Algunas reacciones al artículo que publiqué la semana pasada en este mismo portal sobre la diversidad sexual (logros que producen orgullo https://t.co/UILx7cYGlf) me llevan a seguir escribiendo sobre este tema partiendo de una premisa: a pesar de importantes avances con respecto a la sexo diversidad y la sexualidad, en general, sigue haciendo falta mucha educación sexual.
Es imprescindible
Hay una verdad generalmente compartida por los analistas sociales y políticos: el progreso de la sociedad no se mide solo por el producto territorial bruto ni por los índices de inflación; la clave del progreso (inclusive el económico) está en la educación. Una población con mayor acceso a la educación de calidad garantiza su bienestar. Se trata de educación por todas las vías, no solo las escolares, y en todos los campos del saber, incluido el sexual.
La investigación ha demostrado que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que tienen o han tenido educación sexual están mejor preparados para evitar riesgos en su vida sexual y pueden vivir una sexualidad más plena.
La educación sexual ofrece recursos para enfrentar los acosos sexuales que pudieran recibir en cualquier espacio y momento y evitar, asimismo, acosar sexualmente a otra persona. A los espacios tradicionales en que puede darse el acoso sexual como la casa familiar, la comunidad, el sitio de estudio, de diversión, de deportes, de trabajo, el religioso, cualquiera, ahora se agregan los riesgos en el espacio virtual, el generado por internet
Riesgos sexuales en Internet
Estamos en presencia de la primera generación crecida con la Internet desde la cuna y obteniendo información de todo tipo por las redes. Esto aumenta el riesgo de recibir información sexual inadecuada, de recibir acoso y por tanto, ellos, ellas, la familia y la escuela tienen que saber cómo enfrentarlo. Esas herramientas las puede dar la educación sexual.
Las nuevas generaciones tienen más información que los adultos y es mucho más hábil que sus mayores en el manejo de los dispositivos electrónicos, las redes virtuales y las aplicaciones. Inclusive, muchos de esa generación sabe cómo sortear el “control parental” que ofrecen algunos de esos dispositivos.
En la actualidad, los adultos, con cualquier nivel educativo, deberían actualizar sus conocimientos sexuales. Los adultos nos hemos quedado atrás con lo que está pasando en las nuevas generaciones con respecto a muchos temas, incluido el sexual Mientras más educación sexual tenga una persona adulta, mejor asumirá su sexualidad, tendrá mayor capacidad de entender a los más jóvenes y podrá transmitir información adecuada a quienes está criando y educando.
A pesar de la evidente conveniencia de la educación sexual, no todo el mundo está de acuerdo con que se imparta. Lo sexual activa muchos prejuicios e ideas negativas. Sexo está asociado con lo peligroso, lo indebido, lo pecaminoso. De sexo no se debe hablar, piensan.
Los detractores
La educacion sexual es algo que los sectores oscurantistas de la sociedad han satanizado,tergiversado para que de sexo no se hable ni en la familia, ni en las instituciones educativas, como lo manda la santa madre iglesia. Los temas sexuales les producen piquiña, alergia, vómitos mentales, a la gente de “buen vivir”, a quienes viven en el mundo de la hipocresía, de la apariencia mentirosa.
La gente conservadora tiene que mentir públicamente para poder equilibrar el desbalance que siente con ella misma.
Muchos hombres conservadores que se oponen airadamente a la educación sexual son grandes consumidores de porno y clientes de prostitutas o prostitutos. También suelen tener relaciones sexuales paralelas, en forma fija u ocasional, a las relaciones legales o religiosamente establecidas. Lo que también hacen algunas mujeres conservadoras.
La infidelidad sexual en los hombres heterosexuales “de bien” no es una novedad como tampoco lo es el que muchas mujeres conservadoras, prefieren “hacerse las locas”, creer que al ignorar lo que hace sexualmente, por otro lado, su pareja o sus hijos o hijas, no pasa nada. Para el grupo social conservador lo importante es mantener las apariencias de que su hogar, dulce hogar, no se amargue.
En el mundo de lo convencional, todo vale con tal de que la vida sexual sea oculta. Que las apariencias engañen, es una máxima conservadora.
La troupé conservadora cuestiona la educación sexual porque cree que les permite ignorar la realidad. A veces se ignoran a sí misma como persona, no se ven. Esa troupé cuestiona, entre otras muchas cosas, la visibilidad de la sexo diversidad. Quiere seguir creyendo, por ejemplo, que la sexualidad es solo biológica y binaria, cuestión de macho y hembra. Que así lo hizo y quiere Dios, se lee.
La masa conservadora se expresa y actúa desde la ignorancia, el desconocimiento. Denunciando una tal ideología de género, como la llaman. Quien no sabe de algo y opina, muy probablemente, comente errores. Ocurre así en todos los campos del saber. Lo otro, es que inventa, tergiversa, crea bulos con tal de calmarse a sí misma y manipular a los demás, .
¡Ojo!
Mientras no se reconozca como una necesidad imperiosa la educación sexual de calidad en todos los espacios y para todas las edades, seguirán aumentado los casos de infecciones de transmisión sexual, los embarazos indeseados o prematuros y un gran flagelo de nuestros días: los delitos sexuales hacia los más jóvenes y los cometidos por ellos, no solo en la realidad real sino en la virtual a través de teléfonos, tabletas y computadoras. No es poca cosa.
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Del mismo autor: Logros que producen orgullo