de las clases media y popular.  

Los esfuerzos por evitar que el socialismo del siglo XXI (en nombre de la “libertad”) haya pretendido enroscarse en el poder, no fueron alcanzados. Es ahí cuando el país comienza a reaccionar ante pretensiones de legitimación que el régimen político venezolano adujo a expensas de presumidas excusas. 

La movilidad del venezolano comienza a percibirse toda vez que la economía procura algunas salidas a necesidades inmediatas. De alguna manera, ciertos objetivos comienzan a patentizarse. En el fragor de tales intenciones, surge el mercado de motocicletas en Venezuela, capitalizado, principalmente, por fábricas chinas.

Los relativos bajos costos de adquisición, de mantenimiento mecánico y reparación de partes de motocicletas, inciden en una modesta dinamización de la economía. Las actividades consecuentes, dio pretextos para hablar del boom económico que, de alguna forma, comenzó a marcar cierta activación del país. Al menos es lo que dejó verse, luego de haber padecido algunos años casi que en la mera inopia económica. 

Aparecen los motorizados

Al mismo tiempo que los motorizados asoman su presencia, comienzan a verse como factores de movilización de la economía nacional. Razón para que el régimen político busque manipular su estampa, lo cual es aprovechada para secundar labores de observación político-electoral. Igualmente, de logística política y proselitismo. Asimismo, de transporte de todo cuanto es posible trasladar.

La masificación de motorizados, dada la facilidad que el gobierno permite en cuanto a la adquisición y conducción de dichos vehículos, engorrona la seguridad vial. Actuaban con crasa irreverencia respecto de la ley del tránsito, igualmente, con develada imprudencia y poca precaución. Este problema lleva a despuntar accidentes viales que, en poco tiempo, rebasan la atención y capacidad de hospitales y centros de salud a nivel nacional y regional.

Tan manifiesto problema, no impidió que surgieran nuevos trabajos que incidieron en el crecimiento del mercado de motocicletas y colectivos de motociclistas. Empiezan a ser señalados como “fuerza motorizada”. Las comunidades de motociclistas comienzan a organizarse, fundamentalmente, entrada la década de 2020, incluso a pesar de la irrupción de la pandemia del Covid-19.

¿Por qué aludir a la fuerza motorizada?

¿Por qué esta disertación, busca referir el tema de la libertad movilizada sobre dos ruedas? ¿O sea, en motocicleta, a expensas del ideario social y político del motociclista?

La idea de destacar la libertad en cuanto a la movilidad sociopolítica que alcanza la misma, tiene como razón que el hecho simple de desplazarse sobre la estructura de una motocicleta, inspira sentirse tan libre como el aire que ventea sobre la cara.

Pero también, por la libertad que inspira la sensación que concede su manejo al momento de batirse en duelo abierto con el equilibrio que debe superarse al conducir un vehículo de escasas dos ruedas. Asimismo, el desafío que presenta la gravedad cuando de resistir en cada curva o giro, se trata.

¿Por qué comprometer el sentimiento de libertad?

¿Por qué aparece implicada la libertad? Aun cuando comprenderla no es nada fácil, podría cualquiera atreverse a sentir la libertad como expresión de vida. Es decir, como una forma de disfrutar todo lo que realmente pudiera convenir a los placeres que la naturaleza brinda. Y precisamente, es ahí donde radica la búsqueda de la libertad lo cual hace al ser humano sentirse realmente libre.

Explicaba el escritor británico Robert Louis Stevenson, que la libertad es gozar la dicha de tener “(…) un cielo sobre mí y un camino a mis pies”. El poeta, dramaturgo y novelista español, autor de: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes, manifestaba que “(…) por la libertad se puede y debe aventurar la vida”. Otro destacado escritor español, Ramiro de Maeztu, escribía que “la libertad no tiene valor por sí misma: hay que apreciarla por las cosas que con ella se consiguen”.

Estas sensaciones que induce la libertad, es lo que incita a los motociclistas venezolanos a acompañar ideas de libertad que movilizan discursos políticos que dan cuenta de la opresión que redujo el país a las migajas que hoy retratan sus realidades. Por eso, la avalancha de motociclistas que se agrupan a voluntad para acompañar la figura de la aguerrida venezolana que hizo a la esperanza convertirse en certeza.

En las visitas a un buen número de estados de Venezuela, los motociclistas acompañantes se entregan en alma, vida y corazón. Pero no sólo a marcar la ruta a seguir por la caravana de la “libertad”, sino también, brindarle a la carismática líder político venezolana que motiva a miles de seguidores, la fortaleza que la vitalidad que caracteriza a cada uno de esos motociclistas.

Y es porque de igual forma, se convierten en motivadores de la multitud que espera el paso de la caravana. Además, en resguardo de la integridad física de la luchadora situada en la primera línea del debate político que bien promueve. 

A manera de inferencia

También, cabe reconocer que estos motorizados son animadores musicales, tanto como valientes servidores de la causa política, por cuanto son igual que el resto de la población más desguarnecida, víctimas del crudo y cruento escarnio que, el régimen político provoca.

Igualmente, estos mismos motociclistas actúan como reporteros gráficos dada la facilidad de desplazamiento que detentan. Fungen como evaluadores del estado físico de la ruta, al igual que del difícil problema de considerar los misteriosos cambios del clima en el trayecto a recorrer.

Del epílogo de “Así es la vía”, interesante libro publicado por la Fundación Seguros Caracas (2013) se lee lo siguiente: “Buena parte de la vida de un venezolano transcurre en la vía (…) Quizás, ese transitar por los espacios públicos puede ser el punto de partida de un país mejor, más amable y organizado (…)” 

Tan acertada opinión, examinada desde la perspectiva de los motociclistas que acompañan a la valerosa venezolana, coincide con el valor y gallardía de lo que han denominado “fuerza motorizada” por la libertad de Venezuela. 

Motivar el constructivo valor que contiene la acepción de “libertad” irradiada por el ancho y largo del territorio nacional, se asocia con la significación de esa fuerza motorizada.  Toda vez que, en todos los trayectos recorridos, impulsan la libertad de Venezuela con su enérgica presencia y férrea voluntad. Y que, para decirlo en una breve frase, la libertad desde el azul de dos ruedas.

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor:Políticas de insolencia, inmoralidad y amenaza

</div>